Contexto
¿Quién no se ha visualizado en la cima del éxito? Inmediatamente pensamos en que necesitamos mucho dinero para emprender algo en serio, o que todo sería más fácil teniendo un doctorado para ser un experto en cierta área, o incluso, que sin las relaciones adecuadas no se puede llegar muy lejos. En parte es cierto, puede ser posible que esas variables sí tengan algo que ver a final de cuentas en el éxito de las personas, y por ende, de las empresas.
No obstante, según un estudio de la empresa de recursos humanos Gape Business Group México, la cualidad que el sector empresarial más aprecia en términos de éxito individual es el liderazgo:
[El liderazgo] debe ser positivo. El directivo de la empresa debe empujar a su equipo a llegar a los resultados de la compañía invitándolos, no a la fuerza, como obligación.
A esto hay que agregar que, según la empresa de reclutamiento Manpower, la Alta Gerencia es el tercer puesto más difícil de cubrir en México. ¿Qué sería entonces de una persona que aspira a un puesto de alta gerencia si no tiene habilidades de liderazgo? ¿Cómo puedes saber tú que cuentas con los dotes necesarios de liderazgo?
Explicación
¿Por qué ser mejor líder? ¿Cuál es la necesidad de mejorar tu liderazgo? Cuando creces como líder crece tu capacidad de guiar a tu equipo de trabajo para lograr los objetivos y tener buenos resultados, ayudando a todos -incluyéndote a ti mismo- a ser más eficiente en todos los ámbitos tanto a nivel personal como profesional.
John Maxwell, reconocido experto en liderazgo a nivel mundial, define “La Ley del Tope”, de la siguiente manera:
Entender a fondo las implicaciones de esta ley te ayudará a entender de mejor manera el valor del liderazgo. Entre más alto sea el nivel de liderazgo de una persona, mayor será su nivel de eficiencia y viceversa.
Pero, ¿cómo medir el liderazgo? Respecto a los parámetros y estándares de medición, dicho autor cita lo siguiente:
Observa el siguiente video
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=y-hfOhGbpRE
Todo el mundo puede alcanzar el éxito, pero un éxito sin liderazgo sólo produce logros limitados. El impacto de una persona que no ha desarrollado su capacidad de liderazgo al máximo representa sólo una mínima parte de lo que puede lograr si mejora su liderazgo al tope de su potencial.
Para comprender mejor la Ley del Tope observa detenidamente la siguiente imagen, donde el eje horizontal representa el esfuerzo dedicado por una persona para alcanzar un objetivo, el eje vertical representa su capacidad de liderazgo, y el área bajo la curva (el área sombreada) representa el valor de la eficacia alcanzada.
Este gráfico representa, como puedes apreciar, a una persona que pone un gran empeño y dedicación para alcanzar el éxito, pero con un liderazgo limitado. Tal como se muestra, una persona con 8 puntos de dedicación, pero con sólo 1 punto de liderazgo, tendrá un nivel de eficacia en su trabajo sumamente pobre. Al multiplicar los 8 puntos de dedicación por 1 punto que tiene en su capacidad de liderar, con el fin de obtener el área rectangular del área sombreada, nos arroja una eficacia de tan sólo 8 puntos.
Como conclusión se puede afirmar que esta persona podría trabajar todavía más duro, y poner más dedicación a su trabajo, pero por mucho que se esfuerce, su índice de eficacia no podrá aumentar en grandes proporciones.
Ahora te invito a que revises la siguiente imagen.
En este otro caso, si la persona mostrada en la gráfica se preocupa por aumentar su nivel de liderazgo a un nivel 3, simplemente usando sus dotes naturales de liderazgo, aunado a la dedicación y empeño que acostumbra, puede aumentar su nivel de eficacia un trescientos por ciento.
Sin embargo, si esta misma persona decide aprender a ser un mejor líder de una forma más profesional, y con esto sube su nivel de liderazgo a 7, su eficacia puede subir hasta en un 700% ¡El liderazgo tiene un efecto multiplicador!
Es por esta realidad que, en momentos de dificultad, las compañías u organizaciones siempre buscarán cambiar de líder. Es decir, cuando una empresa se encuentra ante problemas realmente serios, rara vez se culpa al equipo que está laborando. Por lo general, se dice que el que está fallando es el director de la organización.
