Un plan brillante (Flawless)

En el Londres de los años sesenta, Laura Quinn (interpretada por Demi Moore en la película) trabaja en la London Diamond Corporation, la empresa de diamantes más grande del mundo, y la cual está liderada por un directorio de hombres egoístas y maquiavélicos.

Quinn, una ejecutiva competente y eficaz pero descontenta, se frustra a medida que ve cómo el avance de su carrera se ve eclipsado por el liderazgo masculino en la compañía.

Laura decide aliarse con el señor Hobbs (Michael Caine), un empleado que desde hace 15 años está encargado del turno nocturno de limpieza en la empresa y quien le presenta un plan perfecto para llevar a cabo un robo que no dejará rastro.

Quinn, sin advertirlo, realmente se involucra en un plan a gran escala, ideado por Hobbs, y el cual requiere de una sincronización absoluta. Hobbs logra dar el golpe maestro a las arcas de la compañía, para sorpresa de todos, incluida la misma señorita Quinn.

Como en esta película inglesa del 2007, la planificación, si es realizada concienzuda y detalladamente, puede llevar a unos magníficos resultados tanto económicos como mediáticos.

Para ello, los primeros pasos, las líneas maestras del desarrollo del evento, deben estar bien definidas y trabajadas.

En este tema se va a tratar los aspectos iniciales de una planificación, dejando así la base a su posterior desarrollo.

  1. ¿Somos capaces de poner en papel todas las actividades que deben ser desarrolladas para el correcto funcionamiento de un evento?
  2. ¿Qué beneficios crees que puede tener la planificación de un evento?
  3. ¿Cuántos agentes hay implicados en la organización y/o en la planificación de un evento masivo?

Estado del arte

2.1 Tipos de eventos

Una vez que se ha conseguido ganar la candidatura, empieza el verdadero trabajo como organizadores de eventos. Pero antes, se debe saber los diferentes tipos de eventos que existen para poder conocer su filosofía. Para ello, Silvers (2003) crea un listado con los diferentes tipos que existen:

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Grupo de eventos que se desarrollan con objetivos empresariales, incluyendo los de dirección, los corporativos, los de comunicaciones, los de entretenimiento, los de personal y relaciones entre empleados y los de relaciones con los clientes.
Son los eventos benéficos promovidos por grupos solidarios con el propósito de conseguir ingresos, apoyo y/o sensibilización.
Eventos cuyo objetivo es reunir a compradores y vendedores y a personas interesadas en ver y comprar.
Son eventos de exhibición o de actuación periódica o únicos, en los que se puede pagar la entrada o ser gratuitos. Están creados con el objetivo de entretener.
Son considerados como celebraciones culturales creadas por y para un público determinado.
Se incluye en este apartado cualquier evento promovido o creado por partidos políticos, comunidades o entidades de la administración.
Se consideran los eventos cuyo alcance y significado está relacionado con la imagen y el reconocimiento del promotor, ya sea a nivel nacional o internacional.
Son eventos orientados a la estrategia de comercialización, que facilitan las relaciones entre compradores y vendedores o como eventos para apoyar a los productos o servicios. Además, pueden ser considerados todos aquellos eventos que puedan estar al servicio de objetivos de comunicaciones de marketing de una empresa.
Eventos en los que se reúnen personas con propósito de intercambio de información, debate o discusión, formación y/o relaciones de equipo y networking.
Hacen referencia a eventos privados. Sólo accesibles por invitación, para celebrar o conmemorar un acontecimiento cultural, religioso, empresarial o social.
Eventos participativos o en los que se observa un espectáculo deportivo. Se incluyen actividades deportivas, recreativas y competiciones deportivas.

Ya que nuestro campo fundamental de explicación sobre la organización de eventos masivos lo vamos a realizar en torno a eventos deportivos, la definición anterior se queda un poco corta, así que se puede añadir la explicación que Desbordes y Falgoux (2006) dan sobre los eventos deportivos, ellos mencionan que un evento deportivo se caracteriza por conjuntar a un número elevado de personas, participantes y espectadores, el impacto y carácter extraordinario. Los medios de comunicación son una red de información y difusión que contribuyen al entorno financiero.

Con esta definición ya se ven todos los agentes implicados en un evento y da pie a conocer que la coordinación y las sinergias entre todas las partes, va a ser fundamental para que tenga éxito.

