La habilidad para diagnosticar te ayuda a elegir el estilo de liderazgo más adecuado para una situación especÃfica, desarrollar las habilidades necesarias y fomentar la motivación a los demás. Es detenerse a pensar antes de actuar, en pocas palabras ser estratégico en la manera de aplicar el liderazgo.
Pero, ¿cómo decidir qué estilo de liderazgo utilizar y cuándo ponerlo en práctica? Para ello debemos empezar por aprender a diagnosticar el nivel de desarrollo de una persona, es decir, los niveles de competencia y compromiso de los colaboradores para alcanzar la meta o realizar la tarea sin mucha dirección. Debemos identificar las necesidades de las personas en cada uno de los distintos niveles de desarrollo.
Según Blanchard (2011), diagnosticar es el deseo y la capacidad para analizar una situación y evaluar las necesidades de desarrollo de los demás con la finalidad de decidir cuál estilo de liderazgo es el más adecuado para la meta o tarea en cuestión.
La competencia de una persona está, la mayorÃa de las veces, definida como los conocimientos y habilidades que se pueden demostrar y transferir al realizar cierta tarea.
Estos conocimientos son producto de nuestra formación y experiencia. Blanchard (2011) nos dice que todos los conocimientos y habilidades transferibles son “genéricos”, es decir, se pueden aplicar a diferentes metas y tareas y se pueden utilizar en diferentes situaciones.
Entre las habilidades transferibles se encuentran:
Compromiso: el compromiso es el resultado de medir la motivación y la confianza de una persona. El compromiso es una actitud y se percibe en el comportamiento.
La motivación: es  el entusiasmo que percibimos en los colaboradores a la hora de realizar la meta.
La confianza: en este contexto es el sentimiento que una persona tiene  cuando sabe que es capaz de alcanzar una meta  sin necesitar mucha ayuda por parte de su lÃder.
Modelo para diagnosticar madurez
Imagen recuperada de Blanchard, K. (2011). Liderazgo situacional. México: Ken Blanchard Companies. Sólo para fines educativos.
En el liderazgo situacional es fundamental diagnosticar la madurez del colaborador en la tarea.