Módulo 2 / Semana 7
Pocos fenómenos sociales son tan antiguos como el liderazgo. Y si bien todos reconocen su importancia, muy pocos están interesados en profundizar en su entendimiento y, menos aún en practicarlo de manera sistemática. La importancia del liderazgo ha sido reconocida durante el curso de la historia, desde Moisés hasta Gandhi o, más recientemente, Nelson Mandela. El común denominador en todos los líderes ha sido que transformaron una sociedad. Para sus pueblos son un parteaguas histórico; es decir, hay un antes y un después de ellos. Mientras que el liderazgo como un tema social ha sido ciertamente muy estudiado, cómo llegar a ser un líder sigue siendo una pregunta poco abordada por los estudiosos, pues prefieren entrar en el análisis filosófico de si el líder “nace” o “se hace”.
Para que un líder pueda conseguir las metas y los objetivos de cualquier proyecto, lo primero que debe hacer, es cultivar las características que le garanticen lograr una empatía entre él y sus seguidores.
Esas características se conocen, a veces, como competencias. Pero hay que considerar que las características o competencias específicas que cada organización requiere para el éxito de sus líderes no son las mismas, ya que eso dependerá de la filosofía y la cultura organizacional.
13.1 Características de un líder
A lo largo de la historia, una gran cantidad de investigadores y profesionistas con diferentes perfiles, han estudiado el liderazgo con el afán de encontrar aquellas carcterísticas que poseen los grandes líderes. Sin embargo, hasta el día de hoy, no han sido definidas con exactitud. No existe una receta que permita seguir a pie juntillas el comportamiento de alguien para ser un buen líder. Los estudios han dejado claramente definido que el liderazgo no se trata de imitar a nadie sino de ser auténtico y genuino, no la réplica de otro para que la gente pueda confiar.
Los líderes auténticos siempre muestran pasión por sus propósitos, ponen en práctica sus valores de forma coherente y, para liderar, se dejan guiar por su cabeza y, también, por su corazón. Establecen objetivos y relaciones significativas a largo plazo, y tienen la voluntad y la disciplina para obtener resultados (Harvard Business Review, 2019).
No obstante, existen varias definiciones de lo que se comprende por liderazgo y varios expertos coinciden en las mismas variables. De acuerdo con Cosme (2018), el liderazgo es un fenómeno que se desarrolla dentro de grupos al ser un hecho social, y que se observa como un conjunto de comportamientos que definen el rol desarrollado de una persona o entidad.
Este fenómeno ocurre cuando la situación demanda que el individuo o la entidad influencien y pueda coordinar las actividades de un grupo hacia la consecución de un objetivo común.
Las características del líder en el siglo pasado eran diferentes a las que se demandan en la actualidad. Habilidades como la comunicación, asertividad, apoyo a su equipo, capacidad de dirección, enfocado a la tarea o proceso, etc. eran características valiosas para la época. Hoy, las competencias que se demandan y valoran al interior de las organizaciones son la resiliencia, la capacidad de gestionar de manera exitosa los cambios, adaptabilidad y flexibilidad ante las situaciones del mercado, autoconsciencia, autodesarrollo, ser facilitador, modelo o ejemplo inspiracional, etc.
Para Maxwell (2019), el liderazgo se centra en las palabras más rápido y más corto. Para él, la tecnología, las redes sociales y el índice de cambio impiden que sea de otra forma. Para avanzar, hay que moverse más rápido. Los líderes necesitan permanecer a la vanguardia, ver más que los demás y ver antes que los demás. Mientras más ágiles, adaptables y flexibles sean las personas, más rápidamente se pueden mover y cambiar.
Hasta hace un par de décadas, las organizaciones hacian planes para el largo plazo lo cual significaban 10 años, para el mediano plazo que significaban cinco y para el corto plazo que significaban dos. Hoy, el largo plazo puede abarcar dos años debido a la innovación y la tecnología que se mueven tan rápidamente que todo avanza en un marco de tiempo más corto.
