Contexto
Imagina que eres gerente en una agencia de organización de eventos. Tu trabajo es evaluar a los proveedores con los que trabajarás, entre otras cosas y en este momento necesitas contratar a un proveedor que realice los artículos promocionales para una feria en la que participarás.
Tienes dos opciones: la primera, Don A. es muy trabajador, contesta rápido tus correos, y tiene artículos promocionales muy bonitos; Don B también es muy trabajador, contesta rápido tus correos, y tiene artículos promocionales muy bonitos. ¿Cuál es la diferencia? Don A es muy presentable. Cada vez que tiene cita en tu oficina llega bañado, limpio, huele bien, se peina, su catálogo está actualizado, su vestimenta es de negocios, camina erguido, saluda a quienes ve a su paso.
Don B es muy profesional, su catálogo está siempre actualizado, tiene buenos precios, pero cuando llega a tu oficina, usa tenis, y su pantalón de mezclilla luce un poco roto y descuidado. No pasa nada, porque viene de su taller, está trabajando. Pero cuando llega, no saluda a la recepcionista, tampoco a los demás miembros de tu oficina que él no conoce. Cuando le preguntas algo no te ve a los ojos y habla muy quedito cuando te da los precios.
¿A quién le comprarás los artículos promocionales? Tienen los mismos precios y los mismos artículos.
El dicho de las abuelitas “como te ven, te tratan” es muy cierto. En un mundo donde los negocios se mueven rápidamente, es más complicado construir una relación basándose únicamente en lo de adentro. Nunca tienes una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión, y las personas se forman un juicio incluso antes de que hables.
Explicación
Mira a tu alrededor y observa a las personas que tienes cerca, ¿cómo están vestidas?, ¿cuál es su postura?, ¿sonríen?, ¿tienen los brazos cruzados, la cabeza agachada?, ¿qué te inspira el lenguaje corporal de las personas que tienes alrededor?, ¿A quién le hablarías primero?, y ¿de quién quisieras ser amigo?
La imagen de cada persona se construye con pequeños detalles que significan algo. La mente humana capta esos detalles y construye su propia versión de la imagen de la persona que tiene al frente. ¿Alguna vez has sentido que algo no te agrada de la persona que acabas de conocer? Tu cerebro ya se formó una opinión, y algunas veces no es congruente con la imagen que la otra persona quiere transmitir. Por ejemplo, una persona muy sonriente y alegre pero que cuando sonríe no se le forman pequeñas arrugas alrededor de sus ojos, probablemente su sonrisa sea falsa. Tu cerebro lo detecta y te avisa que algo no anda bien.
Lo mismo sucede con los colores. Hay colores que transmiten serenidad y tranquilidad, otros que transmiten energía y unos más que transmiten seriedad o autoridad. El uso correcto de los colores ayuda a construir una imagen sólida y congruente.
¿Qué pasa con la imagen de las organizaciones? ¿Cómo aprovechar el color y el lenguaje no verbal en el protocolo? El protocolo está lleno de lenguaje no verbal, por ejemplo, a quién se saluda primero, quién se presenta a quién, quién deja pasar primero, quién se sitúa en el centro de una foto o en la presidencia de una mesa. La imagen de las organizaciones se alimenta de todos estos símbolos, sin embargo, la imagen de las personas que representan a la organización es crucial para la construcción y el mantenimiento de la imagen organizacional. ¿Te imaginas al CEO de una institución financiera, vestido con una camiseta de un grupo de rock o en tenis? La imagen de las personas que representan una organización debe ser congruente con la imagen que la organización quiere proyectar.
En este tema aprenderás a utilizar el color a tu favor y en favor de las organizaciones que representas. También aprenderás a pulir tu lenguaje corporal para transmitir una imagen profesional, y con ello ayudar a que los eventos y el protocolo en los mismos fluya en lugar de sentirse rígido y se genere o se fortalezca la confianza.
