El efecto látigo en la cadena de suministro ocurre cuando los cambios en la demanda de los consumidores provocan que las compañías que componen la cadena se vean obligadas a ordenar más bienes para abastecerla. Suele surgir al final de la cadena, desde el minorista, al mayorista, al distribuidor, al fabricante y, por último, al proveedor de la materia prima. Este efecto se puede observar en la mayoría de las cadenas de suministro de las diferentes industrias. Ocurre porque la demanda de los bienes se basa en la previsión de las empresas en lugar de en la demanda real de los consumidores.