Asegúrate de:
Hay momentos decisivos en la vida de todos los seres humanos, ocasiones en las que suceden imprevistos que, en apenas unos cuantos minutos, pueden modificar radicalmente el curso de los acontecimientos, como podrás apreciar en el siguiente caso:
Una figura pública se encuentra en un café platicando con amistades de la universidad. De pronto, el mesero tropieza y tira encima de su ropa de diseñador el café caliente. Sin pensarlo, su primera reacción es gritar: “¡Eres un inútil!”, y ante las disculpas del mesero, quien apenado por el incidente se ofrece a pagar por el daño, remata diciendo: “¡Ni con un mes de sueldo podrías pagar esta ropa!”
Lo que esta figura pública desconoce es que, a unas cuantas mesas de distancia, alguien grabó todo el suceso y lo compartió en sus redes sociales. El video se viralizó. Desde luego, dicho personaje público se vio afectado, ya que siempre se había mostrado como una persona sencilla y cercana a la gente. De hecho, sentía orgullo de revelar en las entrevistas que trabajó de mesera antes de ser un personaje conocido. A todas luces, cometió un error que puede costarle su carrera. ¿Qué hubieras hecho tú en esa situación?
¿Te suena familiar esta escena? ¡Es más común de lo que piensas!, a tal grado que expertos como Robles (2016) advierten que, desde que se ampliaron las oportunidades de la población en general para grabar y difundir a través de los dispositivos móviles, una amplia variedad de actos que se perciben como muestras de prepotencia han puesto en aprietos tanto a gente que no es famosa como a personalidades que sí lo son.
Por ello, hoy más que nunca es importante que tomes las precauciones debidas para mantenerte a salvo. En este tema aprenderás que uno de los principios fundamentales de la marca personal es la coherencia, mediante la cual podrás mantener una buena reputación. Al final del día, tiene que existir una congruencia entre la persona que eres y las cosas que haces.
La diferencia entre marca y reputación personal
La marca personal no es lo mismo que la reputación. Tu imagen pública se genera a partir de los estímulos que envías a las personas. Dicha imagen, sostenida en el tiempo, crea tu marca personal, y si la cuidas y la mantienes vigente, con el transcurso del tiempo, se transformará en una reputación. La fórmula de este proceso quedaría representada de la siguiente manera:
Figura 1. Proceso de creación de la imagen pública, la marca personal y la reputación.
Fuente: Gordoa, V. (2022). El poder de la imagen pública. México: Aguilar.
Conviene enfatizar que tu marca personal se basa en los valores que tu misma percibes, pero la reputación depende de lo que otros perciban sobre ti, de manera que está en tus manos, pero tu prestigio no se subordina exclusivamente a ti. Es importante que comprendas qué puedes trabajar para que tengas un renombre adecuado, que te permitirá diferenciarte en la sociedad.
¿Qué es la reputación?
La Real Academia Española (s.f.) registra dos acepciones para este término:
Entonces, es factible afirmar que la reputación está vinculada al prestigio y es una mirada externa sobre la persona.
Un pequeño ejercicio que puedes realizar para ver qué tal está tu reputación es buscar tu nombre en Google y revisar qué aparece sobre ti, qué fotos genera el buscador.
Hay un proverbio italiano que dice que “Una onza de reputación vale más que mil libras de oro”. Como podrás apreciar, tu reputación abarca todo lo que hagas en la vida real y en las plataformas digitales, así que ¡cuídala como cuidarías un lingote de oro!
El ser, hacer y tener
Si alguien estuviera desarrollando su marca personal y se preguntara, ¿en qué debo centrarme para lograr un éxito visible?, ¿en los resultados que deseo alcanzar?, ¿las personas que quiero influir? o ¿en mi capacidad personal?
La respuesta sería que primero es necesario que dedique tiempo a desarrollar sus capacidades, es decir, se debe centrar en el ser, y posteriormente debe hacer lo necesario para tener aquello que desea conseguir. Tal como se presenta en el siguiente esquema:
Figura 2. La mejor manera de hacer es ser.
Fuente: Rubio, R. (2019). EL PODER DE TU MARCA PERSONAL. España: Bubok Publishing.