10.1 Psicología y combinación de color
Los colores son importantes tanto en la imagen personal como en la imagen organizacional. Empezando por la bandera nacional (y las banderas nacionales del mundo). ¿Qué colores prefieren los países? ¿Qué significado le dan a sus colores? Si observas bien, la mayoría de las banderas nacionales utilizan colores vivos, energéticos, vibrantes. Los colores de la bandera mexicana – verde, blanco y rojo – significan la esperanza, la pureza y la sangre derramada de los héroes. Es algo muy poético, y seguramente las banderas nacionales de los demás países también tienen significados fuertes y valiosos. Tanto las organizaciones como los países seleccionan cuidadosamente sus colores y sus significados para la construcción de la imagen corporativa.
A continuación comprenderás un poco más los significados de los colores principales, y su aplicación tanto en la imagen personal, como en la imagen corporativa y el protocolo.
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Recuerda que es preferible pecar de formal que de informal y que siempre una combinación de colores sobrios y elegantes te hará ver mejor, ya sea que se trate de eventos oficiales o corporativos. También recuerda que en eventos oficiales, si no se requiere vestimenta típica, es bien visto utilizar vestimenta de diseñadores nacionales, pues el mensaje que se transmite es apoyo al país y a sus productos. Esa es una regla no escrita, pero ampliamente observada por los mandatarios y personalidades.
10.2 Lenguaje corporal y no verbal en el protocolo
Además de los colores y cómo los utilizas, el lenguaje no verbal es esencial en el protocolo. Tu imagen se construye antes de que empieces a hablar.
La postura es básica para la construcción de la imagen personal. Este aspecto del lenguaje no verbal dice mucho acerca de la persona. Seguramente habrás escuchado algo sobre “la postura del superhéroe”. Esta postura erguida, manos en la cintura y cabeza alta, tiene un efecto en el cerebro de quien la práctica, dándole seguridad y poder (internamente, la persona se siente empoderada). Al andar se debe hacerlo con paso firme y con un propósito, como si se supiera a dónde va (aunque no sea cierto).
Una postura encorvada o titubeante, muestra que la persona no se siente segura de sí misma o no cree que pueda tener éxito. Aunque en el protocolo no se tienen reglas escritas referentes a la postura, se recomienda tener una postura “ganadora” aunque no arrogante. Imagina un presidente de una nación que camine titubeante, se vería mal y no representaría dignamente a su país. En países orientales, donde se debe hacer una pequeña reverencia al saludar, no es recomendable hacer esa reverencia muy pronunciada cuando se saludan iguales, pues se considera un acto de sumisión o reconocimiento de jerarquía si se realiza la reverencia muy marcada.
Cuando se está sentado se recomienda hacerlo en ¾ de la silla, no en el borde, pues esto representa ansiedad o que la persona está lista para retirarse. Tampoco se recomienda recargarse enteramente en el respaldo pues la imagen resulta descuidada. De hecho, en entrenamientos para cámaras se recomienda no recargarse enteramente, porque la persona se ve más robusta. Una postura adecuada comunica dominio sobre sí mismo y que la persona sabe lo que está haciendo. Al sentarse se debe evitar cruzar la pierna, sobre todo si se usa falda. En general, cruzar las piernas es una señal de que se está cerrado al diálogo por lo que no se recomienda para pláticas de negociación. También se debe evitar apoyarse sobre el codo, pues esto da la impresión de aburrimiento ante lo que se escucha.
El lenguaje de las manos es igualmente importante. Un buen apretón de manos comunica que la persona tiene control. Se debe evitar apretar muy fuerte o no apretar en absoluto. Piensa por un momento: cuando recibes un saludo con un apretón de manos leve o lánguido, ¿qué impresión te da esa persona? Ese saludo da la impresión de que la persona no es confiable.
