Contexto


Mediocridad: silente antagonista

Lee la siguiente historia del libro Death by Meeting de Lencioni (2004):

Durante los primeros dos años del lanzamiento de su compañía, Yip Software, Casey sacó su primer producto, el cual inmediatamente se convirtió en el estándar de la industria por su realismo en los juegos relacionados con deportes. Dada su vasta experiencia en el deporte, el juego reflejaba un entendimiento profundo de muchos de los aspectos finos del golf, incluyendo claro, los greens de putt.

Para el décimo aniversario de la compañía, Casey y su compañía habían lanzado ocho exitosos juegos al mercado, abarcando golf, ciclismo, y el más reciente, tenis. Gracias a la habilidad de Casey de atender a los detalles, los juegos adquirían notoriedad de manera consistente por la precisión con la que capturaban paisajes de alrededor del mundo.

Incluso los más grandes defensores, y tenía muchos, aceptarían en privado que Yip Software podría tener dos veces el tamaño actual bajo la mayordomía de un líder más disciplinado y enfocado.

En teoría los resultados de la compañía deberían de hablar por sí mismos. Yip nunca había dejado de tener rentabilidad y había cosechado de manera consistente premios por sus productos a lo largo de los años. A simple vista, Casey y su compañía se verían como una empresa determinada y motivada.

En la realidad la compañía era mediocre. Comenzaba por Casey […] si los números tenían sentido al final de cada cuarto, y él tenía oportunidad de jugar algunas rondas de golf cada semana, Casey estaba tranquilo, incluso feliz.

Letárgicas. Desenfocadas. Sin Pasión. Eran los calificativos más comunes con los que los visitantes solían describir lo que veían después de participar aunque sea en sólo una parte de una junta del equipo directivo.

El equipo directivo estaba dolorosamente consciente del tedioso ritual semanal. Pero decidieron hace mucho tiempo que era un problema inocuo, uno de esos males necesarios de hacer negocio. Además, razonaban, “casi todas las juntas corporativas son probablemente tan malas como esta”.

Pero habían subestimado la magnitud del problema. Nunca se les ocurrió, ciertamente, que la cultura organizacional vendría a convertirse en un espejo de estas juntas.

Incluso los nuevos reclutas eran sorprendidos por la falta de pasión que encontraban después de ingresar a la compañía. Pero al igual que sus colegas, rápidamente aprendían a aceptar que Yip nunca iba a darse cuenta del gran potencial que sus productos poseían debido a lo que ellos describirían como la “sutil mediocridad” que invadía  la organización.

Una organización debe ser, casi por definición, una sinergia en todos sus sentidos. Si las personas de forma individual pudieran alcanzar los resultados que logra una organización, ésta pierde su razón de ser. Como líder debes buscar la forma de crear o aumentar la sinergia en el equipo en el que te encuentres. Si el desempeño del equipo como conjunto no es mayor que la suma del desempeño de cada uno de sus integrantes quiere decir que la sinergia no está funcionando. Una forma sencilla de construir sinergia en el equipo es desarrollando tu sistema de juntas. Pon atención al próximo tema en donde aprenderás la técnica para poder llevarlo a cabo.

Preguntas detonadoras o de reflexión:

¿A qué crees que se deba esta “sutil mediocridad”?

¿Por qué crees que esta mediocridad es “sutil”?

¿Por qué resulta asombroso e inquietante atestiguar esta mediocridad?

Explicación


13.1 ¿Qué es sinergia?

Al analizar a detalle la función del líder, su equipo y lo que significan el uno para el otro, has descubierto el inicio de un proceso que los llevará a tomar el impulso que requieren para poner la organización en movimiento. ¿Qué significa en movimiento? ¿Cómo analizar esta dinámica que en ciertos casos es deseable en un equipo y en otros se debe combatir? A esta dinámica se le llama sinergia.

La Real Academia describe sinergia como una palabra proveniente del griego que significa “cooperación” y la define como la acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.


En el mundo moderno no se puede hablar de sinergia sin evocar a Stephen Covey (1989) en Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, que ha vendido más de 25 millones de copias y se ha traducido a cuarenta idiomas en todo el planeta. En sus palabras:

Para ponerlo de manera sencilla, “dos cabezas son mejor que una”. Sinergizar es el hábito de crear cooperación. Es trabajo en equipo, es apertura de mente, y es la aventura de encontrar nuevas soluciones a viejos problemas. Pero esto no sucede así nada más por sí sólo. Es un proceso, y mediante ese proceso, la gente trae toda su experiencia personal y experiencia a la mesa. Juntos pueden producir mucho mejores resultados de lo que hubiesen producido de forma individual. Sinergia nos permite descubrir conjuntamente cosas que sería mucho menos probable las descubramos por nosotros mismos. Es esta idea que el todo es mayor que la suma de sus partes. Uno más uno es igual a tres, o seis o sesenta, tú dime.