Para ilustrar este planteamiento, imagina que un día decides convertirte en una influencer con millones de seguidores alrededor del mundo. Desde luego, sería poco razonable esperar que, tras la publicación en línea de un video sin mayor relevancia, de la noche a la mañana obtuvieras 200 mil seguidores. Aunque seas una persona extremadamente talentosa, debes tener en cuenta que hay todo un proceso detrás de la generación de la imagen, la marca personal y la reputación. Pero ¿cuál es la clave para facilitarlo? Tienes que enfocarte más en el ser que en el tener. A continuación, se presentan cuatro puntos que pueden ser de utilidad:
Recuerda que puedes tener aquello que deseas a partir de la persona que eres y hacer lo necesario para lograrlo.
¿Cómo saber si estás creando una marca personal coherente?
Una reputación sólida se basa en la congruencia. Para asegurarte de que vas por buen camino, la recomendación es que frecuentemente lleves a cabo una especie de auditoría, empleando una herramienta sencilla como es el Análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA).
Para realizarlo, haz un listado de tus debilidades y fortalezas, recuerda que son rasgos internos que provienen de tu personalidad. Después, registra factores externos que pueden representar una amenaza para tu marca personal y que, en realidad, se puedan considerar como áreas de oportunidad en las que puedes mejorar.
En este punto, será de suma utilidad tomar en cuenta la opinión de dos personas cercanas para ver si hay coherencia entre la forma en la que te percibes y la manera en la que te ven los demás.
Por último, tras realizar un análisis FODA, debes considerar que:
¿Cómo mantener una reputación?
Haz fama y échate a dormir, reza el adagio popular. Hoy, se podría afirmar que crea fama y trabaja diariamente para conservarla.
A este respecto, Arthur Page, líder en materia de relaciones públicas de nivel organizacional desde hace varias décadas, formuló siete principios para conservar la reputación, los cuales, aunque fueron elaborados en el contexto del desarrollo de una marca corporativa, siguen manteniendo su vigencia y pueden ser aplicados efectivamente para gestionar una buena reputación a nivel personal. Dichos principios de aplicación diaria son los siguientes (THE ARTHUR W. PAGE CENTER, s.f.):
Manejo de crisis
En algún momento durante tu vida pública podrías enfrentar algún tipo de crisis, situaciones que se complican en el área familiar, profesional o social y ocasionan que se vea comprometida tu reputación. La cuestión es que, si no tienes la preparación necesaria, en unos cuantos minutos podrías perder la carrera que has construido durante años.
Se trata de crisis donde se ponen en juego tus fortalezas y debilidades, mostrando tu verdadero ser. Tal como indica Sun Tzu (s.f.), legendario autor de El Arte de la Guerra, “si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro”.
Concretamente, resolver una crisis para conservar tu buena reputación tiene que ver con el conocimiento, la perseverancia y la negociación.
Muestra de ello es el actor Robert Downey Jr. Él tuvo problemas de adicción en su juventud, los cuales lo llevaron a cometer diversos delitos que deterioraron de forma grave su reputación, al punto en que muchos creían que después de pasar tiempo en la cárcel sería imposible que pudiera retomar su carrera en el mundo cinematográfico. Sin embargo, después de un tiempo de luchar por centrar su vida enfocándose en la dimensión del ser, logró que su trabajo en el cine nuevamente tuviera relevancia y alcanzara las primeras posiciones entre los actores mejor pagados del mundo.
¿Se puede recuperar una reputación casi perdida? La respuesta es sí, pero se requerirá mucha disciplina y la ayuda de expertos en la materia para poder manejar alguna crisis de dimensiones considerables. Algunas recomendaciones para manejarlas son las siguientes:
En materia de reputación, todos los esfuerzos que pongas en práctica te serán recompensados con la aprobación de tus audiencias.
Recuerda que, en los terrenos de la imagen pública, primero hay que invertir en mejorar el ser para poder hacer planteamientos interesantes que te permitan tener acceso a todo aquello que deseas alcanzar, de tal suerte que la reputación que consigas será tu posesión más valiosa, algo que nunca debes cambiar por utilidades a corto plazo.
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