Contexto
¿Qué clase de profesional deseas ser?
Eres de los privilegiados que pueden asistir a la universidad. Según la Encuesta Nacional de la Juventud (ENJ, 2010) de los más de 36 millones de jóvenes mexicanos y que representan el 31.23% de la población total, 18.75% (3 millones 377 mil 372) es alumno en la educación superior (normal, profesional o posgrado). Reporta, además, que el 40% abandona sus estudios y solo se gradúa 25% de los estudiantes universitarios.
El 81.5% de los estudiantes de licenciatura considera que su carrera le servirá para obtener algún empleo, 76.8% para ganar dinero, 73.5% para resolver problemas y 71% para poner un negocio.
Y tú, ¿para qué estudias? ¿Qué es lo importante en tu carrera profesional que te ayudará a alcanzar eso en lo que planeas convertirte?
Por lo pronto, puedes considerar algunas ideas: preocúpate por “formar” tu manera de pensar, de analizar y tomar decisiones informadas.
Reflexiona sobre lo que has aprendido y lo que sabes hacer y sobre tu responsabilidad social, trabaja duro y disfruta tus estudios… seguramente a ti se te ocurrirán otras opciones que te permitan convertirte en el profesional que deseas ser.
Explicación
Competencias generadas por el ejercicio profesional
Igual que en el resto de las profesiones, la comprensión de la profesión, así como la ética, la moral y las normas que enmarcan de trabajo del educador social y de la relación que construye con sus beneficiarios y colaboradores. De acuerdo con la Asociación Internacional de Educadores Sociales (AIEJI) a este tipo de competencias se les denomina competencias generadas por el ejercicio de la profesión que complementan al resto de las competencias para constituirse en la base para un trabajo socioeducativo funcional, profesional y éticamente correcto.
En educación social actualmente se construye un sistema de conceptos independiente y se mantiene en la búsqueda de nuevos elementos descriptivos y normativos de la práctica profesional que puedan combinarse con elementos sociológicos, antropológicos, filosóficos, pedagógicos y psicológicos. Hasta el momento, la práctica socioeducativa se define en términos de habilidades socioeducativas, profesionalidad, conocimientos teórico-prácticos, métodos e instrumentos (AIEJI, 2011).
De esto se deriva que un educador social debe:
Los métodos de auto-comprensión, las normas, la ética y la moral de la profesión son cruciales para profesionalizar el trabajo socioeducativo. El educador social debe (AIEJI, 2011):
Por su parte, la Asociación Estatal de Educación Social (ASEDES), enfatiza las competencias crítico-reflexivas que desarrollen “la sensibilidad y la destreza para reflexionar sobre el conocimiento práctico, el saber estratégico y la toma de decisiones, posibilitando nuevas realidades y significados más acordes a las aspiraciones de justicia y equidad de las profesiones sociales (2007, pp. 44-45).”
Otras competencias profesionales del educador social son las culturales, que se refieren a la comprensión y la inclusión de puntos de vista y valores de diferentes culturas (Molina, 2005), lo que supone distintas dimensiones (AIEJI, 2011):
Asimismo, el educador social tiene la responsabilidad por los aprendizajes sociales y la recreación, promoción y formación permanente de los individuos y los grupos, reconociendo los bienes culturales de valor social, particularizando las formas de transmisión cultural a los beneficiarios, promoviendo la difusión y la participación en la cultura.
Para lograr lo anterior, debe poseer conocimientos teórico-metodológicos sobre mediación, así como reconocer los contenidos culturales, lugares, individuos o grupos para fomentar las relaciones sociales y movilizarlos para el desarrollo de acciones de promoción de la cultura y participación ciudadana (ASEDES, 2007), al tiempo que promueve el desarrollo de las capacidades de los participantes como ciudadanos (Ronda, 2012).
La educación expresiva se asocia a lenguajes simbólicos como el arte, la poesía, la plástica, la pintura, entre otros. La creatividad resalta la importancia de la imaginación que es una actividad fundamentalmente expresiva y espontánea que además es un aspecto elemental de la realidad humana y que cuando opera, la transforma, así como a las ideas y conductas propias (Muñoz, 2008).
Cierre
¿Competente o no competente?
Las competencias generadas por el ejercicio profesional enfatizan la realización de un trabajo socioeducativo funcional, profesional y éticamente correcto. Para lograrlo, las competencias teórico-metodológicas ayudan a decidir cómo fundamentar el trabajo a realizar, razonar sobre la pertinencia al estarlo ejecutando y reflexionar sobre sus resultados para generar nuevos conocimientos; las competencias crítico-reflexivas orientadas a disminuir la desigualdad; las competencias culturales en pro de la inclusión de puntos de vista y valores de diferentes culturas y la promoción de participación ciudadana; y las competencias creativas que favorezcan nuevas expresiones transformadoras de la realidad social.
En tu evidencia, considera la inclusión de todos estos elementos de las competencias profesionales del educador social.
Revisa a continuación el Checkpoint:
Consolida las ideas básicas del tema.
Asegúrate de comprender:
Antes de concluir el tema, asegúrate de responder las siguientes preguntas.
Revisa el glosario del curso aquí.
Referencias