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El sector agroindustrial destaca como uno de los pilares fundamentales tanto a nivel nacional como internacional, debido a su contribución significativa al PIB. La creciente relevancia de las exportaciones agroindustriales en la balanza comercial de nuestro país subraya la importancia de este sector.
Ante este escenario, resulta crucial entender los diversos desafíos que enfrenta el sector agroindustrial para superarlos y mantener su trayectoria de éxito. La sostenibilidad emerge como un factor crítico, el incremento poblacional y el consecuente aumento en la demanda de alimentos exigen una producción que no solo sea ascendente, sino que también preserve la integridad del planeta y optimice el uso de recursos naturales, humanos y financieros.
Es fundamental que las pymes agroindustriales conozcan las certificaciones disponibles. Obtener estas acreditaciones puede proporcionarles una ventaja competitiva crucial, permitiéndoles crecer y fomentar el desarrollo sostenido del sector. Te invito a adentrarte en este tema en profundidad, explorando los desafíos, oportunidades y estrategias clave para la evolución y fortalecimiento del sector agroindustrial.
Principales desafíos del ámbito agroindustrial
El sector agrícola en México atraviesa un punto decisivo, enfrentándose a desafíos constantes y emergentes que requieren atención y soluciones inmediatas. De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (2022a), este sector tiene las siguientes oportunidades:
Por lo tanto, el sector agrícola mexicano enfrenta retos logísticos importantes, pero también cuenta con oportunidades significativas gracias al T-MEC y la demanda global de alimentos.
Sostenibilidad en la agroindustria.
De acuerdo con PortalFruticola (2021), la sostenibilidad en la agroindustria se puede alcanzar mediante la aplicación de las siguientes acciones:
Según lo que reporta BID Invest (2018), los exportadores agrícolas a nivel global están invirtiendo en tecnologías innovadoras para preservar los recursos naturales y cumplir con los estándares de calidad y sostenibilidad del mercado. El concepto de agrosostenibilidad de acuerdo con AENOR (2020), considera aspectos ambientales, sociales y económicos en el modelo de producción agrícola.
Según las proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas, se estima que la población mundial aumentará en 2,000 millones de personas en las próximas tres décadas, alcanzando los 9,700 millones en 2050 y posiblemente llegando a un máximo de cerca de 11,000 millones para el año 2100. Por lo tanto, la demanda de alimentos en los próximos años será significativa y será necesario encontrar un equilibrio entre satisfacer las necesidades alimentarias de la población sin comprometer aspectos fundamentales para nuestro planeta. Este escenario ha dado origen al término de agrosostenibilidad, que consiste en un enfoque intermedio de producción que busca suministrar alimentos de manera eficiente y sostenible, combinando elementos de la producción ecológica y la producción convencional.
En este nuevo modelo, se busca preservar la biodiversidad sin descuidar el progreso económico y social, promoviendo prácticas que sean rentables y que fomenten la cohesión y estabilidad de la población.
González (2020), se realizó un estudio en el que señala que la sostenibilidad y la economía circular se vuelven cada vez más importantes en un mundo con una población en crecimiento. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción agrícola deberá aumentar en un 60% para satisfacer la demanda de alimentos para el año 2050, lo cual plantea un desafío significativo debido a los impactos ambientales asociados con la producción de alimentos, como la generación de gases de efecto invernadero, la huella hídrica y la degradación de suelos.
El incremento en la demanda y, por consiguiente, en la producción, tendría repercusiones importantes en términos sociales, ambientales y económicos que no deben ser subestimadas. Si se mantienen los mismos hábitos de consumo, desperdicio y métodos de producción intensivos en la agricultura y ganadería, se estarían sobrepasando los límites planetarios en lo siguiente:
Lo anterior implica la pérdida de diversidad biológica, lo cual tiene graves consecuencias para las comunidades, especialmente las más vulnerables, al mismo tiempo que obstaculiza el avance hacia prácticas sostenibles y una economía circular. Para reducir los impactos mencionados, se deberá reconsiderar la forma en que se elaboran y se adquieren los alimentos. Transformar los métodos de producción en todos los eslabones de la cadena alimentaria implica realizar modificaciones estructurales, como mejorar la eficiencia de los procesos, optimizar la logística de transporte y distribución de materias primas y alimentos, así como modificar los hábitos de consumo.
