Las interacciones de los colaboradores por cualquier medio a lo largo de su búsqueda de empleo, su estancia en la organización, su día a día en el trabajo hasta su desvinculación es lo que se conoce como la experiencia del colaborador.
Los esfuerzos del departamento de recursos humanos para encontrar el personal apropiado para satisfacer las demandas de la empresa son importantes para cerrar la brecha entre las expectativas el trabajador y la oferta laborar que realiza la empresa.
Con la atención que se presta en equiparar ambos factores, la empresa logra lealtad y compromiso de los colaboradores mientras que las personas obtienen desarrollo de competencias y alineación del plan de vida profesional y personal.
Es importante comentar, sin embargo, que la experiencia del colaborador es individual, pues con la percepción que tiene cada uno se va comunicando a los demás acerca de sus vivencias.
No obstante, la empresa parte de una base de variables que son importantes para cada perfil y cada generación de colaboradores.
Con esta personalización, la empresa busca ser atractiva en el mercado laboral para hacerse de los mejores colaboradores para volverse productiva y rentable en su industria.
Dependiendo de la empresa, las variables que se establecen como base dependerán de cada una, pues la experiencia del empleado está conformada por diversas dimensiones que cada colaborador valora de manera distinta.
Veamos de qué se trata.