Tema 5. Conocimiento filosófico sobre sí mismo y la relación con otras personas




El conocimiento de sí mismo, coloquialmente denominado autoconocimiento, consiste en desarrollar la habilidad de comprenderse a profundidad, con el fin de descubrir por sí solo aquello que genera motivaciones y las situaciones que brindan mayor felicidad. Indiscutiblemente, la filosofía tiene relación con este ámbito, ya que el pensamiento es un factor determinante en la vida del hombre, pues modela su conducta.


Aspectos de la condición humana y dimensiones del ser humano

Todo ser humano es capaz de identificar su personalidad, limitaciones, conductas, motivación, temores y aspiraciones; este reconocimiento conlleva un proceso interno racional para sensibilizar las emociones. En este sentido, el ser humano es libre de transformarse a través del autoconocimiento (Steiner, 2016).

Aunque se encuentre alejado, el hombre es capaz de crear autoconciencia y comprensión de su entorno, así como de desarrollar un pensamiento analítico, aplicado a nivel personal o social, mediante cinco dimensiones (ver figura 1).


Figura 1. Las cinco dimensiones del ser humano.

Posturas axiológicas

Según la filosofía, la conducta del hombre y su esencia se basan tanto en las elecciones realizadas como en los valores morales, éticos y religiosos.

La axiología se encarga del estudio de los valores, en específico de los morales, ya que estos conforman los juicios que emiten las sociedades acerca de la manera en que cada individuo se conduce. Esto crea cierta identidad social y provoca que todas las normas y costumbres alejadas de ese contexto no sean bien vistas.

En conclusión, esta disciplina no solo conceptualiza valores, también motiva a las personas a reflexionar sobre su naturaleza, a conocer más de sí mismos y a entender cómo interactúan con sus semejantes bajo un esquema social e interno.


Postura ética

La ética se encarga del estudio del bien y el mal, es decir, de lo que se considera bueno o malo. Esta disciplina genera una conexión indudable entre el conocimiento del ser y su comportamiento, pues le brinda la capacidad de hacer uso de su conciencia para contribuir al bienestar social y para establecer afectos; sin embargo, también mantiene un equilibrio personal.

Para tomar decisiones adecuadas, se necesita tener en claro el propósito de cada persona en el mundo, es decir, justificar y dar un sentido a su existencia. Esto no es posible sin antes alcanzar un pleno conocimiento de uno mismo.


Principios bioéticos

El estudio de las disciplinas filosóficas permite que el ser humano sopese lo que resulta o no adecuado para el desarrollo de su vida, así como aquello que contribuye a dotarla de sentido. Por este motivo, siempre debe ser consciente de sus capacidades de autoconocimiento y, en general, debe procurar su bienestar.

La bioética es una práctica filosófica que se desarrolla de la mano de la tecnología, ya que persigue lo bueno y asimila los valores morales en las ciencias de la vida; se esfuerza para que la humanidad se conduzca bajo los principios de dignidad, autonomía, responsabilidad y respeto por la integridad.


Tipos de racionalidad

El ser humano es el único considerado racional, con la capacidad de elegir la manera más adecuada para su pleno desarrollo, ya sea en solitario o en comunidad. Esto se debe a que centra sus pensamientos en la obtención de beneficios y en optimizarlos; de hecho, en cierto punto, llega a suprimir los sentimientos afectivos y hace uso de la ciencia o de los axiomas cuando sus ideas son claras o concretas, es decir, cuando no necesitan ser demostradas.

Para alcanzar el conocimiento, se puede hacer uso de los siguientes tipos de racionalidad (ver figura 2):


Figura 2. Tipos de racionalidad.

Otra clasificación de la racionalidad es aquella que se divide en dos tipos: con referencia a los fines y con referencia a los valores; sin embargo, independientemente de dicha distinción, su finalidad es que el hombre actúe de manera racional y que pueda tomar sus propias decisiones, adecuando los medios que tiene a su disposición para alcanzar sus metas.



La ciencia filosófica considera al hombre como un ser superior que cuenta con el poder de razonar y con la libertad; en otras palabras, se le toma como una entidad capaz de perfeccionarse, adaptarse y elegir voluntariamente su propósito en la vida. Sin importar la edad o algún otro condicionante, siempre posee la habilidad de crear un pensamiento crítico y racional.


Asegúrate de:

  • Comprender por qué es importante que el hombre se conozca a sí mismo para lograr transformarse y alcanzar sus objetivos.
  • Identificar la relación entre ética, axiología y bioética en el autoconocimiento del hombre, para establecer relaciones con los demás sujetos y vivir en bienestar.

  • Steiner, R. (2016). Guía para el conocimiento de sí mismo. Argentina: FV.