Asegúrate de:
Hoy en día prevalece la cultura de la cancelación (Cabrera y Jiménez, 2021). Se trata de una época en la que se reprocha a los seres humanos que asumen comportamientos mal vistos a nivel social, aunque tales comportamientos no constituyan propiamente delitos por sí mismos. En este contexto, existe una sobreexposición a mensajes que pueden tener un alcance masivo a través de redes sociales o medios de comunicación.
Por este motivo, es importante que cuides las palabras que utilizas, es decir, que sean muy claras, prudentes y adecuadas al contexto en el que te desarrollas, ya que, de lo contrario, puedes ofender creencias, ideologías o inclinaciones políticas, lo que puede tener alguna repercusión negativa para tu negocio o la organización en la que te desempeñas.
Desde esta perspectiva, es esencial que tengas claro cuáles son tus fortalezas y debilidades, pues esto te permitirá identificar los diferentes ambientes en los cuales puedes transmitir un mensaje sin problemas. En la medida en que identifiques tus debilidades, podrás establecer estrategias que te ayuden a mantenerte en calma, con ideas claras y ordenadas para poder establecer la comunicación adecuada.
En este sentido, la ética en el contexto de comunicación es un factor de gran relevancia. No debes perder de vista que, si necesitas el respaldo económico o social, debes ser coherente tanto en tu discurso como en tus acciones.
En este tema, a nivel general, aprenderás a desarrollar mensajes dirigidos al público de acuerdo con principios éticos. Particularmente, comprenderás cuál es el impacto, alcance y penetración de la comunicación pública, la forma en la que repercute en tu imagen profesional y algunas técnicas que puedes emplear para ubicar las fake news y evitar su circulación.
Llegó tu turno para expresarte de modo ético y ¡sin temor a equivocarte!
Ética en las relaciones y la comunicación pública
¿Sabes cómo aplicar los principios éticos en el desarrollo y exposición de tus mensajes? La comunicación oral apegada a principios éticos es una de las habilidades blandas más valoradas actualmente, tanto por parte de las organizaciones como por la sociedad en general, pues cada vez es más importante expresarse de forma adecuada sin denigrar a terceros.
En este sentido, es crucial que, al momento de elaborar algún mensaje, no solamente consideres el objetivo que tiene o la audiencia a la que vas a dirigirlo, sino que también te asegures de que se apegue a normas y principios éticos de carácter universal, como, por ejemplo, que evites usar estereotipos o atacar a grupos vulnerables.
Para ilustrar este tipo de expresiones desafortunadas que debes evitar a toda costa, se puede tomar el caso del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien constantemente usaba estereotipos discriminatorios, lenguaje agresivo o ideas infundadas para hacer referencia a grupos vulnerables, un acto reprobable que terminó quitándole votantes y determinó el rumbo de las siguientes elecciones.
Por esta razón, es indispensable que tu conducta esté basada en ciertos criterios elementales. En este caso, dentro del ámbito de la comunicación, existen diversos principios éticos básicos. Específicamente, la Global Alliance for Public Relations and Communications ha establecido pautas de carácter ético para regular la práctica profesional de los comunicadores (DIRCOMFIDENCIAL, 2018):
Desde este enfoque, al presentar tus proyectos, ya sea que te toque exponerlos ante colaboradores de tu organización o ante posibles inversionistas, deberás utilizar todas tus cualidades: inteligencia, disciplina y, desde luego, pasión por lo que haces. Asimismo, deberás demostrar una comunicación pública apegada a valores y principios éticos para que sobresalgas en tu entorno.
En este contexto, el concepto de ética se refiere al (Real Academia Española, s.f.):
Se trata de una rama de la filosofía antigua, basada en estudios realizados por Platón y Aristóteles, así como los filósofos estoicos y epicúreos, entre otros, quienes abordaron los pormenores sobre la manera de “vivir una buena y virtuosa vida de acuerdo con las virtudes éticas” (Souto et al., 2018).
Específicamente, la comunicación pública contribuye con la sociedad, promoviendo intercambios culturales informativos a través de emisoras mediáticas, por ejemplo, las redes sociales o la televisión, que establecen una vinculación permanente con las audiencias, debido al alcance y penetración de sus mensajes.
La comunicación se centra en el mensaje, por eso es importante que tengas bien definido tu objetivo a la hora de entablar alguna comunicación. De esa forma podrás medir la penetración y el alcance de tu mensaje, obteniendo retroalimentación sobre el mismo, recordando siempre atender a los principios éticos antes mencionados.