En cuanto a la posición, las manos deben ir sobre la mesa cuando platiques con alguien. La expresión “traerse algo entre manos” que por lo general da lugar a desconfianza, es la traducción de esconder las manos cuando se tiene una plática. Las manos deben estar limpias, cuidadas y a la vista. Las abuelitas dicen que cuando una persona guarda las manos en sus bolsillos es porque es floja. No necesariamente, pero al esconder las manos puedes dar la impresión de que escondes algo más.
La posición de las manos en el rostro es todo un lenguaje. Ponerse la mano en la boca puede significar que la persona no dice la verdad. La mano en el mentón quiere decir que está pensativo. La mano en el cuello expresa un conflicto interior o inseguridad. Hay muchos otros significados, pero es bueno empezar con la observación y avanzar poco a poco en la lectura de lenguaje no verbal.
El rostro puede decir mucho aunque no lo hagas consciente. Hay emociones básicas que se reconocen con facilidad, otras emociones son un poco más difíciles de identificar. Diversos estudios aseguran que son entre 6 y 8 las emociones básicas de la persona; se tomarán 6 para propósitos del lenguaje no verbal en este tema: felicidad, tristeza, miedo, enojo, sorpresa y disgusto. Por ejemplo, cuando estás enojado, ¿cómo sientes tu cara? Seguramente sientes el entrecejo fruncido, los labios apretados, y quien te vea puede apreciar que tus ojos irradian.
La sorpresa tiene como particularidad que los ojos se abren más de lo normal, la boca se abre (de ahí la expresión de “se le cayó la baba”), y las cejas también se elevan. La sorpresa es muy difícil de ocultar. En la tristeza los ojos se caen, las comisuras de la boca también y en general el rostro se ve sin brillo y cansado. Cuando una persona tiene miedo, las cejas toman una posición baja y se juntan entre sí, los párpados se tensan, y los labios se estiran ligeramente. El cerebro está evaluando si correr o enfrentar el peligro. El disgusto se expresa con la nariz arrugada y la boca torcida; es muy fácil identificarlo. Por último está la alegría o felicidad donde la sonrisa es lo más característico de esta emoción.
Por otro lado está la importancia que tiene el tono de voz en una persona. Un tono de voz acelerado puede indicar que la persona no está cómoda o segura. Un tono de voz puede expresar duda, sorpresa, enojo, o puede hasta arrullar al interlocutor. Es necesario trabajar en el tono de voz, pues seguramente has escuchado el dicho “no es lo que dices, es cómo lo dices”. Gaby Vargas, en su libro Todo sobre la imagen del éxito, menciona que el mensaje se comunica en un 55% a través de su imagen, el 38% a través del tono e inflexión de la voz, y sólo el 7% a través del contenido o las palabras (Vargas, 2015). Piensa en esto y reflexiona sobre la importancia del lenguaje no verbal, tanto en eventos oficiales, corporativos como en la vida diaria.
La imagen personal ayuda a construir la imagen de la organización a la que representas. Ten mucho cuidado con la tuya pues recuerda que es difícil recuperar una reputación dañada. Con pequeños detalles como la vestimenta, colores, higiene, y un poco de práctica, se puede construir mucho y emitir mensajes positivos y congruentes con los mensajes que se buscan transmitir.
Cierre
La primera impresión de alguien es difícil de olvidar. Una vez que identificas a una persona como floja, agradable o amigable, el resto de sus acciones las tratarás de acomodar con la etiqueta que le diste en un inicio.
A pesar de que en el protocolo las reglas sobre imagen y lenguaje corporal no están escritas, es recomendable que sepas comportarte y proyectar una imagen congruente y ganadora.
Reflexiona en las siguientes preguntas y comienza a pulir tu imagen.
¿Por qué es importante el lenguaje no verbal?
¿No se supone que “lo importante es lo de adentro”?
¿Qué hacer para comunicar una mejor imagen, tanto personal como profesionalmente?
Referencias