El efecto látigo en la cadena de suministro ocurre cuando los cambios en la demanda de los consumidores provocan que las compañías que componen la cadena se vean obligadas a ordenar más bienes para abastecerla. El efecto látigo suele surgir al final de la cadena, desde el minorista, al mayorista, al distribuidor, al fabricante y, por último, al proveedor de la materia prima. Este efecto se puede observar en la mayoría de las cadenas de suministro de las diferentes industrias. Ocurre porque la demanda de los bienes se basa en la previsión de las empresas en lugar de en la demanda real de los consumidores.

Collaborative Planning Forecasting and Replenishment (Planeamiento Participativo, Pronóstico, y Reabastecimiento) es una gestión en la cual los participantes de la cadena de suministro colaboran en la elaboración de las previsiones de ventas y los planes de reabastecimiento para tener una visibilidad más precisa de la demanda prevista y satisfacer la demanda futura. Este proceso permite mejorar la sincronización de las acciones relativas a las previsiones de las ventas y la planificación de los suministros de todos los participantes. Permite reducir el nivel de existencias y mejorar la tasa de servicio frente al cliente final.