El pensamiento humano se transforma y, con él, su necesidad de expresarse y comunicarse se vuelve más evidente. El arte ha sido el medio empleado por seres humanos de distintas épocas para dejar un testimonio de cómo fue el mundo en el que vivieron, su cosmogonía, su relación con la naturaleza y su percepción del futuro. La literatura representa un claro ejemplo de esta necesidad de trascender, ya que el escritor emite un mensaje (sus obras) desde un remoto pasado y ahora, después de muchos siglos, tú eres el receptor.
Después de la Edad Media, un periodo muy prolongado en que las personas sufrieron limitaciones en muchos aspectos, se desató una revolución del pensamiento en pleno siglo XV. Este cambio inició con la llegada de Cristóbal Colón a América, en 1492.
En este tema conocerás e identificarás tres movimientos literarios: Renacimiento, Siglo de Oro y Neoclasicismo. Aunque todos comenzaron en Europa, te sorprenderá descubrir la poderosa influencia que ejercieron en América.
Renacimiento
Es un movimiento cultural y artístico que inicia a finales del siglo XV en Italia y culmina en el XVI. Destaca por su intención de retomar la cultura clásica grecorromana, es decir, de rescatar ese pasado y sus bases humanistas. La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg, en Alemania, alrededor del año 1453, fue indispensable para los autores de esta época, ya que facilitó la circulación de sus textos.
Etecé (2023) comenta que algunos de los principales intereses de la literatura renacentista son los siguientes: temas relacionados con el amor, muy frecuentes en la poesía lírica; la naturaleza, donde se resaltan sus aspectos más bellos; y la mitología, pues se retoman personajes de la Grecia antigua. De igual manera, destaca su convicción de que la razón debe estar por encima de la fe, lo cual contraviene los principios impuestos por la iglesia católica durante el Medioevo; ahora, el ser humano desplaza a Dios como centro del mundo.
En este periodo sobresalen varios autores de distintas nacionalidades, aunque son dos los que se han convertido en referentes indispensables del Renacimiento: William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra. El primero fue un dramaturgo inglés que vivió entre 1547 y 1616, se considera el escritor más importante de la lengua inglesa. Se le atribuyen obras muy famosas como Romeo y Julieta, Otelo, Hamlet, Macbeth, El sueño de una noche de verano, entre muchas otras. Por su parte, el novelista y poeta Miguel de Cervantes Saavedra es el principal representante de la literatura española; su obra más reconocida es Don Quijote de la Mancha.
Otros escritores relevantes de este movimiento literario fueron Nicolás Maquiavelo, filósofo y político italiano, cuya obra más destacada se titula El príncipe; el teólogo inglés Tomás Moro, que escribió Utopía; y Jean Molière, poeta y dramaturgo francés, autor de Tartufo.
Siglo de Oro
El denominado Siglo de Oro o Barroco transcurre a lo largo del siglo XVII en España. Este movimiento se aleja de las tendencias del Renacimiento, caracterizado por su admiración al arte grecorromano, y opta por un nuevo estilo que exagera las condiciones de la vida.
Un género característico del Siglo de Oro es la novela picaresca, donde los protagonistas se aprovechan de su ingenio para salir adelante. Al tener que recurrir a toda clase de trampas y artimañas para sobrevivir, el personaje del pícaro representa una vulgarización de los saberes humanísticos; además, explota la sátira y la comedia popular.
Este movimiento literario reunió poesía, narrativa y teatro. Algunos escritores transitaron entre el Renacimiento y el Siglo de Oro, como Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la ya mencionada novela Don Quijote de la Mancha, aunque también de otras obras esenciales de la lengua española: La Galatea, La gitanilla, Rinconete y Cortadillo, entre otras.
El poeta y dramaturgo Luis de Góngora es otro exponente central de este movimiento; al estilo empleado en sus poemas se le conoce como culteranismo o gongorismo. Lope de Vega también sobresale entre los escritores de la época, ya que se trata de uno de los autores más prolíficos en lengua española, pues compuso alrededor de 3000 sonetos a lo largo de su vida; una de sus obras más conocidas se titula Fuenteovejuna. Por su parte, Francisco de Quevedo escribió poesía, narrativa y dramaturgia (teatro); sus textos más representativos son Historia de la vida del Buscón y Los sueños.
Por último, una destacada exponente del Siglo de Oro es sor Juana Inés de la Cruz o Juana de Asbaje, conocida como la Décima Musa. Sor Juana nació en San Miguel Nepantla, Ciudad de México, cuando aún formaba parte del virreinato de la Nueva España. Escribió poesía, autos sacramentales, teatro y prosa. Entre sus obras más relevantes se encuentran Los empeños de una casa, Amor es más laberinto, El divino Narciso y Primero sueño.
Neoclasicismo
Fue un movimiento artístico y literario que abarcó del siglo XVIII al XIX, aunque se estima que surgió en Francia en 1760; sus principales influencias fueron la Ilustración y la Revolución francesa. En este periodo ocurrieron eventos muy importantes, como las independencias de Estados Unidos y México, así como la Revolución industrial en Inglaterra. A este periodo también se le conoce como Siglo de las Luces, ya que el pensamiento científico llegó a su auge.
En la literatura, el movimiento neoclásico está en contra del pensamiento religioso y privilegia la razón. Se opone al Barroco y retoma el gusto por el arte grecorromano y renacentista. Sus objetivos son didácticos, de ahí que sus géneros favoritos sean el ensayo, la fábula y la novela, ya que permiten transmitir conceptos morales y filosóficos.
Entre los escritores más connotados de la época se encuentran tres grandes ilustrados franceses: Voltaire (con sus obras Edipo, Cándido o el optimismo y El fanatismo o Mahoma), Montesquieu y Rousseau. En Inglaterra, Daniel Defoe se dio a conocer por sus obras Robinson Crusoe y Memorias de un caballero. En España, Félix María de Samaniego adquirió notoriedad por sus Fábulas morales, Fábulas de Samaniego y la fábula de “La cigarra y la hormiga”. En Irlanda, Jonathan Swift alcanzó la fama literaria por Los viajes de Gulliver y Cartas marruecas.
Ahora ya conoces un poco más de literatura universal. Tal vez entre las obras mencionadas de estos tres movimientos (Renacimiento, Siglo de Oro y Neoclasicismo) reconociste alguna que has leído o visto en adaptaciones para cine, televisión o plataformas de internet; incluso, más de una ha inspirado canciones, como Romeo y Julieta, de Shakespeare. De igual manera, te habrás reencontrado con una obra de la literatura española que se revisa durante la preparatoria, es decir, Don Quijote de la Mancha.
También te diste cuenta de la importancia de una poeta mexicana que vivió en la época colonial: sor Juana Inés de la Cruz. ¿Recuerdas cuando su imagen aparecía en los billetes mexicanos de $200? ¿Sabes que ahora lo hace en los de $100? A su autoría pertenece un poema que se encuentra muy arraigado en el imaginario colectivo: “Hombres necios que acusáis”.
Por último, aprendiste que el movimiento neoclásico influyó en que México se independizara de España. Además, en esa misma época, surge el ensayo como género literario. Asimismo, cuando eras pequeño, seguramente conociste la fábula de “La cigarra y la hormiga”, un texto que muchos niños leen en sus primeros años escolares.
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