Debido a la rapidez, facilidad y bajos costos dentro del mercado nacional y mundial, donde la comunicación ya no es un factor limitativo, sino todo lo contrario en comparación con años atrás, se ha provocado una intensa liberación en los mercados.
A consecuencia de esto, se está creando un entorno comercial altamente competitivo, ofreciendo al público consumidor una infinidad de productos y servicios diversos, lo que plantea un problema para el consumidor, ya que obtiene una oferta excesiva que se vuelven difícil de identificar.
Ya que la competencia va en aumento día con día, las empresas en búsqueda de permanecer, mejorar y diferenciarse de otros en el mercado, toman acciones para lograr lo anterior, utilizando la creatividad y la inventiva que los haga sobresalir.
Estos esfuerzos se encuentran protegidos por el sistema de los derechos de propiedad intelectual, la cual protege invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio, ofreciendo derechos exclusivos para su uso y explotación.
La Organización Mundial de la Propiedad Industrial (OMPI) señala tres razones imperativas de por qué la propiedad intelectual debe ser protegida, siendo éstas las siguientes:
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1.1 Concepto de la propiedad intelectual
A cada instante todas las personas están creando ideas e innovaciones, que al hacerse tangibles se vuelven una gran propiedad para su titular.
La propiedad intelectual es el área del derecho que ayuda al amparo de dichas creaciones de la mente que son novedosas, siendo éstas las invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizadas en el comercio.
Las empresas con frecuencia han encontrado un gran valor en la protección de las creaciones antes enlistadas, ya que les ofrecen una ventaja competitiva en el mercado, así como las herramientas suficientes para contrarrestar a aquellos que comenten actos desleales para engañar al consumidor.
Se debe tener muy claro que la propiedad intelectual tiene dos acepciones, en su sentido amplio y en su sentido estricto, recordando que una norma en su sentido amplio responde a una regla de comportamiento, sea obligatoria o no. Por lo anterior, al referirnos a la Propiedad Intelectual en su sentido amplio se habla de la protección y vigilancia a las creaciones novedosas que derivan del intelecto humano, sin importar su fuente u objeto.
Consiguiente a lo anterior, la propiedad intelectual se compone de la propiedad intelectual en su sentido estricto (también llamado Derechos de Autor) y la propiedad industrial que a su vez se compone de dos grandes rubros que son las invenciones y signos distintivos. A continuación se presenta un cuadro ilustrativo de lo anteriormente desarrollado:
1.2 Generalidades de la propiedad intelectual (sentido estricto)
Ahora bien, respecto a la propiedad intelectual en su sentido estricto, se trata de una norma que impone obligaciones o confiere derechos, ésta es conocida en nuestro país con el nombre de Derechos de Autor y Derechos Conexos; que como señala la Ley Federal del Derecho de Autor en su artículo 1º, es la protección de los derechos de los autores, de los artistas intérpretes o ejecutantes, así como de los editores, de los productores y de los organismos de radiodifusión, en relación con sus obras literarias o artísticas en todas sus manifestaciones, sus interpretaciones o ejecuciones, sus ediciones, sus fonogramas o videogramas, sus emisiones, así como de los otros derechos de propiedad intelectual.
Cuando se habla de Derechos de Autor, normalmente se viene a la mente la protección de obras, sin embargo, debemos tener presente que la interpretación, ejecuciones, producciones y transmisiones de una obra es lo que se le denomina Derechos Conexos, convirtiéndose en un área no tan conocida pero aun así de igual valor al momento de explotar determinada obra.
1.3 Generalidades de la propiedad industrial
Por otra parte, nos encontramos ante otra rama de la propiedad intelectual que está enfocada al área comercial de los Derechos de Autor, esto se presenta cada vez que ésta tiene como objeto establecer bases en las actividades industriales y comerciales.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) (2004) señala que las empresas como parte de sus actividades comerciales y de crecimiento, nacen y se conforman de dos activos principales, sus activos tangibles e intangibles, siendo los primeros todos aquellos que se pueden observar de forma precisa, tales como maquinaria, automóviles, edificios y demás que se puedan percibir; y los segundos corresponden a todos aquellos bienes que es imposible su percepción, por ejemplo, el capital, las ideas, los planes de negocios, estrategias, entre muchos otros.
A lo largo del curso podrás identificar cómo dentro de un producto o servicios se encuentra más de un derecho amparado por la propiedad intelectual, por lo que antes de iniciar con el estudio profundo de cada tema, te invito a reflexionar sobre todo aquello que consideras que una empresa puede desarrollar y la importancia de conocer todas las figuras que ayudarán a amparar uno de las activos intangibles más significativos de ésta.
