Identificar que existen clientes que no son convenientes para la empresa. El desgaste constante, la necesidad de negociación para poder cerrar operaciones y otros factores ayudan a identificar clientes tóxicos que no deberían ser parte de tu clientela.
En este tema aprenderemos sobre estos dos tipos de clientes. Un cliente tóxico es aquel con el que siempre estás negociando o buscando cómo satisfacer necesidades, incluso de acuerdos previamente establecidos. El cliente sano es todo lo contrario.