Los productos de origen animal requieren cambios más drásticos en los patrones de consumo debido a su gran impacto en términos de utilización de tierras cultivables y emisiones asociadas a los alimentos. A pesar de que solo proporcionan una parte relativamente pequeña de las proteínas y calorías consumidas a nivel mundial, su producción representa una gran carga para el medio ambiente, se presentan los siguientes datos:
Por otro lado, el gobierno de México a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (2022b), ha implementado algunos programas para atacar el problema de la Agricultura sostenible y en su página de publicaciones señala que los impactos del cambio climático son cada vez más visibles. Por lo tanto, uno de los objetivos, que está en el marco del Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, es promover prácticas de producción sostenibles en los sectores agropecuario, acuícola y pesquero para hacer frente a los riesgos agroclimáticos.
Actualmente, el mundo enfrenta desafíos significativos relacionados con los altos riesgos agroclimáticos en la agricultura y pesca, así como el uso excesivo de los recursos naturales, que se refleja en suelos agrícolas degradados y la disminución de la biodiversidad que afecta la productividad.
Mediante las estrategias y acciones delineadas en el Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural 2020-2024, se trabaja para construir un sistema agroalimentario y nutricional equitativo, saludable y sostenible, aumentando la producción y productividad de cultivos y alimentos saludables, promoviendo el uso responsable del suelo y el agua y la inclusión de sectores históricamente marginados.
Para lograr este objetivo, se han implementado acciones específicas que ayudan a avanzar en esta dirección como:
Certificaciones y estándares de calidad en el sector agroindustrial
En el sector agroalimentario, existen certificaciones que brindan la seguridad de que los productos que consumimos están libres de agentes que puedan dañar nuestra salud. Estas certificaciones son, en pocas palabras, sellos de calidad e inocuidad. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (2017), se presentan algunos tipos de certificaciones:
Estas certificaciones no solo aseguran la calidad de los productos, sino también contribuyen al desarrollo económico general al incentivar a las agroindustrias a cumplir y superar las normas de calidad.
Además, estas certificaciones juegan un papel crucial en la apertura de nuevos mercados internacionales para los productos mexicanos, ya que, al cumplir con estas normativas, se garantiza la confiabilidad y seguridad tanto en el mercado nacional como en el extranjero. Es por esta razón que las empresas del sector agroalimentario buscan obtener estas certificaciones, ya que no solo representan un sello de calidad, sino también un factor diferenciador en un mercado cada vez más competitivo.
En definitiva, estas certificaciones son una herramienta fundamental para impulsar el crecimiento económico de las agroindustrias mexicanas, fomentando la mejora continua en los procesos de producción y la satisfacción de los consumidores.
Certificaciones orgánicas
Según TecnoAgro (2023), en México y en muchos otros países, la demanda de alimentos orgánicos ha ido en aumento debido a la creciente conciencia de los consumidores sobre la importancia de una alimentación saludable y sostenible. Para garantizar la calidad y sostenibilidad de los alimentos orgánicos producidos y consumidos en el país, se han implementado certificaciones orgánicas agrícolas.
Estas certificaciones son procesos de evaluación y acreditación que aseguran que los productos agrícolas se produzcan de acuerdo con estándares orgánicos establecidos. Estos estándares incluyen prácticas de cultivo, manejo de suelos, uso de fertilizantes y pesticidas, entre otras actividades relacionadas con la producción de alimentos. Las certificaciones son otorgadas por organismos reconocidos y brindan a los consumidores la seguridad de que los productos orgánicos cumplen con ciertos estándares de calidad y sostenibilidad.
En México, hay varias organizaciones de certificación orgánica reconocidas que otorgan certificaciones a los productores que cumplen con los estándares. Algunas de las principales certificaciones orgánicas en el país son:
Estas organizaciones están comprometidas con promover y certificar la producción de alimentos orgánicos, tanto en México como en todo el mundo.
En este tema exploraste los múltiples desafíos que enfrenta el sector agroindustrial, destacando la importancia de las certificaciones y estándares que permiten a las pymes agroindustriales obtener una ventaja competitiva y mantener su posición como uno de los sectores más productivos del país. Además, se subraya la relevancia de la sustentabilidad, enfocándose en la producción de artículos agroindustriales dirigidos hacia la conservación del medio ambiente y la eficiencia en el uso de recursos naturales y humanos. Como asesor financiero, comprender estos aspectos es crucial para diseñar instrumentos de financiamiento e inversión adecuados para los clientes potenciales de este sector, facilitando su acercamiento a una institución financiera y contribuyendo a su desarrollo sostenible.
Considera que más allá de las oportunidades comerciales y financieras, el compromiso con el sector agroindustrial se convierte en un pilar para la construcción de un futuro más sustentable. Reconocer la interdependencia entre el desarrollo económico y la preservación ambiental es fundamental para impulsar prácticas que beneficien tanto a la sociedad como al planeta.
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