Cuando la gente comienza a interactuar de manera conjunta genuinamente, y están abiertos a la influencia del otro, empiezan a obtener un nuevo y profundo conocimiento de la otra persona. La capacidad de inventar nuevas formas de ver las cosas es aumentada exponencialmente por causa misma de las diferencias entre ellos.

El valorar las diferencias es lo que realmente impulsa a la sinergia. ¿Realmente valoras las diferencias mentales, emocionales y psicológicas que existen entre las personas? ¿O sólo desearías que todos estuvieran de acuerdo contigo para que todos pudiesen llevarse bien? Mucha gente confunde uniformidad con unidad; similitud con unicidad. Sólo tengo una sola palabra para eso: ¡aburrido! Las diferencias deben de verse como fortalezas y no como debilidades.  Estas añaden energía y entusiasmo a la vida.

Se puede entender ahora que sinergia, aplicada al equipo, es el efecto conjunto del esfuerzo y la eficacia de cada uno de sus miembros. Este efecto productivo es mucho mayor que la productividad individual. Sólo restaría agregar que, si bien se entiende este concepto como un concepto de naturaleza positiva, es más bien de carácter neutral.

Como aprecia claramente en la introducción de este tema, la mediocridad vivida y respirada en cada una de las juntas de la compañía estaba teniendo efecto en el resto de la compañía. Era un efecto devastador, si bien sutil, para el accionar de la compañía, como si la operación estuviera muerta y caminando sólo por causa de un leve impulso que el mercado, dada la aceptación de sus productos, generaba. Efecto que era rápidamente copado y neutralizado por la influencia que generaba semana a semana el equipo directivo.

Es decir, esta sinergia puede ser la multiplicación de los efectos tanto positivos como negativos de los miembros del equipo. ¿Cómo se puede entonces lograr la sinergia positiva? ¿Cómo podemos generar la sinergia deseada en un equipo y lograrla convertir en algo que nada ni nadie pueda detener?

Jim Collins (2002) ejemplifica con la imagen de una rueda de molino lo que sucede con la dinámica de transformar los equipos mediocres en excelentes. En un principio será algo desgastante y de mucho esfuerzo, pero a la larga dará sus frutos propios y será un efecto que será incluso difícil que se pueda revertir, aun deseándolo.

Imagina una rueda de molino, pesada y enorme, un disco masivo montado horizontalmente en un eje, de unos 30 pies de diámetro, 2 pies de grosor y pesando aproximadamente 5,000 libras. Ahora imagina que tu tarea es hacer que la rueda comience a rotar sobre el eje lo más rápido posible.

Empujando con gran esfuerzo, haces que la rueda se mueva una pulgada, moviéndose casi imperceptiblemente en un principio. Tú sigues empujando, y después de dos o tres horas de esfuerzo persistente, haces que la rueda de molino complete una vuelta entera.

Sigues empujando, y la rueda comienza a moverse un poco más rápido, y con un gran esfuerzo continuo, la mueves una segunda vuelta. Sigues empujando en una dirección consistente. Tres vueltas…cuatro…cinco…seis…la rueda acumula velocidad…siete…ocho…sigues empujando…nueve…diez…ahora acumula momento…once…doce…se mueve cada vez más rápido con cada vuelta…veinte…treinta…cincuenta…cien.

Entonces, en cierto punto — ¡un punto de quiebre!— El momento de esta cosa entra a tu favor, impulsando la rueda hacia adelante, vuelta tras vuelta […] su propio gran peso trabajando ahora para ti. Ya no estas empujando más fuerte que la primera rotación, pero la rueda va cada vez más rápido. Cada vuelta de la rueda acumula trabajo hecho con anticipación, acumulando tu inversión de esfuerzos. Mil veces más rápido, luego diez mil y luego cien mil. El enorme y pesado disco vuela hacia adelante, con un momento casi imparable.

Ahora supón que alguien llega y pregunta, “¿Cuál fue el gran empujón individual que hizo que esta cosa fuera tan rápido?” […] Fueron todos los empujones sumados en una acumulación general del esfuerzo aplicado en una dirección consistente.

