Contexto
Objetivo
Comprender las fases que engloba el desarrollo de un equipo de trabajo, con el fin de realizar un diagnóstico eficaz y oportuno a nivel organizacional de la etapa que está viviendo el equipo.
Descripción
A través de este tema conocerás las fases en las que consiste el desarrollo de un equipo de trabajo, que van desde su formación, conflicto y normalización hasta su desempeño y cierre. Por otra parte, identificarás las bases necesarias para establecer las normas que permitan que tu equipo conozca sus responsabilidades y obligaciones como una herramienta que fomente una conducta responsable y profesional.
Introducción
Te invito a que realices el siguiente ejercicio.
Identifica una situación en la que hayas participado en equipo, realizado alguna actividad o proyecto. Puede ser a nivel laboral, escolar o familiar. Ahora, responde las siguientes preguntas:
Si los miembros no cumplieron con sus responsabilidades y no lograron los resultados esperados, seguramente en las fases de formación del equipo pasaron circunstancias que no permitieron su desarrollo, afectando su desempeño. Al momento de formar un equipo de trabajo, se tendrá que pasar por fases que le permitan llegar a su madurez y explotar su potencial.
Es importante conocer todas las fases, porque cada una de ellas tiene características particulares para su identificación y acciones claves que generen soluciones hacia su crecimiento y consolidación.
Explicación
1. Modelo Tuckman
Los equipos tienen vida propia, ya que siempre están en constante cambio y crecimiento. Al estar formado por personas, los equipos de trabajo dependen de factores internos y externos (presiones, relaciones cambiantes alianzas, separaciones, el crecimiento y desarrollo personal de los miembros individuales del equipo). De hecho, un equipo siempre inicia siendo un grupo.
El Dr. Tuckman (1965) publicó un modelo de desarrollo de equipos donde explicaba el proceso de madurez del equipo de trabajo. El fin de este modelo es identificar los factores críticos para construir y desarrollar de grupos pequeños a equipos maduros.
El modelo Tuckman nos propone cuatro fases iniciales, aunque con el paso del tiempo se ha incluido una quinta: forming (formación), storming (enfrentamiento), norming (normalización), performing (desempeño) y adjourning (finalización/disolución).
Formación
Durante esta primera etapa, los miembros de equipo podrán todavía operar como un grupo de individuos. Cada persona querrá imprimir su propia personalidad en el equipo, mientras se está estableciendo su propósito, composición y organización.
Los individuos estarán intentando conocer sobre las actitudes y habilidades de los demás, así como las metas y normas del equipo. Serán cautelosos sobre presentar nuevas ideas y respetarán la línea establecida, tratando de no aparentar ser radicales o inaceptables al equipo. Los objetivos podrían no estar claros aún, y podría no haber un dirigente reconocido de equipo todavía.
La formación es la etapa más tranquila, ya que no hay conflictos aparentes y la mayoría de los miembros se mantienen en un diálogo interno. Aunque no hay grandes avances, es de las etapas más importantes, porque aquí se empiezan a conocer los miembros y a establecer las relaciones interpersonales.
Conflicto
Al generar mayor confianza entre los miembros, empiezan a expresar sus diferencias y actitudes hacia las acciones y opiniones de otros. Es una etapa crítica, pero que cualquier equipo tiene que pasar y superar para alcanzar un alto desempeño. El aspecto positivo es una fase muy útil para generar ideas y confrontarlas, esto aportará valor y ayudará a construir las relaciones internas.
En esta fase los integrantes rivalizan entre sí para adquirir posiciones, mientras tratan de establecer por sí mismos relaciones con otros miembros del equipo y con el líder. Por tanto, se forman pandillas y agrupaciones que pueden intentar luchar por el poder antes de llegar a la siguiente fase.
El rol del líder juega un papel significativo para superar esta fase, primero, tiene que cuidar su imagen, ya que es el primer modelo por seguir de sus colaboradores. Por otra parte, tiene que estar atento a las necesidades y relaciones conflictivas de cada uno de los miembros. Además, es importante manejar herramientas orientadas en la mediación y manejo de conflictos, ya que serán de gran ayuda para alcanzar la siguiente fase.
Normalización
En este punto, los miembros ya superaron sus rivalidades y sus relaciones se vuelven más relajadas, debido a que cada uno de los integrantes aceptaron sus roles y responsabilidades dentro del equipo.
A estas alturas, el equipo ya tiene una meta que alcanzar y quienes lo forman, son capaces de entender el punto de vista del resto de miembros, apreciar sus habilidades y experiencias, e incluso ser conscientes de sus propios prejuicios y estar dispuestos a cambiarlos. Los miembros ya se sienten parte de un equipo, sus aspiraciones de ser totalmente individuales se alinean cada vez más con los objetivos que encaminen a tener éxito con el equipo.