Un ejemplo simple de este fenómeno se da muy frecuentemente en los clubes deportivos profesionales. En particular, podemos citar el de la Selección Mexicana de fútbol durante 2014, cuando por malos resultados (bajo puntaje) y estar al borde la bancarrota (eliminación de la Copa del Mundo en Brasil), se realizaron en muy poco tiempo dos cambios radicales en lo más alto de la estrategia: deshacerse del entrenador José Manuel de la Torre, contratar provisionalmente a Víctor Manuel Vucetich para luego terminar con el entrenador Miguel Herrera, quien finalmente logró dar un giro positivo a los resultados de la selección dados previamente. Miguel levantó la moral del equipo inmediatamente y llevó al equipo a la competición mundial donde realizó un buen papel.
Obtenido de:
http://www.espndeportes.com/...
Para fines educativos exclusivamente
El tope de cualquier persona puede ser, en teoría, elevado. Lo importante en este tema es entender que esto lleva tiempo, y que es un proceso que no se culmina de la noche a la mañana.
Si hiciéramos un recorrido por las biografías de los grandes líderes de todos los sectores, nos encontraríamos frecuentemente con la narrativa del que no tenía nada pero lo consiguió todo. Por ejemplo, el que comenzó desde niño vendiendo periódicos y gracias a su dedicación en el trabajo y en su educación, aunado a sus dotes de liderazgo, logró convertirse en una historia de éxito.
Pero, ¿cómo se puede elevar el tope? Una vez teniendo en mente que es un proceso que puede llevar tiempo, revisa estas sugerencias de cómo lograrlo efectivamente.
Para elevar nuestro tope de una forma eficaz, es necesario aplicar la Ley de la Intencionalidad. Dicha ley establece que para elevar tu tope debes tener la intención de hacerlo: uno no crece de forma accidental. El que crea que el crecimiento se da por sí solo, está siendo un ingenuo. Hay mucho más que decir acerca de esta ley, pero por ahora lo importante es comprender que para elevar tu tope personal, primero que nada debes tener toda la intención de elevarlo. Tu tope, queda claro, nunca se elevará por sí mismo.
El autoconocimiento es fundamental para poder elevar tu tope. Para intentar llegar a un destino, primero necesitas forzosamente saber en dónde estás ubicado exactamente. En este sentido, para elevar tu tope, es indispensable conocer estos tres puntos:
¿Cuál es tu motivación? ¿Por qué quieres ser mejor líder? Conocer el por qué te ayuda a establecer un propósito. Cuando una persona tiene un propósito claro, surge una gran energía y convicción para perseverar.
¿Qué objetivo quieres alcanzar? El conocer tus propios objetivos te ayuda a generar una visión, y tener una visión clara te permite conocer y seguir la dirección en la que tienes que caminar.
¿Qué fortalezas tienes que te permiten alcanzar esa visión con mayor facilidad? ¿Qué debilidades crees que tienes que frenan tu impulso por llevar a cabo la visión? Si quieres ser efectivo, enfócate en desarrollar tus fortalezas. En cuanto a las debilidades, es importante primero que nada saber si es algo que puedas desarrollar por tu propia cuenta, o si necesitas la ayuda de alguien más. Considéralo.
Una vez conociendo los puntos anteriores, es necesaria la creación de un plan de acción con puntos específicos en los que te vas a enfocar para crecer. ¿Por qué elaborar un plan de vida? “El riesgo de llevar a cabo un plan de vida es muy alto, pues se cumplirá casi todo aquello que sueñas y por lo que trabajas” (Alva, 2011). La forma concreta de cómo elaborar el plan se revisará y explorará más adelante.
Cierre
Todos tenemos cierta medida de liderazgo y esa medida determina nuestro nivel de eficacia personal y el de nuestra organización. En este tema aprendiste que si quieres ser más efectivo, necesitas elevar ese tope. Ese tope es la medida en que podrás influir en los demás. Mientras más grande sea tu meta, mayor capacidad de influencia vas a necesitar.
Y recuerda, ese tope puede seguir siendo elevando constantemente, sólo necesitas aprender a influir en otros. Este proceso de desarrollarte como líder durará toda la vida y únicamente crecerás si lo haces de manera intencional. Por ahora, pregúntate: ¿cuál es tu capacidad de liderazgo comparada con tu nivel de dedicación? ¿Cuentas ya con un plan de crecimiento? ¿Tienes claro en qué aspectos son en los que tienes qué crecer? Reflexiona.
Checkpoint
Revisa a continuación el Checkpoint:
Asegúrate de contestar las preguntas que se enlistan a continuación, te servirán para realizar un autoanálisis sobre la comprensión del tema que acabas de revisar.
Referencias