En una organización, el líder debe desarrollarse a sí mismo primero para después poder desarrollar a los demás. La organización se quedará estancada si su líder está estancado. Es por esta razón que las empresas dan mucha importancia en desarrollar a sus líderes en todos sus niveles. Es común ver que grandes o medianas empresas se invierta en el pago de maestrías, certificaciones o diplomados a sus gerentes y directores.

Un director de finanzas se acercó al director general para convencerlo de no invertir tanto en la capacitación de su personal, diciéndole: “No invirtamos en eso. Es dinero tirado a la basura. ¿Qué pasa si los capacitamos y se van de la compañía?” A lo que el director general le respondió: “¿Qué pasa si no los capacitamos y se quedan?”

Las organizaciones buscan, cada vez más, elevar las habilidades de sus líderes, porque se dan cuenta que el crecimiento de todo el equipo depende en gran medida de la capacidad de su liderazgo.

La forma de aplicar esto a tu empresa u organización consiste en desarrollar un plan de crecimiento personal que te prepare en áreas y habilidades que te permitan dirigir mejor a tu equipo. Haz una lista de cosas en las que consideras que necesitas crecer para tener un mayor impacto en la dirección de tu organización. El desarrollarte a ti con un buen plan de crecimiento estratégico, crecerá tu liderazgo en la organización.

En el módulo pasado revisamos que el tope de liderazgo es nuestro tope en la efectividad de la organización o de nuestra efectividad personal. Nunca se ha escuchado que una organización crezca de forma sobresaliente con líderes incapaces.

También veíamos en el módulo anterior cómo ese tope puede ser levantado a través de un proceso de crecimiento intencional. Por ejemplo, si uno es un líder nivel 3, podría levantar con esfuerzo y dedicación, su tope a un nivel 6. Si no corta su crecimiento y continúa enfocándose en crecer, podrá llegar a un nivel 8 de liderazgo.

Ya vimos que el liderazgo se apoya en los pilares de relaciones, respeto y resultados. Cuando hablamos de desarrollarte como líder, hablamos de crecimiento en cada uno de estos pilares.

¿Por qué es importante recordar todo esto? Porque el crecer como líder te abre una puerta: la puerta de poder desarrollar a otros. Esta puerta se abre por las siguientes dos razones:

1. Tus seguidores te dan el permiso de que seas su líder.

Ya vimos que el liderazgo es influencia y que la influencia se gana a través de los 3 pilares del liderazgo. Si te enfocas en desarrollar cada uno de estos 3 pilares, tu liderazgo crecerá de forma sólida sobre una base bien cimentada.

En la medida en la que cada uno de estos pilares van creciendo y fortaleciéndose es en la medida en la que tus seguidores van a ir permitiéndote que los dirijas. Tu influencia sobre ellos crecerá.



2. Tu capacidad crece, permitiéndote ser mentor o coach de tu equipo.

Seguramente has escuchado el dicho: “Nadie da lo que no tiene”. Ese dicho se hace realidad aquí. El ajedrez es un juego que nunca me ha interesado. Probablemente he jugado un par de veces en toda mi vida. Aunque me sé las reglas, nunca le he dedicado tiempo para aprender jugadas ni estrategias de juego. En mi vida he tenido el interés suficiente como buscar, por lo menos, tutoriales en YouTube para aprender a ser un mejor jugador. Estoy seguro de que cualquier niño me dejaría en ridículo si me pongo a jugar con él. Seguramente, mis amigos pensarían que es broma si les dijera que pienso ponerme a dar clases de ajedrez y que deseo formar a los mejores jugadores de ajedrez de la ciudad. Claro, es absurdo. Es imposible que yo pueda formar buenos jugadores de ajedrez si apenas sé cómo mover el caballo. Si quisiera lograr algo así, tendría que incrementar mis conocimientos del juego y, a su vez, ponerme jugar con quien se me pusiera en frente. Me ayudaría mucho integrarme en algún club de ajedrez para incursionar de lleno a ese ambiente, y aprender de los mejores. Sería imperativo que buscara algún maestro si quisiera incrementar mis habilidades en el menor tiempo posible. En resumen, tendría primero que desarrollarme yo, para tener la capacidad de desarrollar a otros.



Esto ocurre en cualquier ámbito de la vida. Cuando desarrollas habilidades específicas, adquieres conocimientos que otros no tienen y lo combinas con el irrefutable paso de la experiencia a través del tiempo, te da las herramientas necesarias para desarrollar a otros y dirigirlos adecuadamente.

Es poco probable que escuches historias de personas que digan: “No sé qué pasó, pero hoy amanecí con 20 kilos menos. ¡Qué raro!”; o comentarios de este tipo: “Fíjate, que hasta la semana pasada yo era capaz de correr una carrera de 10km en 1 hora y 10 minutos… y hoy por la mañana corrí los 10 km en 35 minutos. ¿Quién sabe qué habrá pasado?”. Para lograr bajar de peso o mejorar tus marcas personales, necesitas crear un plan y tomar decisiones intencionales que te ayuden a lograr tus objetivos. Nadie crece por accidente.

Hay 8 brechas que te impiden crecer.

Estas brechas son lo que se llama en coaching “creencias limitantes”. Son pensamientos que tenemos nosotros mismos que nos impiden tomar acción. En el área del crecimiento personal, ¿cuál de estas brechas te está afectando? El crecimiento intencional lucha constantemente contra estas brechas. A continuación podemos ver las diferencias entre crecimiento accidental y crecimiento intencional según John Maxwell:

Una vez que decides crecer de manera intencional, lo que sigue es establecer un plan que te permita hacerlo de manera efectiva. “Los líderes entienden que la actividad no es necesariamente logro”. Es por esto que el plan de crecimiento debe ser eficaz y bien pensado, ya que podríamos caer en el error de estar haciendo mucho y logrando poco.

