Identificar los elementos que están en nosotros mismos que nos ayudan a declarar un propósito de vida.
En el propósito de vida se integran las metas, y éstas se alinean a las fortalezas de carácter, valores e intereses personales. Cuando estos rasgos se enfocan en dar, más que en recibir, el sentimiento de felicidad crece.