De igual forma, al profundizar en el tema de la comunicación, encontrarás que está clasificada en pública y privada, por lo que debes comprender las principales diferencias entre ambas (Millán, 2019):
En pocas palabras, la comunicación privada propicia los conversatorios cara a cara, con una retroalimentación inmediata y directa, mientras que en la comunicación pública se masifica el mensaje y, por ende, la interpretación. Por ejemplo, imagina que representas a tu país en un congreso mundial de emprendimiento e innovación. Al exponer tus ideas, debes hablar ante miles de personas en un auditorio y tu participación se transmite por diferentes medios hacia muchos países y a millones de espectadores remotos. Ante esto, es importante que puedas vencer el miedo, mostrar seguridad y exponer tus ideas de manera firme, atendiendo siempre los principios éticos básicos.
Aunque cabe aclarar que tienes el mismo nivel de responsabilidad cuando te expresas en cualquier otro escenario, ya sea que se trate de alguna publicación en redes sociales o estés dando una entrevista para el periódico de tu localidad. Tienes que aplicar los mismos principios éticos para que el mensaje sea adecuado independientemente del medio.
A estas alturas, conviene poner en práctica estos conceptos. Supón que ya tienes tu mensaje, has medido tu alcance y el objetivo que pretendes, incluso cuentas con un medio para divulgarlo, pero ¿cómo puedes medir su impacto?
Una forma de verlo sería perfilarlo a través de la actividad que llevan a cabo personajes públicos como Rafael Márquez, Sergio Pérez, Shakira o Carlos Slim, entre otros, quienes además de tener éxito en su vida profesional, fundaron organizaciones que buscan apoyar a la comunidad, al tiempo que difunden mensajes de responsabilidad social, lo cual constituye esencialmente un comportamiento ético de alto impacto.
Y es que, a la hora de enfocarse en los impactos de los medios de comunicación, en la actualidad serían muy difíciles de calcular ya que conforme avanza el tiempo mejoran, evolucionan y transforman nuestra sociedad; sin embargo “se pueden medir de forma particular mediante la retroalimentación, la evidencia en el incremento en ventas, el reconocimiento de la marca, la presencia en redes sociales, incluso hay agencias especializadas que se dedican a ello” (Comunicare, s.f.).
En este punto, una recomendación importante es que evites caer en la divulgación de información falsa, noticias no comprobables o sensacionalistas, como son las denominadas fake news, que representan un verdadero lastre para la información. Se dice que este tipo de información siempre ha existido, sin embargo, con la proliferación de los medios digitales y las TIC, desafortunadamente han cobrado mayor notoriedad.
Acevedo (2020) refiere que las “noticias falsas” son información no verídica, fuera de contexto o incluso verdades a medias, que conforman “el síndrome del teléfono descompuesto” o “chismes” que buscan generar un conflicto de interés favorable para un sector, o bien, que pretenden atacar a ciertos grupos. Regularmente, se difunden en redes sociales o en portales apócrifos.
De forma que no debes pasar por alto que las personas que alcanzan altos estándares deben responsabilizarse siempre por aquello que promueven, ya que son influencia para miles e inclusive millones de personas. Un ejemplo de un personaje que ha influenciado de manera positiva y que hasta ahora tiene el mayor número de seguidores en Instagram es el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, quien ha utilizado su imagen para promover un modo de vida saludable y el apoyo a distintas causas sociales. Por ejemplo, durante la pandemia por COVID-19, realizó donaciones a dos hospitales de su país: El Centro Hospitalario Universitario del Norte de Lisboa y el hospital Santo Antonio de Oporto.
En esta era digital, los beneficios de la inmediatez de los mensajes radican en el alcance que pueden tener en distintas latitudes, así que, como portavoz de una empresa u organización, debes tener claro cuál es la intención de tu discurso, pues la claridad y el propósito debe ser apto para los distintos públicos a los que puede llegar o pretendes convencer. En este sentido, ten en cuenta que al aplicar los principios éticos en tu mensaje debes propiciar el bienestar de la sociedad.
No pierdas de vista que tu credibilidad depende de tu concordancia con tus acciones. Por otro lado, debes estar preparado para las posibles eventualidades que puedan bloquear tu mensaje, como las malas interpretaciones, las palabras mal empleadas, algunos estados publicados en redes sociales de hace tiempo o una declaración fuera de contexto.
Por último, recuerda que es tu responsabilidad conocer el perfil de tu audiencia para preparar el mensaje, pues no es lo mismo impartir una conferencia a un grupo de empresarios que a jóvenes universitarios. El compromiso en ambos escenarios es cumplir con las expectativas de los asistentes, así como propiciar un ambiente de respeto y armonía.
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