¿Alguna vez te ha pasado que conoces la existencia de un departamento que tiene la responsabilidad de cierto proyecto, pero a la hora de reportar resultados, ninguno de sus integrantes brinda información oportuna y se vuelve complicado definir quién es la persona responsable de dar dicha información?
Existe un cuento muy popular, con autor desconocido, que narra la historia de todos, alguien, nadie y cualquiera. A continuación, se te presenta la historia:
Había una vez cuatro personas llamadas todos, alguien, nadie y cualquiera; tenían un trabajo importante por realizar y se les pidió a todos que lo hicieran. Todos estaban seguros de que alguien lo realizaría. Cualquiera podría haberlo hecho, pero nadie lo hizo. Alguien se enojó porque el trabajo era de todos. Todos pensaron que cualquiera podría hacerlo, pero nadie se dio cuenta de que todos no lo harían. Al final, todos culparon a alguien cuando nadie hizo lo que cualquiera podría haber hecho.
Esta situación puede pasar en todos los ámbitos de tu vida, como el personal, familiar y profesional. Sin embargo, no es lo más conveniente, por lo que se puede trabajar y mejorar. Puedes pensar que esto implica sólo una cuestión de responsabilidad, pero va más allá y a esto se le conoce como el concepto de accountability.
¿Cómo podrías desarrollar el concepto de accountability en una empresa y usarlo de la mejor manera para lograr todos los objetivos planteados? y ¿de qué manera influye este concepto en la mentalidad positiva y de crecimiento empresarial? Estas son preguntas importantes y más adelante encontrarás respuesta para ellas.
Definición de accountability
El accountability es un concepto que no tiene traducción precisa en español. La palabra responsabilidad es una forma de definir a este concepto, pero esta descripción puede quedar corta para la amplitud de esta mentalidad o mindset. Cuando se habla de accountability, por un lado, se dialoga sobre la responsabilidad asumida, pero también sobre la capacidad de asumir las consecuencias del resultado y de la rendición de cuentas de este. Por lo que implica que no sólo se trata de cumplir con alguna tarea o acuerdo, sino que se tienen que asumir estas tareas, así como los resultados positivos o negativos que se logren con ellas y las consecuencias que traerán consigo los resultados obtenidos.
Figura 1. Definición de accountability.
¿Este rasgo del comportamiento será una habilidad o característica propia de algunas personas o será un rasgo que existe dentro de la cultura organizacional? Si bien es cierto que las organizaciones buscan ser accountable en sus equipos de trabajo, también es correcto pensar que esta característica termina siendo un rasgo intrínseco de las personas. A pesar de ser una característica personal, cada vez más organizaciones buscarán desarrollar una cultura que promueva esta habilidad en sus equipos de trabajo a través de ciertas herramientas que creen un ecosistema accountable, donde los equipos se hagan cargo plena y conscientemente de sus decisiones.
Para entender cómo se puede lograr esa habilidad en las organizaciones, debes considerar que se inicia prestando atención a las personas que integran la organización. Es importante tener claro que los equipos de trabajo y las organizaciones tienen objetivos y resultados que buscan alcanzar, y para lograrlo deben realizar una serie de tareas y acciones. En este proceso, las personas deben traspasar y resolver un primer paso que consiste en moldear y lograr una mentalidad que concibe el poder a la persona y el control que tiene sobre los resultados logrados. Para resolver este reto y evitar caer en la trampa de pensar que los resultados dependen de otras personas o de las circunstancias, deberán cambiar de un rol pasivo y de víctima a un rol proactivo y de protagonismo.
La cultura de victimización es aquella en donde las personas no sienten la confianza de tomar decisiones, temen al fracaso e imperan las excusas y los pretextos. Este tipo de mentalidad provoca que las organizaciones y sus equipos de trabajo sean improductivos, pierdan competitividad y permanezcan en un ambiente de desconfianza y sin motivación para crecer.
Si se logra que una persona supere la mentalidad negativa y desarrolle una mentalidad de accountability, se convertirá en alguien que venza esos miedos y tome enfoque hacia la responsabilidad y se haga cargo de las tareas y los resultados. Además, actuará de forma proactiva y será una persona comprometida con los objetivos que persigue y alineada a las metas que quiere alcanzar. Esta mentalidad genera un crecimiento personal y también organizacional.
Debes considerar que este cambio no es repentino, ni se logra por decreto en una organización. Debe darse primero de forma individual. Para que una persona que pertenece al equipo de trabajo se mueva hacia el accountability deberá seguir tres etapas o fases, que son la implicación, el empoderamiento y, por último, el accountability (Browning, 2021).
Figura 2. Fases de accountability.
Como has visto hasta este punto, el camino para lograr una cultura de accountability, depende de las decisiones individuales de las personas que integran el equipo y del ambiente o la cultura organizacional de la empresa. A continuación, verás algunas estrategias y herramientas que ayudan a construir una cultura que fomenta esta habilidad.