2.2 Organigrama

Para una correcta organización, lo primero que habrá que definir será el organigrama que seleccionamos para nuestra organización interna del trabajo y las responsabilidades de cada uno de los departamentos.

No resulta fácil elaborar una estructura y una forma de funcionamiento organizativas. En primer lugar, porque no existe una estructura perfecta. Además, son las mismas personas las que en muchas ocasiones con sus valores, necesidades, expectativas, diversos grados de motivación y aspiraciones, facilitan que una estructura funcione o no. Por eso, la estructura es y debe ser diferente y específica en función del evento.

Los organigramas representan de modo gráfico la agrupación de actividades y tareas por departamentos, así como las relaciones de estos entre sí. El organigrama sólo es la representación visual del plan organizativo, por lo que son un instrumento esencial para entender la organización.

Con los organigramas se conoce el tipo de trabajo que realiza cada departamento o grupo de empleados, la relación de los mismos, su nivel en la estructura o la autoridad que poseen. No sólo sirven para tener una visión de cómo está compuesta la organización, sino que además sirven para mostrarnos dónde se debe intervenir en caso de mal uso de funciones, replanteamiento de tareas para hacer cambios organizativos. Los dos tipos más utilizados son los siguientes:

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Se le llama también organigrama vertical. Su esquema ilustra una jerarquía de la autoridad que se dispone de arriba abajo y muestra que las tareas y las funciones más importantes se sitúan en la cúspide de la pirámide. Esta forma de organigrama es la más empleada en el sector privado o en el mundo de los negocios, en donde los jefes se reconocen fácilmente en la parte superior de la organización y suele ser la normal en la organización de los eventos deportivos.

Permite minimizar algunas desventajas con respecto al organigrama piramidal. Hay que intentar eliminar el sentimiento que poseen las personas situadas en la parte inferior, de estar alejadas de los centros de autoridad y decisión, de no ser importantes y de sentirse “arrolladas” por la propia pirámide.

Esta forma de estructura reconoce el principio de que los superiores son tan dependientes de los subalternos, como estos lo son de sus coordinadores. La importancia se da en la capacidad y competencia de las diversas unidades de trabajo. Si se emplea este tipo de organigrama hay que especificar con claridad todas las relaciones de autoridad importantes entre los diversos niveles concéntricos del círculo.

Hay que decir que esta segunda forma de organigrama no se suele realizar en organizaciones donde se necesite tener muy limitado las áreas de uno u otro departamento. Sin embargo, es bueno conocerla, ya que como sucede finalmente en el desarrollo de un evento deportivo masivo, todos tienen relación con todos.

Fuente: Magaz-González, A., y Fanjul-Suárez, J. (2012). Organización de eventos deportivos y gestión de proyectos: factores, fases y áreas.
Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte,12(45).

2.3 El comité organizador

El comité organizador es disuelto una vez ganada la candidatura, por lo que había que crear uno nuevo. Una vez concretado el tipo de evento que vamos a llevar a cabo y qué organigrama vamos a utilizar, se debe definir el comité organizador creado específicamente para el evento, así como se suelen establecer regulaciones escritas o un contrato para perfilar los derechos y las obligaciones por parte del dueño de los derechos del evento y el comité organizador.

Normalmente el dueño de los derechos entrega un manual de organización del evento donde vienen las bases para el correcto desarrollo del mismo, así como el mínimo exigido para su realización. En él se suelen establecer también las diferentes relaciones entre el dueño de los derechos y el organizador en cuanto al desarrollo del evento (categorías de patrocinio y tipologías de derecho de explotación, fechas límite de realización de los diferentes planes de organización de los departamentos, personas de contacto para un seguimiento más fluido, etcétera).

Lato sensu, el comité organizador es un conjunto de personas que tienen a su cargo la organización del evento y son los responsables de la dirección, coordinación, conformación de comisiones de trabajo y de todos los aspectos relacionados con la adecuada realización del mismo.

Este equipo de trabajo está compuesto por profesionales de la especialidad en la que desarrolla el evento, así como personas representantes de instituciones afines a estas materias de reconocida capacidad profesional. La estructura básica de un comité organizador es:

También, y según el evento, suele haber un comité de honor formado por personalidades del Gobierno, Casa Real, etc., que como su nombre lo indica, son puramente representativos, pero que no tienen ningún poder de decisión en el desarrollo del evento.

