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En el vasto camino del transporte mexicano, las pymes se enfrentan a una encrucijada de desafíos: la inseguridad en las rutas, el escaso acceso al financiamiento y la urgencia de una operación sostenible.
Este tema te llevará a través de un viaje que va desde el reconocimiento de estos obstáculos hasta el descubrimiento de estrategias que prometen un futuro más seguro y próspero. La historia de su lucha y resiliencia es también una de innovación y crecimiento.
Acompáñanos a explorar cómo las pymes pueden transformar los retos en triunfos, marcando el inicio de una nueva era en el transporte.
A nivel general, las pymes del país enfrentan toda una serie de retos y desafíos. Estos incluyen desde la volatilidad económica, el acceso restringido a financiamiento, la necesidad de contar con personal capacitado y desde luego, el problema persistente de la inseguridad y la violencia que afecta directamente las operaciones críticas de las empresas.
Justamente con relación a esta última problemática, las pymes enfrentan desafíos importantes, teniendo en cuenta que la inseguridad y la violencia que aquejan a las empresas genera un impacto económico sustancial. De acuerdo con estimaciones de la iniciativa Chapultepec “Seguridad por México” (López, 2022), “la violencia a empresas genera un costo de $235,000 millones de dólares, lo que representa 20% del PIB nacional que impacta a las pymes”.
Este dato pone de relieve la importancia de abordar la seguridad como un eje central en la estrategia de desarrollo y sostenibilidad del sector pymes, especialmente en el caso de las empresas que se dedican al transporte, ya que diariamente tienen que transitar por vías terrestres, que son vitales para su operatividad, pero lamentablemente son inseguras en muchos casos.
La inseguridad en las carreteras en México
México dispone de una extensa red de carreteras, pero desafortunadamente, son vías que enfrentan un desafío central: la inseguridad. Un fenómeno complejo, que se presenta por una serie amplia de factores entre los que destacan:
Todo esto tiene un impacto, desde luego comenzado por las personas que sufren los delitos, pero esto también afecta directamente a las empresas prestadoras de servicios de autotransportes y por lo tanto a la economía nacional. Ante esta situación, las pymes transportistas regularmente contratan pólizas de seguros para protegerse ante estos siniestros, lo cual resulta cada vez más costoso.
De acuerdo con Rastreator.mx (2022), el costo de las pólizas de seguro para autotransporte de carga tuvo un incremento del 200% en el año 2022, debido a las condiciones de inseguridad representadas por robos, asaltos y problemas de robo de combustibles según registros de la Asociación de Mexicana de Organizaciones de Transportistas, A.C.
Cabe señalar, que el costo de esos seguros también depende de la región del país donde se ubiquen los negocios. El problema es que las empresas transportistas no pueden reflejar este costo en el precio del flete que cobran a sus clientes, porque tienen que manejar precios competitivos y esto afecta su rentabilidad.
Si nos centramos en las regiones del país donde se acentúa el problema de la inseguridad en el transporte, de acuerdo con el reportaje realizado por Vanguardia.mx (2023) entre las carreteras más peligrosas al 2023, sobresalen las siguientes:
Ahora que sitúas varias zonas de México, donde las empresas transportistas enfrentan el reto de transitar por vías peligrosas, es tiempo de seguir avanzando, para ubicar un segundo desafío que consiste en la falta de acceso al financiamiento, un obstáculo que frecuentemente impide a muchas de estas empresas implementar las medidas de seguridad correspondientes.
La falta de acceso al financiamiento
Según datos de INEGI (2021), únicamente cerca del 33% de las pymes, tienen acceso a fondos y recursos económicos a través de instituciones bancarias, el resto se financian a través de fondos propios, de amigos o de la familia.
Partiendo del estudio realizado por Creditaria (2021), algunos de los obstáculos más frecuentes a los que se enfrentan las pymes para obtener un crédito, se enlistan a continuación:
A decir de los especialistas, la falta de financiamiento en las pymes es una de las principales causas del cierre de los negocios. Si bien, no todos los establecimientos bajan sus cortinas por esta causa, si se ven afectados por falta de crecimiento o la presencia de problemas de liquidez, la cual consiste en la capacidad de generar flujos de efectivo, que les permitan cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo.
A todas luces, es necesario que las pymes transportistas fortalezcan su administración financiera. Esto incluye elaborar presupuestos de efectivo, controlar gastos, gestionar cobranzas e inversiones y, en general, manejar eficientemente sus recursos monetarios. Ya que una buena gestión financiera no solo facilita la generación de información vital para acceder a créditos, sino que también es crucial para conocer a fondo las distintas opciones de financiamiento, incluyendo sus costos, requisitos y plazos.
De lo contrario, como se comentó anteriormente, corren el riesgo de cesar sus operaciones de forma definitiva, sobre todo en los primeros años del negocio.
Falta de capacidad para sobrevivir a los primeros años de operaciones
Tal como refiere La Jornada (2022), 90% de los negocios que se abren en México cierran durante los primeros tres años de operaciones.
