Tema 5. Literatura contemporánea y emergente




La segunda mitad del siglo XX está marcada por grandes cambios que transformaron notablemente el mundo. Las hostilidades entre las superpotencias URSS (hoy Rusia) y Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial, dividieron política, económica e ideológicamente al planeta. A este periodo de tensión global se le conoce como Guerra Fría. En las dos últimas décadas del siglo inicia una renovación vertiginosa suscitada por tres eventos: el declive de la URSS, el surgimiento de China como nueva superpotencia y lo que la sociología ha denominado Revolución Digital.

La llegada del siglo XXI ha desencadenado un avance tecnológico y científico nunca visto por la humanidad. La dependencia de la tecnología ha permeado en todos los ámbitos: educación, salud, trabajo, familia, etc.

El arte, en especial la literatura, refleja la angustia causada por la incertidumbre de la vida actual, ya que esta depende de múltiples factores relacionados con una globalización tan avanzada que lo ocurrido en un lugar no tarda en repercutir en el mundo. Estos nuevos intereses han generado dos movimientos literarios: la literatura contemporánea y la emergente.


Literatura contemporánea y emergente

Según Etecé (2022), la literatura contemporánea surge a partir de los acelerados cambios experimentados entre la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del XXI. Aunque se ha tratado de estudiar a este movimiento como un todo, para comprenderlo mejor se divide en dos etapas: la de las segundas vanguardias (1945 –1970) y la del nuevo milenio o emergente (2000 – a la actualidad). Ambas se distinguen por estas cualidades:

  • Rompimiento de patrones y apuesta por la experimentación.
  • Los autores optan por estilos muy definidos: policiaco, fantástico, ciencia ficción, terror, así como por nuevas variantes del realismo, como el mágico, sucio, socialista, entre otros.
  • Existe una tendencia hacia el relato testimonial sobre la guerra, la dictadura y la pobreza.
  • Los géneros literarios preferidos son poesía, narrativa, dramaturgia y ensayo.

Entre los escritores más sobresalientes de este movimiento destacan el filósofo, narrador y dramaturgo francés Jean-Paul Sartre, con sus obras El ser y la nada, Crítica de la razón dialéctica, La náusea y El muro; el escritor y periodista británico George Orwell, célebre por su novela distópica 1984; la dramaturga y narradora inglesa Agatha Christie, con El misterio de las siete esferas y Muerte en el Nilo; el premio nobel estadounidense Ernest Hemingway, con Por quién doblan las campanas y El viejo y el mar; y el también estadounidense Ray Bradbury, uno de los más connotados escritores de ciencia ficción, con Fahrenheit 451, El vino del estío y Crónicas marcianas.

El boom latinoamericano

Entre las décadas de 1960 y 1970, se conforma una de las generaciones de escritores latinoamericanos más importante de todos los tiempos: el boom latinoamericano. Este movimiento estuvo encabezado por jóvenes narradores que publicaron novelas experimentales de gran impacto social y político, las cuales están escritas de manera no lineal, es decir, presentan varios saltos en el tiempo. Gracias a este grupo, la literatura latinoamericana se dio a conocer en buena parte del mundo.

Los principales exponentes del boom son el argentino Julio Cortázar, quien apoyó abiertamente las revoluciones cubana y sandinista, con Rayuela; el narrador y periodista colombiano Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 y máximo representante del realismo mágico, con El coronel no tiene quien le escriba y Cien años de soledad; el mexicano Carlos Fuentes, que luchó contra la discriminación y fue profesor en prestigiosas universidades, con La muerte de Artemio Cruz, Aura y Terra nostra; y el peruano Mario Vargas Llosa, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010, con sus novelas La ciudad y los perros, La casa verde y Conversación en La Catedral.

Otros escritores latinoamericanos muy reconocidos son el mexicano Juan Rulfo, con Pedro Páramo y El llano en llamas; el argentino Manuel Puig, con Boquitas pintadas y El beso de la mujer araña; y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1967, con El señor presidente.

Aunque no se considera parte de la generación del boom, el ensayista y poeta mexicano Octavio Paz es una figura central de la literatura latinoamericana durante la segunda mitad del siglo XX; recibió varios reconocimientos importantes, como el Premio Nobel de Literatura en 1990. Sus obras más destacadas son El laberinto de la soledad, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, La llama doble, El arco y la lira y ¿Águila o sol?

Una de las preocupaciones centrales de la literatura del siglo XXI es tratar de resarcir los errores cometidos en el pasado, como se explica en el siguiente párrafo:

Acaso por una mera cuestión generacional, la literatura canónica de las dos primeras décadas del siglo XXI se ha ocupado de hurgar en las heridas del XX. Las guerras mundiales, la guerra civil española, la posguerra, la descolonización, las migraciones, el apartheid, las dictaduras latinoamericanas, la caída del imperio soviético, los feminicidios en Ciudad Juárez o las turbulencias en Oriente Próximo pueden rastrearse en la obra del propio Bolaño, Mario Vargas Llosa, J.M. Coetzee, Zadie Smith, Svetlana Aleksiévich, Emmanuel Carrère, Marjane Strapi o Edmund de Waal. (Rodríguez, 2019)

Además, ha surgido una cultura literaria denominada emergente, que apuesta más por la autogestión y se mantiene al margen de las grandes editoriales. Para lograr este propósito, los involucrados forman colectivos independientes para publicitar la obra de nuevos escritores en diversos medios. En este sentido, la tecnología permite una difusión más personalizada y global, sobre todo a partir del ciberespacio y su potencial para llegar a millones de lectores en poco tiempo.



En este tema comprendiste que los cambios sociales impactan en la literatura, ya que traen consigo nuevas propuestas, intereses y preocupaciones. Aunque algunos escritores retoman ciertas características de movimientos anteriores, los adaptan al momento histórico que les ha tocado vivir, como ocurrió en el boom latinoamericano. Es importante señalar que esta generación pertenece a la denominada literatura contemporánea y, por tanto, establece conexiones con escritores de otras latitudes. La lista de autores contemporáneos es extensa, así que solo se mencionaron algunos de los más célebres, como Sartre, Orwell y Bradbury.

El movimiento contemporáneo habla del pasado inmediato y, de esta manera, permite a los lectores comprender su presente. De hecho, muchos de los escritores de la última década del siglo XX aún están vigentes y ya forman parte de la literatura emergente. El arte literario seguirá su curso mientras exista la humanidad, pues siempre habrá personas deseosas de contar su presente a través de historias reales o ficticias, de la poesía o la dramaturgia. La necesidad de comunicar a través de la palabra nunca desaparecerá; al contrario, se renueva cada cierto tiempo y desarrolla propuestas creativas para transmitir sus mensajes.

Ahora te toca ser testigo del desarrollo de la literatura del siglo XXI y, quizá, unirte a las filas de los nuevos escritores.


Asegúrate de:

  • Comprender las características de la literatura del siglo XX, para identificar las nuevas corrientes que marcaron el inicio del XXI.

  • Etecé. (2022). Literatura contemporánea. Recuperado de https://concepto.de/literatura-contemporanea/
  • Rodríguez, J. (2019). Los 21 mejores libros del siglo XXI. Recuperado de https://elpais.com/cultura/2019/11/26/babelia/1574767429_166094.html?event_log=go