Esta imagen ciertamente captura de una manera gráfica y muy clara lo que debe pasar en una organización que quiere ir de regular o mediocre a excelente. No importa lo dramática que pudiera resultar una transformación, jamás se dará por un sólo esfuerzo, estrategia o incluso programa que se hubiese podido dar en su interior. No hay innovación disruptiva o una revolución radical como en una reingeniería que pudiera ser la causante de la transformación real, consistente y duradera de una organización.

Esta metamorfosis tal como se describe, que sea la generadora de la sinergia positiva entre los elementos de un equipo o una organización, sólo puede ser fruto de un esfuerzo acumulado no solamente de todos los miembros, sino también en el tiempo, paso a paso, decisión a decisión, “revolución a revolución de la rueda de molino” (Collins, 2002).

13.2 ¿Cómo se crea la sinergia?

¿Qué significa esto en términos prácticos? ¿Cómo se puede crear un momento en la organización, un momento que no se pueda detener fácilmente? ¿En qué consiste este esfuerzo constante y consistente en una misma dirección que eventualmente creará este tan preciado momento?

Para responder estas preguntas, Verne Harnish (2006) señala la necesidad de establecer en una organización ritmo, a base de un sistema de juntas.

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1. Junta diaria: noticias de la mañana

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2. Junta semanal: táctica

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3. Junta mensual: estratégica

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4. Junta trimestral: capacitación

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“Para hacer más que simplemente mucho ruido en tu negocio, tienes que tener ritmo. Entre más rápido quieres ir, más rápido tienes que pulsar” (Harnish, 2006), con estas reuniones, con un contexto y un contenido específico cada una, se obtiene la oportunidad de mantener enfocado al equipo, resolver rápidamente cualquier problema y tener la alineación de las actividades en torno a la visión de la organización.

13.3 La moral en el equipo

Esta moral alta que se da en los equipos, y que en el mundo corporativo se alcanza mediante el sistema de juntas, el momento de la rueda de molino de Collins es justamente la moral alta de un equipo. Algo que una vez que se eleva no se puede parar.

Lo que en realidad ayuda al equipo a dar lo mejor de sí es la moral alta. Esta puede hacer una gran diferencia. Cuando un equipo tiene la moral alta, no solamente debe tratar con cualquier circunstancia que se le presente: crea sus propias circunstancias (Maxwell, 2008).

Aquí es cuando se debe buscar crear la sinergia necesaria que genere el momento en forma de moral alta del equipo. Esta se dará mediante el sistema de juntas pues permitirá a los miembros del equipo:

Esto es lo que se obtiene del sistema de juntas como miembro del equipo, pero para un líder es comenzar a dar vuelta a esa rueda de molino significará pasar por las Cuatro etapas de la moral de John Maxwell (2008).

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  1. Investigar la situación: Se debe poner especial atención en lo que el equipo está fallando.
  2. Inspire confianza: Se debe de ser el iniciador de esa confianza, “los mejores planes y las tácticas más habilidosas pueden aún fallar por falta de confianza” (Kasparov, 2010).
  3. Produzca energía: Se debe imprimir energía comenzando por el líder, el equipo pronto se inundará de ella.
  4. Transmita esperanza: La gran necesidad del equipo en esta etapa es justamente la esperanza. Se debe mostrar a todos el potencial del equipo los líderes son distribuidores de esperanza.
  1. El líder debe de ser un modelo de conducta de alto rendimiento.
  2. Se debe profundizar las relaciones con personas de alto potencial, el objetivo es desarrollar a otros productores dentro del equipo.
  3. Las pequeñas victorias ayudarán a poner las cosas en movimiento.
  4. Es necesario comunicar la visión, esto provee de la dirección y confianza al equipo.
  1. Crear los cambios que mejoren al equipo incluye tomar decisiones difíciles.
  2. Se debe de recibir el apoyo de los miembros del equipo, deben existir miembros del equipo que adopten la visión como propia, aparte del líder.
  3. Se debe comunicar el firme compromiso que tiene el líder con el equipo y la organización.
  4. Desarrollar y capacitar a los miembros para lograr el éxito.
  1. Se debe mantener al equipo enfocado y alineado en el curso correcto.
  2. Comunicar los triunfos, saber que están haciendo bien su trabajo los ayuda a mantener el rumbo.
  3. Eliminar todo lo que vaya en contra de la moral alta.
  4. Permitir que otros dirijan, como forma de preparación de otros líderes, esto es un detonador del desarrollo del equipo.