Existen varias razones por las cuales las pymes en México fracasan antes de primeros años de operación, entre ellas resaltan:
En el caso de las empresas transportistas, es imperativo que se desarrollen y busquen la forma de salir adelante en estos primeros años del negocio, a través del fomento del perfil de emprendimiento de sus directivos, la realización de planeaciones a corto y largo plazo, la óptima administración de los recursos, el estudio cuidadoso de la competencia, sin dejar de lado, la necesidad de que se adapten a los cambios rápidos del mercado y establezcan un gobierno corporativo para poder asegurar su permanencia y crecimiento como empresas.
Evidentemente, para asegurar la permanencia de estas empresas a largo plazo, es preciso que se centren en un aspecto crucial: la sostenibilidad en el autotransporte. Un enfoque que no solo complementa una gestión integral, sino que también marca el camino hacia un desarrollo empresarial perdurable.
La sostenibilidad en el autotransporte
La Organización de las Naciones Unidas (s.f.) en 1987, a través de la Comisión Brundtland conceptualizó a la sostenibilidad como aquellas actividades e iniciativas que permiten “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias”.
Actualmente, alrededor de 140 países en desarrollo buscan su crecimiento, pero enfrentan la amenaza constante del cambio climático, por lo que deben realizar acciones concretas para no afectar negativamente a las generaciones posteriores.
En este sentido, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres (Noticias ONU, 2021), enfatizó la centralidad del sector del transporte para establecer un compromiso con el medio ambiente, en palabras del funcionario “el transporte, que representa más de una cuarta parte de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, es clave para ir por el buen camino”. Su propuesta es descarbonizar la totalidad de los medios de transporte para llegar a la meta de tener cero emisiones a nivel global en el 2050.
Ahora bien, en el caso de las pymes de autotransporte y su relación con esta dimensión de la sostenibilidad, existe la problemática de que, en algunas empresas, la flotilla esta “envejeciendo” lo que afecta la competitividad del sector, así como la seguridad. En este escenario, la medida correctiva sería renovar la plantilla. Pero es complicado que se pueda llevar a cabo, porque resulta costoso, aunque si trae consecuencias favorables para el medio ambiente como la disminución de los contaminantes.
Aquí el reto principal, es que la mayoría de las ocasiones, las pymes no disponen del capital necesario para renovar sus vehículos. Afortunadamente, existen opciones como el arrendamiento puro o el arrendamiento financiero, las cuales tienen beneficios tanto fiscales como financieros. Enseguida se mencionan algunas características básicas de estas alternativas. Comenzando por el arrendamiento puro (Arrendamiento, 2021):
Otra opción a considerar es el arrendamiento financiero, cuyos rasgos centrales son (Lifeder, 2022):
Adicionalmente existen algunas otras opciones para conseguir fondos en las que intervienen las instituciones públicas.
Apoyos gubernamentales
Una de las instituciones que respalda a las pymes del sector es Nacional Financiera (NAFIN, s.f.), que cuenta con apoyos destinados a la “pequeña empresa transportista con flota de 1 a 30 unidades motrices con financiamiento para la compra de unidades nuevas y seminuevas a través de los intermediarios financieros especializados”.
En esta alternativa, los transportistas pueden obtener un apoyo hasta por un monto de $15 millones de pesos para la compra de unidades nuevas y seminuevas, con plazos de 5 años para las seminuevas y 7 años para las nuevas, y tasas de interés desde 19.5 % hasta 21% o su equivalente a tasa variable.
Este apoyo se puede otorgar a Personas Físicas y también a “Personas Morales con placas o permiso de autotransporte federal (al menos 3 años) registrado en el Servicio Público Federal de carga, pasaje y turismo”. Específicamente, abarca los segmentos de:
Y finalmente, pasando al último desafío que enfrentan las empresas transportistas, destaca la falta de capacitación del personal.
Falta de operarios calificados
De acuerdo con datos de la revista Transportes y turismo, las flotas de autotransporte enfrentan una aguda escasez de operarios, que es provocada por la inseguridad en la red de carreteras nacional y la fuga de talento al extranjero. Este es un problema que constituye uno de los principales desafíos del sector transportista (Rodríguez, 2021).
A todas luces, la inseguridad es un factor que desincentiva a los operarios a prestar sus servicios, ya que están expuestos a un grado cada vez mayor de asaltos, secuestros e incluso la pérdida de la vida, además de ser una actividad que implica espacios de tiempo de soledad en la carretera, se trata de largas jornadas de manejo que implican el alejamiento con sus familias.
En este escenario, el reto de las empresas transportistas, consiste en diseñar estructuras de remuneración que incluyan tiempos suficientes de descanso, capacitación de los operadores, un sistema de incentivos laborales y la introducción de tecnología de rastreo y localización para brindar mayor seguridad en los trayectos.
Tras revisar este tema, tienes una visión clara de los retos y desafíos a los que se enfrentan las pymes transportistas, como la inseguridad, el limitado acceso al financiamiento, la tendencia a la obsolescencia y la creciente falta de operarios calificados, que considerados en conjunto configuran un escenario complejo.
La comprensión de estas dificultades y los esquemas de financiamiento posibles abre un diálogo sobre las oportunidades de apoyo gubernamental y las estrategias de supervivencia y crecimiento en la industria, lo que inevitablemente conduce a una reflexión profunda ¿cómo puedes apoyar a las pymes para que no solamente prevalezcan, sino que prosperen en este entorno complejo? ¡Es momento de pensar en las estrategias adecuadas para acompañarlos en su camino al éxito!
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