Las personas son el activo más importante para las organización. Administrarlas significa reconocer el valor que su aportación agrega a la productividad y rentabilidad de la empresa. Las funciones del área de recursos humanos son fundamentales pues en ellos recae la calidad de los colaboradores que atraen, reclutan, seleccionan y contratan para los proyectos de la organización. La comunión entre los valores personales con los de la organización es un reto, así como lo es la motivación, la compensación, el desarrollo, la integración entre todos los colaboradores. Unificar las distintas formas de pensar para conformar la cultura propia de la organización dependerá mucho de las acciones que se lleven a cabo al interior para cumplir objetivos personales, profesionales y laborales.