Es necesario mantenerse atento a esta etapa, debido a que los miembros ya tienen relaciones más estrechas entre ellos, y en ocasiones si ocurre un cambio entre los miembros, las tareas, responsabilidades, o si entra una persona nueva al equipo, pueden presentarse resistencias al cambio por parte de los integrantes.
Desempeño
Al llegar a esta fase, los miembros se concentran en realizar su trabajo sobre una organización y estructura relativamente estable.
Los integrantes reconocen por qué están haciendo su trabajo, se conocen bien, tienen la capacidad de resolver sus conflictos de manera adecuada (pueden seguir ocurriendo desacuerdos, pero ahora se concilian de manera positiva), y están motivados a lograr los resultados colectivos. Además, los miembros son capaces de intercambiar roles y tienen una mayor capacidad de adaptación a través de las experiencias vividas durante el proceso.
Disolución
En esta etapa, el equipo ha cumplido con sus objetivos. Los miembros del equipo se pueden mover a nuevos proyectos o áreas. Es importante como líderes, manejar las emociones en esta fase, los miembros tienen que irse entusiasmando y motivando por lo alcanzado dentro del equipo. Por eso, tenemos que gestionar la sensación de pérdida que existirá en aquellas personas que quieren aferrarse al equipo, puede llegar a ser una fase muy estresante, pero la mejor manera de superarla es reconocer todos los aprendizajes y logros de cada uno de los miembros.
2. Los papeles de equipo según Belbin
El Dr. Meredith Belbin identificó los roles de equipo durante un estudio único sobre equipos que se llevó a cabo en la Henley Business School, y que empleaba un juego de simulación de negocio. En 1969, el Dr. Belbin fue invitado a utilizar este business game como punto de partida de un estudio sobre el comportamiento de los equipos. Este fue el origen de una larga investigación que permitió al Dr. Belbin publicar en 1981 su “Teoría de Roles de Equipo Belbin”, una de las más importantes en el campo de la psicología y cuya repercusión, en la forma de entender y desarrollar el trabajo en equipo, ha sido enorme, y continúa vigente en nuestros días como un sistema para maximizar el potencial de las personas y los equipos.
Los resultados obtenidos por Belbin sobre la investigación de los equipos, ha identificado nueve papeles que deben presentarse para que un equipo sea exitoso. Por medio de sus observaciones y análisis, distinguió las diferentes formas en que los miembros de un equipo contribuyen al rendimiento general de los equipos maduros. A continuación, te presentamos los nueve papeles de Belbin:
Al llevar el análisis de esta teoría, toma en cuenta que ningún papel individual en un equipo es más importante o valioso que otro. La mayoría de las personas tendrán dos, o a veces tres papeles preferidos. Esto significa que ellos pueden cumplir con un papel secundario o terciario, si no existe quien lleve esos papeles en el equipo. Todos somos capaces de cambiar nuestros papeles, dependiendo del tipo de equipo, la naturaleza de la tarea y nuestro propio nivel de experiencia.
3. Implementación de normas en equipos de trabajo
Como Napier (2013) plantea, las normas son uno de los conceptos más difíciles de comunicar y entender. La razón por la que no vemos las normas dentro del equipo es que no hemos prestado atención. Estas, se pueden definir como las ideas organizadas y ampliamente compartidas acerca de lo que los miembros deben de hacer y sentir. Así mismo, la forma en que se deben regular dichas normas y aplicar las sanciones correspondientes, será cuando la conducta no coincida con ellas.
La función de las normas de un equipo es regular la actuación de un grupo de personas como unidad organizada, manteniéndola en curso de sus objetivos. También regulan las funciones diferenciales, pero interrelacionadas, de los miembros individuales del equipo.
La siguiente clasificación te permitirá definir normas básicas para todo equipo de trabajo.
Recuerda que un reglamento debe de tener las siguientes características:
Cierre
Los equipos no nacen de la noche a la mañana, su desarrollo y consolidación implica todo un proceso de aprendizaje y adaptación de sus miembros para poder conocerse y asumir los roles con los que se sientan seguros y funcionales. El que cada miembro encuentre su papel dentro del equipo, será un factor clave para desarrollar la tan anhelada sinergia y logro de resultados.
En las primeras etapas del desarrollo del equipo, es necesario que el líder desarrolle junto con sus colaboradores, las normas que coexistirán dentro del equipo. Aunque el líder decidirá que normas se quedaran y aplicaran, es necesario que todos los miembros participen en su elaboración, ya que al estar involucrados en el proceso se ahorrara tiempo en estar enseñándoles y al sentir que los miembros formaron parte de su desarrollo por medio del consenso, tendrán un mayor compromiso para seguir sus lineamientos.
Checkpoint
Asegúrate de:
Bibliografía