Por lo general, los investigadores no son quienes realizan el trabajo de campo, sino que relegan esta responsabilidad a una agencia externa, o bien contratan personal especializado para hacerlo. En cualquiera de los dos casos es importante que el personal que se utilice para el levantamiento tenga conocimientos específicos sobre lo que estará haciendo.
Esto implica que el personal de campo debe tener ciertos conocimientos, aunque sea mínimos, sobre investigación. Además, es fundamental que el trabajo de campo sea de calidad, para lo cual se requiere seguir un proceso, una recolección eficiente y todo esto, bajo estrictos mecanismos de control.
El diagrama que nos indica cómo se realiza todo esto, y se muestra a continuación:

10.1 Procesos del trabajo de campo
Selección del personal que realizará el trabajo de campo
El primer paso de este proceso implica la selección adecuada del personal que llevara a cabo todo el trabajo de campo. Malhotra (2008) menciona que para realizar este paso es necesario que el investigador:
Especifique exactamente cómo se llevará a cabo el proyecto, haciendo las consideraciones necesarias sobre la manera en que se va a recabar la información. Esto con el objetivo de encontrar trabajadores que puedan llevarlo a cabo.
Definir las características, habilidades y actitudes que deben tener los trabajadores de campo con la intención de seleccionar personas que puedan llevar a cabo el proyecto.
Reclutar al personal adecuado para ejecutar el proceso.

Es importante asegurarse de que el personal de campo sea el adecuado para que no influyan o sesguen la investigación, principalmente cuando se trata de entrevistas personales. De hecho, muchos investigadores prefieren utilizar encuestadores o entrevistadores que tengan características semejantes a las de quienes entrevistarán, ya que lograrán una mayor empatía y podrán obtener más fácilmente la información necesaria (Zikmund, 2014).
A pesar de esto, existen algunos lineamientos generales que cualquier persona que desee ser entrevistador debe tener (Malhotra, 2008).
- Gozar de buena salud. Los trabajadores de campo deben contar con la resistencia requerida para efectuar el trabajo.
- Ser sociables. Los entrevistadores necesitan ser capaces de establecer buena empatía con los encuestados y tener facilidad para hablar con extraños.
- Ser comunicativos. Tener la habilidad para hablar y escuchar con eficacia es una gran ventaja.
- Tener apariencia agradable. Si la apariencia física del trabajador de campo es desagradable o inusual, la recolección de datos puede sesgarse.
- Tener educación. Los entrevistadores requieren haber desarrollado buenas habilidades de lectura y escritura.
- Tener experiencia. Es probable que los entrevistadores con experiencia realicen un mejor trabajo.
Capacitación
Este segundo punto del proceso es fundamental para obtener entrevistas o datos de calidad. La forma en que se maneja una entrevista es de vital importancia y el realizarlo de manera adecuada sólo puede garantizarse a través de una buena capacitación que uniforme a todo el personal que hará este proceso.
Todas las investigaciones de mercado requieren de este punto. Esto es, todo el personal que llevará a cabo el trabajo de campo deberá ser capacitado en diversos aspectos, como los que a continuación se describen.
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Supervisión
Supervisar el personal de campo significa asegurarse de que se sigan todos los procedimientos y las técnicas en las que fueron capacitados. Implica los siguientes puntos:
Control de calidad y corrección.
Requiere verificar si los procedimientos de campo se están poniendo en práctica bien para que, a la menor desviación, se vuelva a capacitar al personal de campo, o bien si el caso es grave, se substituya. Es un proceso diario que también implica el registro de horas trabajadas y gastos efectuados.
Control de muestreo.
El supervisor trata de asegurar que los entrevistadores siguen en forma estricta el plan de muestreo evitando seleccionar unidades de muestreo simplemente porque son más sencillas, convenientes o accesibles.
Control de fraudes.
Estos implican que se ha falsificado una parte o toda la encuesta. Los fraudes pueden reducirse mediante la capacitación, supervisión y validación.
Control de la oficina central.
La oficina central es la parte reguladora (en oficina) de todo el proceso de campo. Ellos deben revisar la información que los supervisores entregan sobre la calidad y el control de costos además de controlar la tabulación de variables de cuota, demográficos relevantes y respuestas a variables clave.
10.2 Recolección de datos
Esta segunda parte del proceso implica los dos últimos pasos: validación y evaluación.
Validación
En este punto, los supervisores deben corroborar que los entrevistadores hayan realizado realmente cada entrevista. Una forma de lograrlo es a través de llamadas telefónicas a aproximadamente un 10-25 % de los encuestados para preguntarles si los trabajadores de campo en verdad efectuaron la entrevista.
Otra forma es verificar de manera personal después de la entrevista, buscando a la persona por la dirección. Aquí se confirman los demográficos, la calidad y duración de la entrevista, así como otros detalles que puedan ser relevantes para la evaluación del entrevistador.
Evaluación
El supervisor no es el único que debe quedarse con la información sobre el desempeño de los entrevistadores. Esta información debe ser compartida con ellos para que sepan los motivos por los que se les evalúa de manera positiva o negativa. Los principales puntos que se deben evaluar son los siguientes:
Costo y tiempo.
Los entrevistadores pueden compararse en términos de costo total por entrevista terminada (salarios y gastos).
Tasas de respuesta.
Es importante supervisar las tasas de respuestas de manera oportuna para realizar las acciones correctivas si dichas tasas son muy bajas.
Calidad de las entrevistas.
Para evaluar a los entrevistadores, según la calidad de las entrevistas, el supervisor debe observar directamente el proceso.
Calidad de los datos.
Es necesario evaluar la calidad de los datos en los cuestionarios completados de cada entrevistador.