Contexto


Retos para museos: atención a personas con capacidades diferentes

No basta con crear un conjunto de políticas y medidas legales que legitimen los derechos de las personas con necesidades educativas especiales, es necesario además informar y capacitar a los miembros de las comunidades educativas para que modifiquen sus actitudes y tomen conciencia de su responsabilidad ante la integración de estas personas. La falta de estrategias y actividades educativas para personas con capacidades especiales --autismo, Síndrome de Down, niños ciegos, sordos, parálisis cerebral entre otros-- para poder adaptar el recorrido ya establecido en los museos con el fin de que se logre un beneficio real en cuanto al aprendizaje e interés por la ciencia, la tecnología, la historia, las artes, demanda proponer alternativas para su inclusión real y benéfica, ya que en la mayoría de los museos el personal encargado al no tener estrategias fundamentadas para poder tratar con ellos, tan solo improvisa actividades que piensa puedan ser de utilidad.

¿Qué podría proponer un educador social para apoyar en el diseño de estrategias en beneficio de las personas con capacidades diferentes, especialmente los niños?

Más allá de instalaciones apropiadas para el desplazamiento en el museo, ¿qué elementos se deberían privilegiar para la atención diferenciada a estas personas?

Explicación


Diseño de una propuesta de formación social

Una vez determinadas las intenciones educativas, se continua con la selección de la metodología a utilizar que constituye el eje del proyecto (Pérez, 1993) y que responde a cómo se debe enseñar ya que se fundamenta en las concepciones sobre la educación, la formación integral el proceso de aprendizaje, las características y diferencias individuales, entre otras (Parcerisa, 2007).

12.1 Metodología

La metodología es el conjunto de criterios y decisiones que organizan de forma global la acción didáctica, determinando el papel del educador, los educandos, la utilización de recursos y materiales educativos, las actividades que se realizan para aprender, la utilización del tiempo y del espacio, los agrupamientos de estudiantes, la secuenciación de los contenidos y los tipos de actividades.

Parcerisa, Giné y Forés (2010), proponen diferentes argumentos que deben sustentar las opciones metodológicas que se usen para ser utilizadas en el proyecto socioeducativo:

  • El objetivo de la formación debe ser lograr que la persona sea cada vez más independiente y autónoma mediante la conducción de su propio aprendizaje.
  • La experiencia previa puede facilitar el aprendizaje.
  • Es importante que se dé importancia a la experiencia de cada persona.
  • Las actividades deben fomentar tareas cooperativas para que se dé una adecuada comunicación y participación.
  • Todas las decisiones en cuanto a metodología se deben dirigir para la formación integral de las personas.

A continuación se describen los componentes o variables metodológicas de un proyecto socioeducativo (Altuzarra, Ubieta y Mendia, 1994; Hermosilla, 2009; Parcerisa, Giné y Forés, 2010).

12.2 Organización didáctica

Actividades didácticas

Se refiere a cualquier tarea realizada por educador-educando durante la intervención y que concretan las decisiones tomadas en el proyecto. Su diseño consiste en planear series o secuencias de actividades de enseñanza-aprendizaje con distintas funciones, p.e. memorización, reflexión, aplicación, indagación, construcción de significados, entre otros. En ocasiones una sola actividad cumple con varias, p.e. diseñar un proyecto.

Agrupamiento de los educandos y modelo de comunicación

Lo anterior se relaciona con el tipo de trabajo a realizar y la dinámica de grupo que genera, por ejemplo, individual, gran grupo (debate), pequeño grupo (proyecto). En el trabajo grupal puede ser que el profesor asigne tareas o se realicen las actividades cooperativamente, es decir que el grupo decide en conjunto su forma de participar en las tareas asignadas.

Se debe plantear el grado de participación y responsabilidad de los educandos en las normas de funcionamiento del grupo, consensos, negociación de significados, etc. que el educador favorezca para conformar una comunidad de aprendizaje que facilite procesos reflexivos y afectivos.

Organización del tiempo y espacio

La organización del tiempo es condicionante de la acción educativa con base en principios de globalización (distribución temporal considerando todos los elementos), prioridad y racionalización, distribución de tareas a personas o grupos, coherencia (distribución coordinada de tareas) y respeto a la diversidad. También hay que considerar criterios generales como el tiempo de atención, la demanda de los procesos, es decir, si la actividad es de abstracción o de actividad física, se le puede asignar más tiempo, por último se debe considerar los distintos tipos de actividades, ya sean individuales y grupales; dirigidas y autónomas, entre otras (Herrera, 2004).

La organización del espacio es importante para evitar problemas de comisión, es decir a de congestionamiento o amontonamiento y de omisión, por ejemplo que los materiales no estén a la vista (Loughlin y Suina, 1987). La adecuación de espacios puede lograrse maximizando su uso utilizándolos en turnos dobles y vacaciones; modificación de material didáctico, equipamiento, imagen externa es decir, la decoración y salas de trabajo, el mobiliario y su distribución.

Por otro lado, se encuentra también la presentación de contenidos, el cual se refiere a las estrategias metodológicas de globalización y presentación de los contenidos de manera contextualizada, interdisciplinares y disciplinares, y en relación con aprendizajes previos en forma de centros de interés (fiestas, elecciones), proyectos, investigaciones, portafolios (Zabala, 1995).

