¿En qué piensas cuando escuchas la palabra dramático? Tal vez lo relacionas con el sufrimiento emocional, como se considera en la actualidad; esta asociación se explica porque, en la antigua Grecia, el género dramático se originó a partir de la tragedia. La dramática es uno de los géneros literarios más importantes de la antigüedad, junto con la épica y la lírica; de hecho, se cree que nació como una forma de rendir culto a Dionisio, dios del vino. Sófocles, Aristófanes, Esquilo y Eurípides son los precursores de esta expresión literaria; a los escritores de esta clase de textos se les conoce como dramaturgos.
En esta experiencia educativa, conocerás las características del género dramático, así como sus subgéneros. Esto te permitirá comprender todos sus aspectos literarios y su representación teatral.
Aunque se puede leer, el género dramático está pensado para representarse en el teatro; por tanto, la historia se cuenta directamente a través de los personajes, es decir, no hay un narrador. En este caso, la función apelativa del lenguaje resulta predominante, ya que está orientada hacia el receptor.
Esta expresión literaria se divide en subgéneros mayores y menores, como se muestra a continuación (ver tabla 1):
Tabla 1. Subgéneros mayores y menores del género dramático.
La estructura externa del género dramático se compone de actos, unidades mayores en las que se divide la obra; a su vez, estos se conforman de escenas, las cuales se distinguen entre sí por el cambio de personajes. En el teatro, también aparecen los cuadros, diferenciados por los cambios de escenografía (decorado, iluminación y demás elementos del ambiente).
Unos componentes localizados solo en el texto dramático son las acotaciones, indicaciones del autor sobre diferentes aspectos de la historia, por ejemplo, vestimenta y escenografía; dichas observaciones se escriben entre paréntesis. El diálogo, mientras tanto, se refiere a la conversación entre los personajes, aunque también puede haber monólogos.
El siguiente fragmento ofrece un buen ejemplo de cómo se estructura el género dramático (ver figura 1):
Figura 1. Ejemplo del género dramático.
Fuente: Shakespeare, W. (s.f.). Hamlet. Recuperado de https://www.suneo.mx/literatura/subidas/William%20Shakespeare%20Hamlet.pdf
La estructura interna se refiere al orden de la historia. Esta inicia con el planteamiento del conflicto, es decir, donde se describe el problema y se presenta a los personajes; prosigue con el nudo o enredo, cuando se desarrolla el conflicto y se muestra la confrontación entre protagonista y antagonista; continúa con el clímax, momento de mayor tensión de la obra y fundamental para el género dramático; por último, sobreviene el desenlace, parte en que se resuelve el conflicto.
Como te habrás percatado, el texto dramático equivale al guion de una obra teatral, incluso al de una película o serie; por este motivo, para su representación ante un público, se debe contar con actores que logren transmitir las emociones naturales de cualquier ser humano, como amor, odio, tristeza, enojo y felicidad.
Si tienes oportunidad de ver un montaje teatral, ahora podrás identificar que, en cuanto se levanta el telón, comienzan los actos o partes en que se divide la obra. Actualmente, las puestas en escenas se conforman de dos actos y son relativamente breves, con una duración aproximada de dos horas; esto difiere mucho del teatro de la Grecia antigua, pues se cree que las representaciones se extendían por varios días continuos.
Ahora, ya conoces las características del género dramático, así como sus subgéneros y estructura. Al entender y leer estos textos, serás capaz de escribir guiones para alguna presentación escolar.
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