Cuando se habla de una nueva empresa, la primera idea que viene a la cabeza del emprendedor es si el proyecto será viable y rentable. Su duda es razonable, ya que uno de los principales problemas en los pequeños negocios es la planeación financiera, porque generalmente desconocen cómo manejar adecuadamente sus recursos, así como las obligaciones derivadas de su actividad.
Sin embargo, el éxito de este nuevo emprendimiento se encuentra relacionado con la capacidad de ver a la empresa como un todo, de ahí que la elaboración de un plan de negocios que integre el desempeño de todas las áreas de la organización, es una guía fundamental para acompañarla en su desempeño.
Para que éste sea adecuado, la estimación del comportamiento de las variables económicas debe basarse en métodos de pronósticos que se encuentren relacionados con el momento económico que vive la empresa, ya que de la confiabilidad de esta información depende el presupuesto maestro que debe elaborar la entidad, guía cuantitativa de las políticas establecidas por los mandos directivos.
En este documento se ve el comportamiento de los ingresos y los egresos, desprendiéndose en su caso las necesidades de financiamiento, las cuales se deben evaluar para seleccionar aquella que represente un costo de capital menor. Finalmente, determinar el valor de una empresa es fundamental para los accionistas, ya que el valor de la acción refleja para el inversionista los beneficios obtenidos por tomar la decisión de arriesgar su patrimonio.