Para las organizaciones, el implementar estrategias y elementos que le ayuden a generar valor es de vital importancia, sobre todo, si van enfocadas en la gente, dado que el capital intelectual es la base a través de la cual se logra la eficiencia y efectividad. Por ello, las empresas hoy en día buscan mejorar la forma en la que hacen las cosas, enfocándose más en las personas que en las máquinas, ya que esto le ayudará a largo plazo a gestionar sus procesos, sobre todo, porque el equipo es un habilitador que debe ser usado para el beneficio de la gente.
El manejo de marcos ágiles hace que la gente cambie de mentalidad, permitiendo trabajar de nuevas formas, aprovechando los recursos, de tal manera que el negocio logre el valor buscado y el cliente tenga una mejor experiencia.
En esta experiencia de aprendizaje revisarás de qué manera se justifica el uso de la agilidad, a través de la entrega de valor, de su confirmación, de su creación continua, y de la forma a través de la cual se visualiza el beneficio para el negocio a través de las personas.
Entrega dirigida por el valor
La entrega dirigida por el valor es aquella combinación que existe entre las actividades de valor agregado y la reducción del riesgo, siguiendo las mejores prácticas para crear una identidad de valor, valor monetario, competitivo, a través de la priorización de requerimientos de más alto valor que es entregado al cliente en menor tiempo (Litten, 2020; Ridwan, 2021). Para esto, existen cuatro principios, los cuales se muestran en la figura 1 (Lean CX, 2020).
Figura 1. Principios de entrega dirigida por el valor.
Técnicas de justificación
Existen diferentes técnicas para la justificación de valor, las cuales aplican para cualquier negocio, todo depende del negocio y los factores dentro de los cuales se encuentra inmerso. No son los únicos que existen, pero muchas de las técnicas se basan en los factores de la figura 2 (Agile Business Consortium Limited, s.f.; SCRUMStudy, 2020).
Figura 2. Factores de justificación de valor agregado.
Para cualquier organización es esencial la justificación de todo proyecto, ya que de alguna forma tiene que obtener un retorno por las inversiones que está realizando, ya sea de forma cualitativa o cuantitativa, dependiendo de la naturaleza del proyecto. Esto ayudará a los tomadores de decisiones a saber a qué enfocarse para poder satisfacer las necesidades del negocio y continuar en un mercado competitivo, demostrando las razones por las cuales se ejecuta el proyecto, basado en la estrategia organizacional o en los factores que afectan al negocio, usando comúnmente los factores mencionados en la figura 2.
La justificación del proyecto se debe evaluar desde el arranque del proyecto, de tal forma que no se inviertan recursos en una iniciativa que puede no ser viable, usando diferentes técnicas dependiendo del enfoque utilizado. Para proyectos ágiles como Scrum, se utilizan, entre otras, las técnicas de la figura 3 (CHARDAE, 2021; SCRUMStudy, s.f.) para justificar la selección del proyecto.
Figura 3. Técnicas de justificación del negocio.
Justificación del valor continuo
Una de las formas de justificación de la viabilidad de un proyecto ágil es la evaluación del valor de manera continua, de tal forma que se determine si califica o sigue calificando como parte de su vialidad con respecto al valor esperado por el negocio y el cliente, considerando que los requerimientos cambian con frecuencia y que esto genera un impacto en la inversión y en el proyecto en general.
Para poder justificar el valor en proyectos ágiles, se utilizan dos herramientas comúnmente, siendo una de ellas el análisis del valor ganado (EVA) y el diagrama de flujos acumulados (CFD), las cuales consisten en (SCRUMStudy, 2020):
Confirmar la creación del valor
La creación de valor debe ser confirmada en todo momento y de forma continua, principalmente porque la entrega se está haciendo en incrementos hacia las manos del cliente, sin perder la perspectiva del valor esperado por este, priorizando siempre sobre aquello que genera más valor, eliminando o dejando al final aquello que menos valor queda y que afectará los resultados para el negocio (O'Malley, s.f.).
Una vez que la decisión ha sido tomada por los tomadores de decisiones y se ha aprobado la visión del proyecto o producto, se debe determinar la línea base de la justificación del negocio, es decir, la racionalización de lo que esperan como clientes, de lo que tienen en mente los interesados. Esto se debe ir evaluando y continuamente validando a lo largo de la ejecución del proyecto, teniendo como responsabilidad el product owner la confirmación del alcance de los beneficios del cliente a lo largo del proyecto cuando las user stories del product backlog que han sido desarrolladas y aceptadas (Canty, 2018).
La confirmación de la creación de valor en ciclos adaptativos no difiere tanto con respecto a la forma tradicional; sin embargo, el pronóstico de la justificación es más complicada ya que el producto tiene cambios de forma frecuente y no se encuentra definido completamente en ese sentido, por ello, es importante monitorear e ir confirmando la creación de valor con los interesados, de tal forma que se vaya reduciendo el riesgo, que todo quede claro y que puedan eliminarse aquellos elementos que reduzcan el valor (Rad, s.f.).
Finalmente, el aseguramiento que los beneficios que se plantearon inicialmente y que fueron planeados se están logrando es importante, lo cual ayuda a pronosticar la contribución de proyectos individuales o de los sprint individuales al programa completo y/o a la visión organizacional.
Para esto, se deben utilizar mediciones del beneficio alcanzado, asignación de la responsabilidad entregada y priorización e identificación de las fechas de entrega, lo cual ayudará a enfocarse en aquellos beneficios que generan impacto y que al mismo tiempo generan una experiencia con el cliente a través de las diferentes presentaciones visuales, prototipos, talleres, lanzamiento de productos, u otras herramientas que permitan ver la planificación y ejecución de sprint materializada (Banerjee, 2018).
En la ejecución de proyectos scrum, cualquier organización buscará ver el valor materializado en forma real, ya sea a través de un producto, servicio, proceso, etc., por lo que es importante evaluar si existe vialidad en lo que se está proponiendo. Para ello, se utilizan diferentes herramientas que ayudan a mostrar el valor que se espera entregar, el cual no necesariamente se verá reflejado en dinero, sino que dependerá de la situación y de lo que la organización tenga como objetivo.
Por ello, el monitoreo constante de los sprint, la búsqueda del valor y la entrega del valor de forma continua en las manos del cliente ayudará a dar esa visibilidad y seguridad de que efectivamente se están alcanzando los beneficios esperados, de tal forma que el negocio pueda ver qué es lo que le ayuda a generar beneficios.
Dentro de toda la ejecución, aunque no se hable mucho de la gente, la generación de valor no solo es para el cliente, sino también para aquellos que forman parte de los equipos que desarrollan los proyectos, ya que se encuentran en proceso de aprendizaje y de fortalecimiento de competencias y herramientas que pueden aplicar en su día a día; razón por la cual las organizaciones buscan enfocarse en dichos enfoques ágiles y crear una cultura organizacional basada en agilidad.
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