Después, una vez seleccionado el comité organizador, se suele formar un comité ejecutivo, el cual va a llevar realmente la organización del evento (siempre rindiendo cuentas al comité organizador y al dueño de los derechos). El director del comité ejecutivo o consejero delegado suele llevar a cabo la coordinación general del evento. Es la persona que formula los objetivos y las estrategias para determinar la forma de llevar a cabo los diversos procesos y procedimientos, con el fin de lograr los objetivos.

Después, establece una estructura según el organigrama que mejor considere y encabeza su estructura organizacional, dependiendo de él las responsabilidades de la organización (en un organigrama piramidal).

2.4 Cronograma y un plan director

Una de las primeras labores del comité organizador y ejecutivo una vez que está constituido, es la de revisar a fondo el manual de organización y crear con ello un cronograma de hitos destacables.

Un cronograma es un calendario en el que aparece reflejada la realización de todas las actividades previstas en la planificación. En función del horizonte temporal contemplado por el plan, el cronograma puede ser diario, semanal, mensual, anual, etcétera.

El cronograma permite ordenar en el tiempo de una forma coherente las diferentes actividades que tiene que llevar a cabo la organización.

Una vez hecho el cronograma y con el comité organizador y ejecutivo constituido, una buena idea para poder planificar del mejor modo y forma es elaborar un plan director. Es un documento formal en el que se intenta plasmar por parte de los responsables de una compañía (directivos, gerentes o empresarios), cuál será la situación de la misma dentro un periodo de tiempo.

El plan director es cualitativo: define las futuras cualidades (no las cantidades) de la compañía. Es finalista: indica lo que se quiere conseguir, pero no cómo conseguirlo, y es atemporal, pues no establece plazos para alcanzar lo propuesto, a excepción de la propia vigencia del plan. El plan director recoge tres puntos principales:

  • Productos y servicios: describe el catálogo de productos y/o servicios que ofrecerá la compañía a sus clientes (planes de acción), y en los que deben basarse sus ingresos en el medio y en el largo plazo. Esta enumeración debería ser visionaria, completa y realista. Fundamental para nuestro desarrollo comercial y de marketing.
  • Mercado potencial: describe el perfil de los clientes que tendrán acceso a los productos que ofrece la compañía (espectadores, empresas), indicando el segmento más aproximado y sus características principales.
  • Ventajas competitivas: describe las características que deben situar a la compañía en una situación ventajosa con respecto a su competencia. Estas ventajas deben ser, ante todo, difíciles de imitar y sostenibles en el tiempo hasta la llegada al evento.

En la práctica, el plan director se suele condensar en un documento escrito (generalmente de menos de 10 páginas) que no es más que una instantánea del futuro que los directivos quieren para su compañía o en nuestro caso, para el evento. Es, por tanto, el eje central sobre el que se articularán otros documentos de vital importancia para la empresa.

2.5 La identidad e imagen corporativa

Una vez que se tiene el comité organizador, el comité ejecutivo, el organigrama definido, el cronograma de hitos y un plan director que lo guíe, es fundamental crear la identidad e imagen corporativa del evento. Es decir, la imagen que queremos dar de cara al exterior. Y para ello, se debe crear un manual de identidad corporativa.

Este manual es un documento en el que se definen las normas que se deben seguir para incluir el logotipo de una marca, así como los distintos elementos visuales que la conforman en todo tipo de soportes (tanto virtuales como impresos). Por lo tanto, describe de qué manera se deben aplicar los diferentes signos gráficos que representan la identidad de una marca, para que resulten coherentes y garanticen la cohesión comunicativa y visual de la misma. Un manual de identidad corporativa es un documento que tiene la labor de informar sobre las posibles aplicaciones y usos del logotipo. Un manual de este tipo puede variar en número de páginas, pero hay ciertos aspectos informativos que todos ellos deben poseer en cuanto a colores, formas y tamaños.

