Las pruebas en un proceso penal constituyen un rompecabezas (Baytelman y Duce, 2004) que vas a armar a través de la teoría del caso. Y la oportunidad para explicar ese rompecabezas al Tribunal de enjuiciamiento, es decir, para proponerle cómo debe observarse la evidencia del juicio, se da principalmente en dos momentos: en la formulación de los alegatos de apertura y en los alegatos finales o de clausura. Este tema versa sobre los primeros.
Si llegaste hasta estas actuaciones es porque, primeramente, se dictó un auto de apertura a juicio y, además de ello, se renunció a la posibilidad de resolver el conflicto penal mediante una salida alterna al proceso. Estás ahora en la audiencia de juicio oral, cuya finalidad es que el Tribunal de enjuiciamiento (TDE) determine la culpabilidad o inocencia del acusado.
Las partes alegarán, interrogarán y contra-interrogarán, con el desahogo de los medios de prueba, buscando que el TDE condene o absuelva; pero antes de que esto ocurra deberán formularse los alegatos iniciales, denominados en el artículo 394 del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) como alegatos de apertura.
7.1 Concepto de alegatos iniciales o de apertura
Los alegatos iniciales, junto con los de clausura, constituyen los únicos momentos en los que como postulante (ya sea Ministerio Público o Defensa) expondrás los hechos al juez. Además de ello, como sabes ya, al presentar aquí tu teoría del caso, harás una exposición sobre cómo se probarán tales hechos y cuál es su calificación jurídica. El Código Nacional de Procedimientos Penales (2014) alude a estos alegatos iniciales como de apertura, estableciendo en el citado artículo 394 sobre éstos los siguiente:
Alegados de apertura. Una vez abierto el debate, el juzgador que presida la audiencia de juicio concederá la palabra al Ministerio Público para que exponga de manera concreta y oral la acusación y una descripción sumaria de las pruebas que utilizará para demostrarla. Acto seguido se concederá la palabra al Asesor jurídico de la víctima u ofendido, si lo hubiere, para los mismos efectos. Posteriormente se ofrecerá la palabra al Defensor, quien podrá expresar lo que al interés del imputado convenga en forma concreta y oral.
Se puede afirmar que estos alegatos de apertura o iniciales, conforme a la legislación procesal, son “… la comunicación que introduce a los dos partes en el contacto directo con el juez” (Chillón Puentes, 2012); son la oportunidad de que conozcan tu teoría del caso para que el TDE vea como tú estás viendo la prueba, ya sea como acusador o defensa:
Si el juez escucha al médico relatar los hematomas de la mujer desde la teoría del caso de la fiscalía, lo que leerá es “hubo forzamiento”. En cambio, si escucha al médico desde la teoría del caso del defensor, lo que leerá es “no sabemos si esos hematomas pudieron ser producidos por sexo violento pero consentido”. El alegato de apertura es por excelencia el momento para ofrecer ese “punto de vista” para la apreciación de la prueba. (Baytelman y Duce, 2004)
Antes de este momento el TDE únicamente había tenido a la vista el auto de apertura a juicio oral dictado por el Juez de control con los documentos que le hubieren acompañado; de ahí la importancia de que sean formulados correctamente, para introducir al TDE a los personajes y hechos del caso concreto y, en términos generales, a lo que va a ocurrir en la audiencia del juicio oral.
7.2 Estructura de los alegatos de apertura
Dado que se trata de un proceso de comunicación oral en el que las partes articularán un discurso ante el TDE para hacer una promesa acerca de qué hechos, en términos generales, quedarán acreditados a partir de la prueba, vale la pena considerar precisamente la estructura usada en general para elaborar un discurso, sobre el tema que sea, añadiendo a éste los componentes inherentes al alegato de apertura en juicio oral.
Vale la pena aclarar, como nos dicen Baytelman y Duce (2004), que no existe una forma única de estructurar los alegatos iniciales y que ello “… dependerá de las características del caso y de las fortalezas y debilidades que presente cada parte en el juicio.”
Introducción
Debe captar la atención del público, justificar el tema y lograr credibilidad.
Tema o lema
Una frase que titule tu alegato, que exponga de alguna forma su contenido.
Cuerpo
Narración de los hechos y partes involucradas; exposición de teorías probatoria y jurídica.
Conclusión
Resaltar el propósito del alegato, pidiendo condenar o absolver.
Es preciso apuntar que en el cuerpo del alegato, a la hora de exponer la teoría probatoria, debes enunciar qué testigos y peritos se presentarán y qué probarán cada uno de ellos.
Recomendaciones para el postulante en la formulación de alegatos iniciales
Tal y como aprendiste para formular la teoría del caso, los alegatos de apertura se construyen en la misma disposición de relato, de contar un historia, pues de hecho es en los alegatos de apertura donde se presentará la referida teoría; aunadas entonces a las recomendaciones hechas en el tema anterior, debes considerar tener en cuenta otras adicionales elaboradas desde la práctica y la doctrinalmente.
