¡Bienvenido a la tercera materia del certificado de Ingeniería de Software!
Los negocios del siglo XXI buscan generar ventajas competitivas que los ayude a mantener el liderazgo. Una de las formas para hacerlo es apoyar su estrategia de negocios en las tecnologías de información, que les permita innovar y ser más eficientes en su operación. Cualquiera de estas tecnologías requiere de software que cree las funciones que necesita el negocio.
Las organizaciones que construyen el software tienen el reto de dimensionar el tamaño del proyecto, lo que significa realizar una estimación que se mantenga en un rango aceptable, sin que se sobreestime los recursos necesarios que provoquen que el proyecto sea demasiado costoso, pero que al mismo tiempo evite impactar en la fecha de entrega por subestimar lo necesario.
Para que el software sea una pieza útil para los negocios, es imprescindible que siga un proceso de desarrollo enfocado a generar características que el cliente espera como confiabilidad, usabilidad, mantenibilidad, seguridad y flexibilidad. Para ello, los miembros del proyecto de software deberán trabajar en equipo buscando en cada etapa del desarrollo alcanzar un alto nivel de calidad.