Existen manuales muy desarrollados, con explicaciones extensas de usos y costumbres de los elementos visuales de la identidad de una marca, y manuales más concisos con normas claras que lo explican de manera detallada y concisa. Sea cual sea su extensión, en él se deben detallar las medidas y proporciones de cada uno de los elementos que lo componen. Entre ellos, los tres elementos claves que componen un manual de imagen corporativa y que no deben faltar son los siguientes:

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La significación de éste conforme a los valores de una marca, debe casar totalmente con la apariencia que resulte del trabajo de un diseñador en cualquier soporte. Un logo diseñado de manera sencilla, además de aportar una fácil comprensión, facilita la tarea de adaptación y aplicación en diferentes soportes manteniendo su significado.

La identidad corporativa se define en primer término según su selección de colores.

Como segundo condicionante de la transmisión de una identidad corporativa coherente tenemos la tipografía o estilo de letra. Las tipografías a aplicar en los contenidos corporativos de diferentes formatos y aplicados a distintos soportes, han de seleccionarse correctamente acorde con la imagen corporativa que se desea transmitir, y generalmente deben pertenecer a una misma familia tipográfica.

Vistos los tres elementos que han de incluirse en un manual de identidad corporativa, es importante resaltar las tres recomendaciones más a tener en cuenta para identificar si un manual de identidad corporativa está correctamente detallado:

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Es indispensable detallar las medidas mínimas que debe poseer el logotipo para que siga conservando una correcta legibilidad. Además, estas medidas no son las mismas para todos los soportes (por ejemplo, no es lo mismo si el logo se va a imprimir o utilizar en canales digitales) y, en caso de tener que utilizar un formato muy pequeño, habría que detallar alternativas de supresión de elementos.

A la hora de citar los posibles usos del logotipo, es importante detallar en el manual las combinaciones de colores más adecuadas según los diferentes fondos de aplicación (más oscuros o más claros), así como los tonos o formas que no serían considerados como corporativos.

La identidad corporativa se puede aplicar en diferentes soportes, como papelería, banners, carteles publicitarios, páginas Web, anuncios publicitarios, etc. Por tanto, el diseñador gráfico debe dar pautas de uso para las principales aplicaciones.

Hay otros muchos más soportes que no se han nombrado, como podrían ser uniformes, presentaciones de empresa o banners de redes sociales, que pueden estar incluidos dentro del manual de identidad corporativa, pero preferiblemente es mejor que sea breve y bien definido, que extenso y con errores.

Cierre

Los primeros pasos de un evento son fundamentales. Una buena planificación y correcta organización facilita sobremanera la realización de un gran proyecto. La labor es titánica, pues cada paso, de principio a fin, requiere de una minuciosa atención a un piélago de detalles y pequeños hitos en cada una de las áreas del organigrama. La visión para crear un plan director efectivo puede determinar el éxito en diferentes áreas de la estructura organizativa. Asimismo, la creación de una buena identidad e imagen corporativa permite comunicar de manera integral, consiguiendo así un posicionamiento en el panorama organizativo, comunicativo y empresarial más efectivo. Recuerda: sólo una organización supedita al éxito organizativo.

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Asegúrate de comprender:

  • Cuáles son los tipos de eventos según su público u objetivo.
  • Cuáles son los tipos de organigrama que puedes utilizar.
  • Cómo elaborar un cronograma, así como un plan director.
  • Qué pasos hay que seguir para la obtención de la organización de un evento.

Nombre de la estrategia: ¿Constituimos el comité organizador?

Objetivo de la estrategia: Entender los diferentes aspectos a tener en cuenta en la organización inicial de un evento.

  1. ¿Qué tipo de eventos vamos a organizar?
  2. ¿Cuál es mi comité de honor?
  3. ¿Cuáles son las responsabilidades del comité organizador?
  4. ¿Cómo vamos a estructurar y organizar el comité ejecutivo?
  5. ¿Tenemos claras las diferentes etapas que debemos ir realizando hasta la llegada del evento?
  6. ¿Nuestra imagen corporativa habla de lo que queremos ser?

Referencias consultadas:

  • Campos, G. (2008). Producción de eventos. La puesta en escena del protocolo. España: Ediciones Protocolo.
  • Desbordes, M., y Falgoux, J. (2006). Gestión y organización de un evento deportivo. España: INDE.
  • Silvers, J. (2003). Event Management Body of Knowledge Project. Recuperado de www.juliasilvers.com/embok.htm
  • Sobrino, J. (2014). Diplomacia deportiva. España: Andavira Editora.