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a. Escoger hechos y sus detalles relevantes
Es muy probable que en un caso tengas mucha información para sustentar tu alegato, por tanto deberás enfocar tu atención en presentar aquélla que realmente tenga trascendencia y pueda influir en la decisión judicial. Por ejemplo, describir de qué color era la ropa que traía un testigo el día de los hechos puede no ser tan indispensable para mover a un TDE, como si lo puede ser que las lesiones se produjeron por la amenaza bajo la cual se vio el imputado.
b. Elabora apoyos escritos.
Diversos autores (Chillón Puentes, 2012) recomiendan que no debes presentarte al juicio sin un apoyo escrito en un set de tarjetas o esquemas de palabras clave que te ayuden a estructurar tu mensaje. Este apoyo escrito no debe ser tomado para dar una lectura en público, sino que te servirá de orientación para avanzar en tu exposición del alegato, y te podrá servir además para salir de atolladeros cunado no te acuerdes de alguno de los puntos que deseas presentar.
c. Evitar planteamientos extremos.
Si buscas ganar credibilidad debes evitar exagerar tu discurso llevándolo a límites en que sólo cause dudas en los juzgadores. No hay que olvidar que deberás probar todo lo que dices. Es mejor una presentación razonable y moderada que evite dañar tu imagen en los tribunales.
d. Evitar opiniones personales.
Es siempre mejor en un alegato de apertura la información que la opinión, pues resulta más objetiva. Nos dice de la Rosa (2013) al respecto que “… el juez no va a decidir conforme a lo que el litigante piense, sino de acuerdo a lo que él demuestre a través de los testigos durante el periodo de desahogo de pruebas”. Es mejor decir Las pruebas demostrarán que Arnulfo Alalnís es inocente a expresar que Yo considero que Arnulfo Alanís es inocente.
e. Lenguaje y léxico.
Debe emplearse un lenguaje sencillo con verbos a futuro que indiquen al TDE tu compromiso, como defensor(a) o fiscal, y cómo es que lo cumplirás, sin olvidar la mención de los nombres completos de los participantes en el plenario, y no sólo sus nombres de pila, y menos el carácter con el que comparecen (imputado, víctima, testigo), sin el nombre. El siguiente ejemplo resulta ilustrativo de este aspecto:
Ciudadanos miembros de este Tribunal de enjuiciamiento, esta Defensa acreditará con testigos presenciales que observaron cómo ocurrieron los hechos; escucharemos a la señora Tomasa Mireles Santiesteban quien observó cómo Andrés Carballo Torres era provocado por Carlos Juárez Zarza…
f. Reducir las ideas complejas.
Es importante que aquellas ideas difíciles de memorizar, e incluso comprender, puedan recordarse y expresarse en la declaración inicial con elementos tales como notas breves o apoyos visuales.
Por ejemplo, algunas valoraciones técnicas respecto al disparo de un arma de fuego, o las maquinaciones financieras en un delito de cuello blanco como el de fraude, pueden seguirse con proyecciones electrónicas con diapositivas, cuidando su color, tamaño, distancia desde la que será vista tu presentación y claridad. Vale la pena asegurarte de que contarás con el equipo para hacer estas proyecciones.
De la misma forma, puedes, en un par de tarjetas elaborar apuntes, mapas mentales o diagramas que te faciliten la exposición de estas ideas complejas. Recuerda que sólo son un apoyo a tu formulación del alegato de apertura, por lo que te servirán como referencia, mediante un vistazo, a la hora de tu presentación; no deberán ser leídos en forma tal que pierdas por muchos segundos el contacto visual con el Tribunal y las partes en el juicio.
g. Ensayar el alegato.
En la medida de lo posible ensaya tu alegato para que adviertas posibles trabas, vacíos y tiempo que te toma presentarlo. De igual manera te servirá para adecuarte a tu material de apoyo.
h. Sentir lo que se dice.
Chillón Puentes recomienda que al expresar los alegatos de apertura busques, como parte de la naturaleza de la comunicación y en aras de lograr mayor credibilidad frente al TDE, sentir realmente lo que estás diciendo. Esta exigencia informa en la necesidad de emplear un tono de voz adecuado y congruente con las ideas que se expresan; de tal suerte que si tu teoría del caso gira en torno a la injusticia que se pretende cometer en perjuicio del imputado, deberás emplear, sin exagerar, un tono de indignación; del mismo modo, si quieres expresar la afectación sufrida por la víctima del delito, podrás recurrir a un tono de indignación o tristeza.
i. Concluir correctamente.
Es muy importante que tu cierre sea, en primer lugar, congruente con lo expresado y que resuma con concreción, dado que tratas de persuadir a un público que te escucha, y de manera particular al TDE, lo que pedirás al mismo. Tu cierre, además, debe ser impactante y efectivo, invitando al Tribunal a persuadirse de lo que escuchará y verá en el juicio.