En algún momento de tu vida has tenido una visión acerca de la calidad de vida que deseas y crees merecer. Puede suceder que esos sueños se han visto envueltos en las frustraciones y rutinas de la vida cotidiana, hasta el punto de ya no querer hacer algún esfuerzo por realizarlos. El sueño se ha disipado y con ha desaparecido la voluntad para cumplir las metas. Mucho se ha perdido de ese sentido de la certidumbre que proporciona la ventaja del ganador. Anthony Robbins expresa estas ideas dentro de su libro Despertando al gigante interior y describe el siguiente caso:
Jamás olvidaré el día en que me di cuenta realmente de que estaba viviendo mi sueño. Estaba volando en mi helicóptero desde una reunión de negocios en Los Ángeles, en dirección al condado de Orange, de camino hacia uno de mis seminarios. Al volar sobre la ciudad de Glendale, reconocí de pronto un gran edificio y situé el helicóptero sobre él. Al mirar hacia abajo, me di cuenta de que era el mismo edificio donde había trabajado como conserje apenas doce años antes. En aquellos tiempos me preocupaba que mi Volkswagen de 1960 se mantuviera tan entero, como para permitirme recorrer el trayecto de 30 minutos hasta mi trabajo. Mi vida se hallaba totalmente enfocada hacia cómo iba a sobrevivir; me sentía temeroso y solo. Pero aquel día, suspendido allí, en el cielo, pensé: “¡Cuánta diferencia puede representar una década!”. En otro tiempo había tenido sueños, pero parecía como si estos no pudieran realizarse nunca. Hoy, sin embargo, he llegado a creer que todos mis fracasos y frustraciones del pasado no fueron sino los cimientos de las comprensiones que me han permitido crear el nuevo nivel de vida del que disfruto ahora. Al continuar el vuelo hacia el sur, a lo largo de la carretera costera, distinguí unos delfines jugando con los surfistas, allá abajo entre las olas. Se trata de una vista que mi esposa Becky y yo atesoramos como uno de los dones especiales de la vida. […] Robbins (2009).
Si te preguntan: ¿quién eres?, ¿qué responderías? Quizás tu nombre, tu profesión, tu puesto de trabajo, sin embargo, eres mucho más que eso. Descubrir tu potencial significa que te enfoques en el ser, no en lo que haces, ni tampoco en lo que tienes. Ubícate en el tiempo presente, es el único en el que se puede manifestar el ser. Aprecia este momento que tienes y cuida ese tesoro valioso que portas dentro.
¿Para qué nos sirve la conciencia? ¿Qué elementos conforman la autoestima de un individuo? ¿Qué factores determinan el comportamiento?
Seguramente te has dado cuenta que, ante un mismo estímulo, la gente reacciona de forma diferente, hay quienes pueden utilizar una experiencia como catapulta para la realización personal y hay otros que pueden convertir un suceso que vivieron en aquello que les impide concretar sus objetivos. Sin embargo, no es el evento en sí lo que impacta en las personas, sino la decisión consciente que se toma a partir de ese momento. En palabras de Víctor Frankl: “Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad”.
Hay acciones que las personas deben emprender y no las hacen y hay otras que hacen rutinariamente y que inclusive las dañan, pero no las dejan de realizar. ¿Por qué sucede esto? Hace falta estar conscientes. ¿Y qué es la conciencia? Para Ramser (2012) nadie puede elegir por nosotros la vida que queremos vivir, es una decisión personal e intransferible, que implica el responsabilizarnos de nuestra propia vida. Estar conscientes significa darnos cuenta de que los hechos se presentan en nuestra vida por algo y hay que obtener el aprendizaje de cada experiencia, dejando a un lado el sufrimiento. Conciencia significa “aquello que se encuentra en el fundamento de toda experiencia”. En otras palabras, es la base a través de la cual se percibe la realidad.
Existen diferentes niveles de conciencia. Según Grinberg-Zylberbaum (1991) “son los estratos en los que se puede dividir tal fundamento”. Haciendo la analogía con una pirámide, cada estrato hace referencia a un nivel diferente que incorpora información de los precedentes, y dependiendo de la ubicación del nivel de conciencia en el que se encuentre cada quien, será lo que pueda apreciar, por ende, cada estrato está en función de la percepción del que observa y del territorio que visualiza.
Según Sabater (2016), para lograr la toma de conciencia se requiere de tres pasos:
Consulta el siguiente video donde se aborda el paradigma de la neurociencia para explicar el funcionamiento de la conciencia.