Desde la perspectiva del liderazgo, la clave está en aprender a hacer cambios continuamente y después seguir cambiando. Maxwel et al. Identifica tres cualidades de liderazgo para esta tiempo cambiante: la capacidad de motivar al personal, la capacidad de trabajr con culturas diferentes y la capacidad de facilitar los cambios. Todas estas capacidades requieren de adaptabilidad, para adecuarse a circunstancias nuevas de liderazgo.
Cada avance que logre el líder exigirá un cambio en liderazgo que transforme la manera de pensar, actuar y dirigir. Si una persona desea ser un líder eficaz, es necesario que cambie de manera frecuente. No puede ser igual. Pensar igual y actuar igual si pretende tener éxito en un mundo que no permanece igual.
¡Aprender a llevar a cabo el cambio en liderazgo, convierte a las personas en un mejor líder!
Por su parte Ríos (2020), define el liderazgo y sus características como el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos.
También es la capacidad de delegar, tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea este personal, gerencial o institucional.
Según Lazzati, Tailhade (2019),
Figura 1. Características del líder
Fuente: Lazzati, Tailhade (2019).
En las organizaciones, es el líder el que establece la dirección hacia la cual se moverán los demás y asume la responsabilidad de ello. Sin embargo, para que las personas puedan hacer propios los mandatos que el líder les comparte, éste tiene que generar la confianza para que las prsonas lo sigan y lo apoyen. Esta variable es muy importante para que por mera convicción, las personas realicen las actividades que otra persona les indica. Esta confianza se logra a través de la sinceridad, las competencias demostradas, la confiabilidad y el involucramiento.
13.2 Estilos de liderazgo
De acuerdo con Silva (2018), el estilo de liderazgo se define como una forma en la que los líderes modelan su comportamiento e intercción para cumplir con su rol. También se refieren a la forma cómo un líder influye en sus subordinados a través de la comunicación formal e informal y cómo ciertos criterios sonutilizados por un líder al inetracutuar con los colabordores tales como sus rasgos, sus características, habilidades y actitudes.
13.2.1 Teoría del liderazgo clásico
En esta primera teoría se exploran tres tipos de estilo de liderazgo: autocrático, democrático y laissez-faire.
Liderazgo autocrático: también llamado liderazgo transaccional se caracteriza por estar centrado en la tarea, dominante, inhibe la participación de los colaboradores. Son arbitrarios, controladores, buscan la obtención de poder y son coercitivos, punitivos y de mentalidad cerrada.
Estas características generan climas de trabajo llenos de estrés y existen altos índices de rotación y absentismo. No obstante presenta mayores ventajas que desventajas la aplicación del control que se ejerce con este tipo de liderazgo.
Liderazgo democrático: Alienta la participación de los colaboradores en la toma de decisiones por loq ue tambuién recibe el nombre de liderazgo participativo. Quien lidera es consultivo, delega las responsabilidades y colabora con los demás en el cumplimiento de los objetivos. Existe una mayor satisfacción por el trabajo y favorece el desarrollo de habilidades. Los colaboradores son personas comprometidas que se enfocan mayormente en la calidad y no tanto en la velocidad o la productividad.
Liderazgo laissez-faire: Brinda demasiada libertad al colaborador, solo brinda algunas instrucciones y delega la autoridad para la toma de decisiones. Con un poco de monitoreo se logran muy buenos resultados si se comunican los pequeños y grandes logros. Normalmente los colaboradores cuentan con grande experiencia y tienen iniciativa propia.
13.2.2 Teoría del comportamiento
Desde esta teoría los estilos de liderazgo se centran en las cualidades personales del líder. Se dividen en:
Orientado a las tareas: Enfatiza los aspectos del trabajo en lugar de las relaciones interpersonales. Planea, coordina y programa las actuvidades que les serán asignadas a los colaboradores. Descuidan el bienestar del equipo por lo que puede generar conflictos inncesarios, desmotivación y rotación de personal.
Orientado a las relaciones: Brindan soporte y apoyo para el desarrollo de competencias. Empodera a las personas y fomenta la colaboración. Es solidario e incentiva con recompensas tanto internas como externas. Tiene habilidades de escucha activa, es conciliador e involucra la opinión de los equipos de trabajo.