Dinámica de grupo

Las acciones y dinámicas grupales se dan a partir de la interrelación de  las siguientes variables:

Haz clic en cada concepto para revisar su información.

Este elemento se hace referencia al ambiente físico y al ambiente de conocimiento mutuo o social, entre los participantes o entre el educador y los participantes.

Mientras que la primera facilita el trabajo, la segunda provoca que se enriquezcan las relaciones entre compañeros, se dé un mejor aprendizaje y se adquieran nuevas actitudes.

Integrar estrategias que fomenten habilidades, actitudes y conocimientos que se encuentren en el currículum oculto.

Determinar junto con el grupo o de manera impuesta la forma de trabajar y analizar cuales normas implícitas están rigiendo el grupo.

Puede darse mediante un sistema de recompensas y castigos. Se debe tratar de fomentar la autosatisfacción en el proceso de aprendizaje mediante una evaluación continua o una autoevaluación que permita a cada persona reflexionar sobre su progreso.

Por otra parte, también es importante el rol o papel desempeñado por cada componente y las técnicas para potenciar el aprendizaje. Servirse de técnicas grupales puede ayudar a dinamizar el grupo, algunos ejemplos son:

12.3 Recursos

Dentro de la sección de recursos se pueden dividir en diferentes tipos.

Los recursos humanos hacen referencia a las personas y a las responsabilidades de cada una de ellas, se establecen tareas específicas para cada una de las personas del equipo, así como también existe la preocupación de formación y capacitación de las personas para la mejora del rendimiento y como consecuencia obtener un mejor resultado.

Cuando se habla de recursos, también suele referirse a los materiales que se van a utilizar en la intervención. Este tipo de recursos abarcan dos tipos de materiales habituales: los materiales desechables que en algunos talleres, actividades y dinámicas son de gran importancia; en segundo lugar están los materiales didácticos, los cuales sirven para el trabajo con el grupo, programaciones, proyectos integrados de aprendizaje, textos, entre otros, y tienen una gran importancia, debido a esto se debe tomar en cuenta las características de los participantes y los objetivos planteados para su selección o elaboración. Dentro de esta área también se encuentra la infraestructura a la que se requiere tener acceso como: laboratorios, salón de clases, auditorio, entre otros (Herrera, 2004; Paglilla y Paglilla, 2007, Parcerisa, 2007).

Por último, se encuentran los recursos financieros en donde se establece el presupuesto de cada uno de los recursos que se utilizaran durante el proyecto socioeducativo.

La gestión del presupuesto de un proyecto socioeducativo incluye las siguientes fases (Parcerisa, 2007):



Cierre


Determinar la metodología en un proyecto socioeducativo no es sencillo, en el contexto se hablaba de empezar a realizar una intervención socioeducativa en un museo con niños y jóvenes, ¿qué características debes tomar en cuenta para establecer la metodología? ¿Aplicarías la misma metodología para un proyecto que se realice al aire libre? ¿Por qué?

El establecimiento de la metodología se debe realizar atendiendo a las características específicas de la acción socioeducativa que se pretende llevar a cabo, tomando en cuenta las intenciones educativas inicialmente propuestas. Se toman decisiones informadas sobre la metodología a desarrollar, así como cualquier observación sobre el o los beneficiarios, creando ambientes de aprendizaje con contenidos idóneos y la disposición de recursos que están al alcance son acordes a las estrategias didácticas propuestas para realizar la intervención.

Recuerda que es importante alinear todos los componentes de la metodología para dar cumplimiento a las intenciones educativas previamente planteadas.

Revisa a continuación el Checkpoint:

Consolida las ideas básicas del tema.
1. Componentes metodológicos
2. Organización de tiempo y espacio
3. Recursos humanos, materiales y financieros

Asegúrate de comprender:

Antes de concluir el tema, asegúrate de responder las siguientes preguntas.


Revisa el glosario del curso aquí.


Referencias


  • Altuzarra, P., Ubieta, E. y Mendia, R. (1994). Guía práctica para la elaboración del proyecto socioeducativo en los centros de iniciación profesional. Bilbao, España: Instituto de Desarrollo Curricular y la Formación del Profesorado.
  • Hermosilla, J. M. (2009). Guía para el diseño de programas socioeducativos de atención a la infancia. Foro de Educación, 11, 287-301.
  • Herrera, F. J. G. (2004). Proyecto de intervención socioeducativa Todo por una sonrisa. Educación Social, 28, 135-151.
  • Loughlin, C. E. y Suina, J. H. (1987). El ambiente de aprendizaje: Diseño y organización. Madrid: Morata.
  • Paglilla, R. y  Paglilla, D. (2007). Modelo para la elaboración de proyectos sociales. Revista Iberoamericana de Educación, 4(41). Recuperado de: http://www.rieoei.org/experiencias143.htm
  • Parcerisa, A. (2007). Didáctica en la educación social. Enseñar y aprender fuera de la escuela (6ª ed.). Barcelona: Graó.
  • Pérez, G. (1993). Elaboración de proyectos sociales. Madrid: Narcea.
  • Zabala, A. (1995). La práctica educativa. Barcelona: Graó.