Es claro que nuestras ideas están centradas en nuestras experiencias. El contexto del uso digital para crear y componer elementos visuales, representa las bases individuales y sociales con las que logramos una comunicación. A través de estas bases de la experiencia individual, las formas toman un significado de figuras o siluetas que han sido selladas en nuestra mente por los medios de comunicación.
Como un ejemplo de ello, tomaremos el siguiente caso: imagina una pasta dental o un refresco; de forma instantánea podrás visualizar algunas formas que están asociadas a un contenedor de ambos productos. Esto es algo que en tu estado cognitivo puedes ya asociar sin la necesidad de una explicación, pues está en el sentido natural de lo cotidiano, son formas que ya componen un lenguaje.
Esta pantalla se obtuvo directamente del software que se está explicando en la computadora para fines educativos.
Es así que en la composición digital debemos atender la diversidad de formas que están en su mayoría en el centro de atención de la audiencia, y de esta manera identificar mensajes con el simple hecho de colocarlos como elementos. No es una actividad que sea fácil debido a la gran cantidad de medios y marcas que compiten cada instante por cautivar y abarcar gran parte del mercado, pero sí debemos estar concentrados en la forma en que nuestra mente asocia cada elemento con un estado de información visual.
Dicho de otra forma, la actividad se facilitaría al descontextualizar una forma o contorno que está ya identificado, colocando en su perímetro diferentes elementos que proyecten una nueva composición digital y donde se respete el conocimiento visual de la audiencia. No es una actividad en la que se sustituya un elemento por otro, es más bien una propuesta diferente que sigue manteniendo la identidad pero que está contextualizada en la actualidad.
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Nuestro estado cognitivo transformado en conocimiento nos permite la pronta identificación y, con la experiencia desarrollada, asignarle un valor que modifique su comportamiento en nuestra composición.
Imaginemos el trazo de una forma de una pesa de 100 kg sostenida por un pequeño pedazo de madera; nuestra experiencia nos indicará directamente que no soportará el peso y se romperá. En este instante entra la parte creativa, ya que podemos proponer, en términos de marketing y publicidad, un producto que a través de nuestro estado cognitivo transforme el valor que tiene el pequeño trozo de madera en una resistencia superior, y así generar un impacto en la audiencia.
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Cuando presentamos un elemento de compasión o seguimos una tendencia, estamos estimulando una referencia visual que, basada en la experiencia de nuestra audiencia, dará un significado por el sólo hecho de colocarlos en un entorno o contexto específico. Este tipo de estimulaciones son entradas visuales a nuestros sentidos, y son considerados como un primer nivel de percepción que nos lleva a un estado de reconocimiento de la realidad, el cual nos permite establecer la función, alcance, dimensión o textura de un elemento sólo con estar presente ante nuestros ojos.
Este primer nivel es el más importante, porque además del reconocimiento y del éxito en su identificación podemos estimular el estado empático o de rechazo, de ahí la importancia de utilizar o aplicar formas que den sentido en el contexto de la audiencia. Como un nivel dos en este proceso de referencia visual, podemos clasificar la descripción que nos permite el orden de cada elemento que sumado a los demás elementos de composición tienen un significado.
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Es justo en ese instante donde el diseño conceptual toma importancia en la composición digital, ya que una vez definido el estado cognitivo y referenciado visualmente, podemos agregar elementos de información como mensaje para terminar la referencia informativa como fechas, lugares y personas, que por asociación sean aceptados por la audiencia.
Esto es, llevarles a un mayor esfuerzo definiendo en ellos un estado de retención, que si logramos que sea afectiva, podemos entonces generar una retención a corto y largo plazo, que en términos de publicidad y marketing es una de las metas de la composición, en términos de información es el valor a lo presentado.
8.3 Pertinencia social y cultural
Es claro que los diferentes elementos visuales de nuestro entorno no tienen el mismo significado en otros contextos sociales o culturales, esto es, un sombrero mexicano simbólico a fechas patrias no tiene mucho valor cultural a otros países que no tengan un contexto, si es el caso de lograr ingresar a un contexto social en el que no tenemos referencia, debemos identificar qué hace sentido en su cultura, ya sea cognitivo o por referencia y buscar una asociación.
En el tema cultural, es muy importante también contemplar todos los elementos que son privados, selectos o exclusivos para tener su cuidado o correcta intensión.