Para crear un buen plan, te puedes basar en las siguientes preguntas:

1. ¿Hacia dónde voy? – Tengo en mente el cuadro completo.

Cuando elabores tu plan de crecimiento debes tener en mente el cuadro completo. Es decir, debes saber dónde estás y a dónde quieres ir. Debes tener una idea clara de qué necesitas para poder llegar al objetivo. Esto lo abordaremos con mayor profundidad en otro tema. Sin embargo, es importante mencionarlo ahora, ya que debe ser parte esencial en la elaboración de un plan. Las siguientes preguntas nos ayudarán a tener todas las piezas del rompecabezas antes de empezar a armarlo.

2. ¿Qué me genera el mayor valor? – Dedico el tiempo a lo que tiene mayor impacto.

Esta pregunta y la que siguen nos ayudan a priorizar el uso de nuestro tiempo. Todos tenemos 24 horas, de las cuales ocupamos 8 para dormir (o al menos ese es el tiempo que deberíamos ocupar para dormir). La semana tiene sólo 7 días, y el año 365 días. El punto que quiero presentar aquí es que estamos limitados por el tiempo y debemos ser estratégicos para obtener el mayor retorno posible del tiempo que usamos.

La pregunta entonces es, ¿qué me da mayor valor de retorno? Para ayudarte a responder a esa pregunta, considera estos consejos:

1. Enfócate en tus fortalezas.

Uno comienza a crecer de manera sorprendente siempre que está trabajando en sus fortalezas. Esto es muy notorio en todas las personas. Pon a un niño con talento musical en clases de música y verás cómo despega y sobresale de los demás en muy poco tiempo. Pon a ese mismo niño en clases de futbol y, si jugar futbol no es uno de sus talentos naturales, invertirá mucho tiempo y esfuerzo y posiblemente no salga nunca de la banca.

Los líderes efectivos ocupan el 70% de su tiempo y energía en el desarrollo de sus fortalezas. Trabajar en tus fortalezas produce un retorno muy alto.

Por otro lado, trabajar en tus debilidades produce un retorno bajo y lento. La clave está en minimizar lo más posible el enfoque en las debilidades o áreas de oportunidad. Es por eso que es muy importante conocer tus fortalezas e invertir en ellas.

2. Sigue la ley de Pareto.

En 1906, Vilfredo Pareto, economista italiano, encontró que el 80% de la riqueza se encontraba en manos del 20% de la población, y el otro 20% de la riqueza se encontraba en manos del otro 80% de la población. Este fenómeno fue encontrado posteriormente por distintas personas en sus áreas de expertise. A este principio también se le conoce como el principio del 80-20. En la industria se encontró que el 20% de los defectos ocasionan el 80% de los problemas.

La ley de Pareto establece que en todo hay un 20% vital y un 80% trivial. Ese 20% vital es el responsable del 80% de los resultados y el 80% trivial es el responsable de solamente el 20% de los resultados.

¿De qué sirve este principio? Pues sirve para priorizar esfuerzos para solucionar problemas. Por ejemplo, en la industria. Si sólo el 20% (vital) de todos los defectos ocasionan el 80% de los problemas, me voy a enfocar a solucionar ese 20% en vez de dedicarle tiempo a solucionar el otro 80% (trivial). Los porcentajes no son exactos y pueden variar, pero sirven para dejar claro el punto.

De la misma manera, para establecer tu plan de crecimiento puedes enfocarte en aquel 20% vital que te va a dar el 80% de tu retorno. Enfocarte en tus fortalezas, como lo mencionamos en el punto anterior, es precisamente aplicar la ley de Pareto.

¿Qué es aquello que dedicándole menos tiempo y dinero te dará el mayor retorno? ¿Qué relaciones te darán el mayor retorno? ¿Qué temas te conviene estudiar que te darán un mayor retorno? ¿En qué hábito te conviene trabajar que si tan solo lo dominaras le daría un gran impulso a tu carrera y a tu vida?

3. ¿Qué me produce mayor satisfacción? – Tengo claro qué es lo más importante en mi vida.





Es muy común que nuestra agenda esté llena de pendientes y de compromisos de poca importancia para nuestra vida, dejando sin lugar a las cosas que realmente son importantes. Muchas personas viven así dejando pasar años enteros solamente para darse cuenta mucho tiempo después (a veces décadas) del gran error cometido al ver su vida en un lugar muy diferente al que hubieran querido estar.

¿Qué es lo más importante en tu vida? Como líder, lo más importante deben ser tus relaciones, y lo más importante para tu vida, deben ser tus relaciones más cercanas: cónyuge, hijos, familia, amigos.

¿Qué más? Aquello que esté relacionado con tu propósito de vida; aquello que te dé mayor satisfacción personal. Cuando se habla de satisfacción personal no se refiere a aquello que da una gratificación inmediata (placer inmediato, construir el ego, etc), sino más bien, de aquello que te da una retribución interior y que te acerca a una felicidad plena. En el siguiente tema ahondaremos más sobre este punto.

Dado que el tema es sobre el desarrollo de una estrategia de crecimiento, es muy importante mencionar la necesidad de que todo esto se vea reflejado en el calendario. ¿Cuántas horas le voy a invertir a esta persona? ¿Qué día de la semana voy a bloquear para trabajar en esto que es importante en mi vida? ¿Con qué frecuencia voy a estar haciéndolo?