Objetivo de la actividad
Practicar y comprender con claridad la forma en que debe estructurarse un argumento jurídico.
Instrucciones
Irma González está casada con Marco Rubio y viven en un departamento con sus dos hijos, Francisco de 14 años y Alejandro de 10 años. Últimamente han tenido problemas con el estacionamiento, ya que por el momento es muy reducido y la administración les avisó a través de una junta de vecinos que se van a realizar los trabajos correspondientes para que cada familia tenga al menos un cajón de estacionamiento; y sugirió que mientras éstos se construyen se organizaran por horarios o días entre vecinos y ocuparan un solo cajón de estacionamiento por cada dos familias.
Irma ha tenido en ocasiones anteriores ciertas diferencias con sus vecinos de al lado, los Rodríguez Casas, porque encontraba basura de ellos tirada por donde está el contenedor de los Rubio González, pero no ha pasado a consecuencias serias, en parte por la paciencia de Irma, quien trata de llevar una buena relación con sus vecinos a pesar de que ellos ofrecen un trato áspero.
El esposo de Irma buscó hablar con el señor Armando Rodríguez sobre un arreglo para días y horarios de estacionamiento y acordaron lo siguiente:
El martes de hace un mes Irma tenía que ir a recoger a su hijo Alejandro a las 3:15 p.m. y no podía salir porque atrás de ella estaba el coche del señor Armando Rodríguez, por lo que se molestó mucho, ya que se suponía que ya habían acordado horarios y su hijo le estaba esperando en las canchas de fútbol.
Irma se bajó de su automóvil, trató de calmarse, timbró a la puerta y nadie le abrió; llamó por teléfono a casa de la familia Rodríguez y nadie le contestó; pasó más de media hora y ya estaba desesperada, esperando en su auto. Le llamó a su esposo para que le recomendara qué hacer y no le contestó. Decidió entonces cerrar su coche para irse en taxi por su hijo. Estaba tan molesta que, al ver una piedra, le pegó al vidrio de una aletilla de la puerta delantera del coche del señor Armando, rompiéndolo en pedacitos.
Irma sintió vergüenza, pues nunca había hecho algo así y nunca ha tenido problemas con la ley ni con sus vecinos; tenía prisa y se fue del lugar por su hijo en un taxi. Como los Rodríguez no le dijeron nada, no le dio más importancia al asunto, pues pensó: "se lo merecían". Ahora Irma enfrenta un proceso judicial por daño en propiedad ajena.
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