Contexto
Un punto crucial dentro del proceso de edición digital, y de los más identificados a simple vista, son los efectos y filtros, los cuales pueden dar un significado contundente en la representación del contenido, e incluso ser un elemento indispensable que genere toda una categorización en la nueva generación de películas y comerciales.
En la percepción de la audiencia, esto representa ya un sentido de credibilidad intermedia, porque al no ser identificable como algo real, se acepta como un efecto. En los inicios de la digitalización y de capacidad de procesamiento en el desarrollo de la computación, fue desarrollándose la velocidad de procesar imágenes capturadas con fotografía en representaciones a escala de escenografía.
Para la época de los años 80´s, la mayoría de las producciones de cine utilizaban de forma combinada imagen fija interpolada, para generar animaciones y, al mismo tiempo, modificar cuadro por cuadro con retoque fotográfico. Esta última parte del retoque no generaba un realismo, pero sí permitía proponer un entorno de fantasía y una vista al futuro.
A lo largo del tiempo se han ido desarrollando técnicas de ilustración, fotografía y video digital. Cerca de los años 90´s se desarrolla el modelo de videojuegos con consolas con mayor procesamiento que permite desarrollar condiciones creativas, y así, dar mayor realismo a los personajes tanto para simular movimiento del cuerpo humano, como en la caracterización de personajes, renderizados con mayor número de polígonos y herramientas de modelado en 3D.
Crear entornos futuristas, basados totalmente en la composición digital a través de la computadora, estableció un precedente en términos tecnológicos, cinematográficos y comerciales. Esto representaba visualmente un realismo, mismo que a inicios del año 2000, ya proponía juegos con texturas, precisión y movimientos cercanos a un 95% del comportamiento humano. Desde ese punto de vista, resultaba complicado identificar qué partes estaban componiéndose totalmente con efectos visuales, pues dichos efectos lograron ser un estándar en los editores de video.
Actualmente se alcanzan millones de puntos casi imposibles de identificar, ya que la súper alta definición y la captura a una proporción mayor a los 3000 pixeles y en 360 grados, aún en video, son ya una realidad que propone la creación de un mundo totalmente inmersivo (realidad virtual) y extendido (realidad aumentada). Esto ha modificado también la percepción, pues ahora el contenido está centrado en la experiencia.
Pero, ¿qué es lo que no ha cambiado en todo este avance tecnológico?
Claramente, el reto actual es crear buenas historias que no abusen del uso de efectos. Lo importante es que las casas productoras sigan utilizando los avances tecnológicos, logrando un mayor realismo ante la audiencia, sin perder de vista que esto implica el correcto diseño de los efectos en la trama, pues estos no deben ser un elemento que distraiga del contexto, sin perder de vista que dicho contexto debe ser atractivo.