13.4 Mentalidad de constructor VS liderazgo carismático

Aquí se hace más evidente la necesidad de un liderazgo que busque construir una organización exitosa más que la de tener un líder carismático. Ser un líder carismático, tal como se vio en el tema de liderazgo con inteligencia emocional, es de gran ayuda, ya que este tipo de líderes tiene la capacidad de mover a sus seguidores conectando con ellos emocionalmente. Sin embargo, si este líder no se vuelve también un líder constructor, o un líder que busque servir a su equipo, batallará mucho en poder llevarlos a alcanzar resultados sobresalientes.

Se puede distinguir, entonces entre dos mentalidades: la mentalidad del líder que busca influir para que las cosas salgan a su modo y la mentalidad del líder constructor que siempre busca primero el bien del equipo. El primero dice: “¿Cómo le hago para que hagan lo que yo quiero?”. El segundo dice: “¿Esto que estoy haciendo ayuda al equipo?”. Uno busca su beneficio, mientras el otro busca el éxito del grupo. Uno busca servirse de su equipo para alcanzar su propia meta; el otro busca servirlos a ellos para alcanzar la meta común.

“Cualquier estilo o técnica que un individuo utilice para dirigir es bueno, siempre y cuando, las acciones de los líderes estén orientadas a construir las capacidades de la gente que dirige para hacer todas las cosas necesarias para que la organización tenga éxito. En este sentido, el líder es un arquitecto y un constructor. Debe diseñar una organización que ayude a sus individuos a desarrollarse y crecer y, posteriormente, construir la organización para que al final, todas las acciones necesarias para ayudar a que la organización sea exitosa sean ejecutadas por sus miembros. Así que, cualquier talento que tenga una persona, cualquiera que sea su personalidad, cualquier estilo de gestión con el que se sienta más cómodo, puedan ser todos efectivos si el líder concentra sus esfuerzos en construir una organización que tenga todas las capacidades que necesita para triunfar.”

(Jerry Porras 2016).

Práctica


¿Has participado en algún equipo de trabajo o deportivo en donde se pueda identificar la etapa de la moral en la que estabas? ¿Podrías identificarla? ¿Qué acciones concretas se realizaron o pudieron haberse realizado para elevarla? Elabora un archivo de audio con las respuestas a estas preguntas. Puedes utilizar algún dispositivo móvil o la herramienta http://vocaroo.com/.

Cierre


La sinergia es el efecto conjunto del esfuerzo del equipo completo, es el momento en forma de moral alta para el grupo. El sistema de juntas es el vehículo mediante el cual el líder puede imprimir ritmo al equipo y construir y acumular el momento.

El sistema de juntas de Verne Harnish se divide en:

  • Juntas diarias
  • Juntas semanales
  • Juntas mensuales
  • Juntas trimestrales

Existen cuatro etapas por las cuales el líder debe transitar si quiere llegar a desarrollar moral alta en su equipo y así lograr la sinergia:

Etapa 1: Moral escasa, el líder debe hacer todo.
Etapa 2: Moral baja, el líder debe hacer cosas productivas.
Etapa 3: Moral moderada, el líder debe hacer cosas difíciles.
Etapa 4: Moral alta, el líder debe hacer pocas cosas.

Identifica cual es la moral en tu salón de clases. ¿Hay algo que puedas hacer para elevarla?

Checkpoint


Antes de dar por concluido el tema, asegúrate de contestar las preguntas que se enlistan a continuación.

Instrucciones: Haz clic en las preguntas para conocer su respuesta

La acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.

  1. Diaria: Noticias de la mañana
  2. Semanal: La junta táctica
  3. Mensual: Estratégica
  4. Trimestral: Capacitación
  1. Moral escasa
  2. Moral baja
  3. Moral moderada
  4. Moral alta

Referencias


  • Collins, J. (2002). Empresas que sobresalen: Por qué unas sí pueden mejorar la rentabilidad y otras no. Colombia: Editorial Norma S.A.
  • Covey, S. (n.d.). The 7 Habits of Highly Effective People. Habit 6: Synergize. Recuperado de https://www.stephencovey.com/7habits/7habits-habit6.php
  • Harnish, V. (2006). Mastering the Rockefeller Habits: What you must do to increase the value of your growing firm. EE. UU.: SelectBooks.
  • Kasparov, G. (2010). How Life Imitates Chess: Making the Right Moves- From the Board to the Boardroom. EE. UU.: Bloomsbury.
  • Lencioni, P. (2004). Death by Meeting: A Leadership Fable about solving the most Painful Problem in Business. EE. UU.: Jossey-Bass A Wiley Imprint.
  • Maxwell, J. (2008). Las 17 Leyes Incuestionables del Trabajo en Equipo. EE. UU.: Grupo Nelson.