Participativo: Administra al grupo de colaboradores, fomenta la creatividad y busca cohesionar a las personas debido a que se genera mayor compromiso e involucramiento en los distintos proyectos.
13.2.3 Nuevas teorías de liderazgo
Transaccional: Se enfoca en los intercambios sociales y usa recompensas o castigos para estimular la participación y colaboración con la finalidad de mejorar el desempeño de la gente. Se toman acciones correctivas ante los errores y se aplican las reglas para modificar el comportamiento de las personas tales como los bonos o comisiones. El líder es respetado y admirado por los demás y funge como modelo a seguir debido a que la gente le brinda su confianza a la hora de decidir. Se fomenta el espíritu de equipo y el entusiasmo ante el cumplimiento de metas y objetivos. Se crean entornos de aprendizaje y se corrigen los errores en privado. Los líderes toman el rol de entrenadores o coaches para transmitir los conocimiento y la experiencia a los demás.
Transformacional: El liderazgo transformacional es un estilo de liderazgo en el cual los líderes alientan, inspiran y motivan a los empleados a innovar y crear cambios que ayudarán a crecer y dar forma al éxito futuro de la empresa. Es paciente y visualiza el futuro consolidado. Fomenta las conversaciones individuales con los colaboradores pues se interesa por la persona y su circunstancia. Tiene gran capacidad para impulsar el cambio y reconoce y valora al ser humano por encima de las tareas (Maraboto, 2021).
13.3 Liderazgo Organizacional
El ejercicio del liderazgo en una organización no es una actividad al azar ni improvisada pues cuando es así, los resultados son desastrosos.
El liderazgo en la organización debe ser plantificado pues en el líder recae la responsabilidad de cada colaborador. Si se dejan en claro todas las reglas del juego y se fomenta la implementación de las actividades de la mejor manera posible bajo parámetros bien establecidos, tomando en cuenta la individualidad de cada persona así como su forma de pensar y sus creencias más profundas, los resultados no pueden ser negativos.
Cada colaborador debe ser consciente de la importancia que tienen sus aportaciones en los procesos internos y cómo su trabajo, emociones y actitudes impactan al cumplimiento de los objetivos organizacionales, a la productividad y rentabilidad de le empresa para que el compromiso y la cohesión con los demás rinda sus frutos.
Conversar y escuchar a la gente es un buen ejercicio para encontrar nuevas formas de hacer las cosas ante los cambios frecuentes que ocurren en el entorno. Son los colaboradores quienes brindan las ideas de mejora, las innovaciones de las líneas de producto y las fallas que se comenten en los procedimientos. El líder por tanto debe fomentar el ambiente de confianza para que las personas puedan expresar sus opiniones para que juntos se tomen las decisiones pues, les impacta a todos.
Algunas actividades y/o responsabilidades que Franchi (2019), describe como responsabilidades de los líderes son:
Aunque estas actividades no son determinantes en todas las empresas, sí son fundamentales para que el líder pueda implementar el ejercicio de su deber y obtenga los resultados que le fueron encomendados al otorgarle la autoridad y control de los distintos procesos de la organización.
13.4 El líder de impacto positivo
Cada estilo de liderazgo tiene un impacto en la dinámica e interacción de los miembros de los equipos o grupos de trabajo. Por lo menos hay dos tipos de líder que maneja este impacto positivo.
De acuerdo con el Tec de Monterrey (2020), la teoría del liderazgo consciente de Fredy Kofman, describe que el liderazgo va más allá, implica que el líder asuma conscientemente la responsabilidad de sus acciones o falta de ellas. El liderazgo consciente es un proceso por el cual una persona determina un objetivo que deberán lograr otras personas y las motiva a perseguir la concreción de ese objetivo con eficacia y compromiso pleno. El líder consciente debe de tener características como: inteligencia múltiple, espíritu de servicio, honestidad y ser generador de confianza, para asumir la consciencia.
Además, muestra un desarrollo personal en el manejo de su inteligencias emocional, espiritual y social generando conexión con sus colaboradores, conoce bien su posición y entiende la responsabilidad que implica. Él es quien sabe que es su deber asegurarse de que todo salga según lo planeado, especialmente, en lo que respecta a la gestión de personas.