Componentes para fomentar una cultura de accountability
El equipo de investigación del CCL (Center for Creative Leadership) ha creado un modelo de cinco áreas de interés que crean una cultura de accountability: apoyo, libertad, información, recursos y claridad (Browning, 2021). Cada una de estas áreas representa un pilar importante en cada organización que esté buscando alinear al equipo de trabajo y líderes hacia esta cultura.
Figura 3. Los cinco componentes para fomentar accountability 2021.
Fuente: Browning, H. (2021). Accountability: asuma su propia responsabilidad. Center for Creative Leadership.
Apoyo. Se refiere a que el apoyo a los proyectos, líderes y personas debe demostrarse con acciones que promuevan la seguridad y el respaldo en la toma de decisiones. Esta ayuda debe considerarse desde el punto de vista estructural y cultural.
Desde el punto de vista estructural, las empresas deben tener claridad en la descripción de puestos, en la determinación de niveles de autoridad, en el establecimiento y en la comunicación de los objetivos. También deben garantizar los recursos al equipo de trabajo.
Existen tres niveles de apoyo estructural:
Desde la perspectiva de la cultura, se debe considerar la aplicación y vivencia de los valores, los principios de los dirigentes de la organización, entre otros componentes. Dentro de esta perspectiva cultural, también se deben considerar los tres niveles de apoyo:
Libertad. Dar a las personas la capacidad de influir en las acciones que consideran aptas para cumplir sus compromisos. Esto garantiza que las personas que integran el equipo se sientan aptos y seguros en su día a día.
Información. La calidad de las decisiones depende directamente de la información brindada. Es necesario que se generen las condiciones para abrir canales de comunicación formales que aseguren que las personas que integran el equipo cuenten con acceso a la información acorde a sus tareas o proyectos. También es necesario que la empresa genere momentos y canales de comunicación informal que den agilidad al intercambio de ideas.
Recursos. Para que las personas que integran el equipo puedan alcanzar los objetivos fijados y cumplir con las tareas, se les debe proveer las herramientas, los conocimientos y las condiciones adecuadas que impulsen la responsabilidad y rendición de cuentas. No olvides que, aunque los recursos tienen límites, siempre puedes apoyarte de la colaboración e innovación para afrontar las limitantes.
Claridad. La claridad es el componente básico de cualquier cultura de accountability, ya que las personas que integran el equipo deben conocer expresamente los objetivos y sus funciones para entender la responsabilidad y las consecuencias de los resultados.
Para lograr claridad se deben identificar tres elementos fundamentales:
Herramientas y estrategias de una cultura accountable
A continuación, verás algunas recomendaciones y herramientas que puedes utilizar para desarrollar accountability.
Tabla 1. Objetivos SMART.
“No he fallado, simplemente he encontrado diez mil formas que no funcionan”.
Para aprender de los fracasos debes hacer un análisis de los resultados, pero también del proceso. Es necesario cuestionar cada uno de los resultados, las acciones y las decisiones con el fin de entender cuáles fueron las causas y por qué se dieron esas consecuencias. También es importante hacer una reflexión y análisis, pues permite a los equipos documentar ese aprendizaje y buscar nuevas rutas para alcanzar el objetivo. Además, se deben considerar acciones para implementar y que el desacierto no vuelva a ocurrir.
De acuerdo con lo revisado, ahora puedes comprender que accountability es una mentalidad y no sólo la adquisición de la responsabilidad. Además, conoces algunas de las etapas para hacer posible esta habilidad en las personas que integran una organización. También identificas algunas herramientas que te ayudarán a implementar una cultura accountable. Estas herramientas no son limitativas; seguramente podrás aplicar y desarrollar herramientas que sean a la medida de tu organización y que estén alineadas a la cultura, los valores y procesos con los que trabajas.
Recuerda que el reforzamiento de la mentalidad positiva dentro de tu organización te ayudará en el fortalecimiento de la mentalidad accountable. Todos tenemos días en que las cosas resultan como lo planeamos, pero también existen días o proyectos donde los resultados no se dan como lo esperábamos. Por lo anterior, debes mantener una actitud de apertura y positivismo que te permitirá ver a largo plazo y encontrar alternativas o aprendizajes. Tener una mentalidad positiva siempre te dará como resultado un mejor estado emocional y, por ende, un mejor comportamiento.
No olvides que esta habilidad es un rasgo al que puedes sacar provecho en cualquier ámbito de tu vida y no sólo en el profesional. Las personas que logran sus metas y objetivos son aquellas que trabajan y son responsables de asumir riesgos y afrontar las consecuencias de sus decisiones.
Como te das cuenta, ahora conoces la importancia de asumir el rol de yo y no el de todos, alguien o nosotros, como leíste en la historia que se te presentó al principio. Hacer que las cosas ocurran depende de ti; apoyarte en las herramientas que viste o desarrollar tus propias herramientas te permitirá alcanzar los logros o progresar en ellos.
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