Anteriormente, las hojas de cálculo eran enormes “sábanas” de papel en donde se realizaba el registro de información operativa, financiera y contable de una empresa. Estas hojas de cálculo se llenaban con pluma y lápiz y las operaciones se realizaban con calculadora o sumadora. Lo anterior daba margen a cometer errores que eran difíciles de detectar y corregir.
Las hojas de cálculo electrónicas permiten insertar fórmulas para realizar cálculos con diferentes niveles de complejidad con la posibilidad de modificar un dato y todas las celdas que contengan referencias a ese dato serán modificadas automáticamente.