De acuerdo con Sabater (2021) desde la perspectiva de la psicología positiva, el liderazgo tiene que ver con las prácticas positivas en las organizaciones que producen cambios deseables en la eficacia organizativa, en otras palabras; las acciones que el líder genera para fomentar un buen ambiente y clima laboral con sus miembros y colaboradores.
Un líder puede ser alguien que genera vitalidad o que la reste, dependiendo del comportamiento y acciones que realicen. Es parte de la naturaleza humana que casi siempre nos acerquemos o sintamos conexión con los líderes que te hacen ser mejor persona y que comparten conocimiento, en cambio, se tiende a evitar a aquellos que son tóxicos porque lastiman o dañan.
Desde la década de los años 90, Martin Seligman, de la Universidad de Pennsylvania, ha propuesto cinco elementos que hacen más felices a las personas, mismos que promueven estos líderes que aplican este enfoque:
13.4.1 Roles informativo, interpersonal y decisional
Según Prosci (2021), la metodología de gestión de cambio explica la importancia del jefe, su rol particular de comunicación, así como su influencia al respecto, expone que a este conjunto de roles se llama Líder CLARC por sus iniciales en ingles.
Figura 5: Líder CLARC metodología Prosci.
Fuente: Elaboración propia
13.5 Liderazgo y motivación
El líder, al ser una figura de influencia para las personas, tiene un rol importante en la motivación de su equipo, el liderazgo es el que fomenta el clima, la estructura y las relaciones para fomentar la motivación y significado a cada una de las personas que lo integran.
Un líder positivo inspira y genera motivación en sus subordinados. Se entiende por motivación la capacidad de las empresas para generar experiencias positivas en sus trabajadores, fomentando un sentido de pertenencia, brindando posibilidades de ascenso, un salario acorde, reconociendo su trabajo, promoviendo el trabajo en equipo, etc, siendo el líder, el principal creador e impulsor de estas experiencias en la organización.
Existen dos tipos de motivación la intrínseca y la extrínseca. La primera es la automotivación, donde el mismo subordinado se pone retos o hace las cosas por un interés personal, ya sea de valores, creencias o desarrollo, en este tipo de motivación solo la propia persona generarla.
La motivación extrínseca se relaciona con cualquier medio externo a la persona que lo impulsa a realizar determinada acción, aquí es donde el rol del líder es de suma importancia, ya que es el principal influyente en esta percepción, de acuerdo con su trato, orientación, toma de decisiones, habilitación e incluso tipo de comunicación y relaciones laborales, influye ya sea positiva o negativamente en la motivación del otro.
El liderazgo es dirigir a un grupo de personas para que cumplan objetivos comunes. Existen distintas teorías sobre cuáles son las características con las que debe contar un líder sin que se haya llegado a un consenso debido a que quien ejerce el liderazgo son las personas y estas son distintas por naturaleza.
Dentro de las organizaciones se han identificado distintos estilos de liderazgo que se clasifican en función de la manera que tienen de dirigir a otros. Estos estilos son autocrático, democrático, lassez-faire, orientado a las tareas a las personas, participativo, transaccional y transformacional. Estudios que han sido propuestos a lo largo del tiempo.
El líder debe ser una persona que inspira e influye positivamente no solo a su gente sino a los que lo rodean, para así potencializar los recursos e incrementar los resultados positivos en las personas y la organización.
El líder debe estar en constante desarrollo, apertura, con inteligencia emocional, ágil y resiliente, por ello, es de suma importancia incrementar su autoconocimiento y autoconsciencia.
Las actividades, para que el líder implemente en su rol dentro de una empresa, inician con la planeación, integración, motivación, retención del talento de sus colaboradores para que con su apoyo, puedan llevar a la organización a lograr de manera exitosa los objetivos que dan sentido a su razón de ser.
Para los colaboradores es importante percibir que son parte importante de la organización y, en esa medida, la colaboración, la cohesión de los equipos de trabajo así como el clima y la cultura organizacional darán cuenta precisa del trato que los líderes ejercen sobre ellos.
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