Como mejorar nuestras relaciones personales

Bibliografía
Subtema 1. La inteligencia emocional

¿Por qué es importante el control de tus emociones en las relaciones humanas?

Te ha sucedido que en una reunión, ¿alguien pierde el control y dice palabras que hieren a otras personas?, ¿cómo te sientes ante esto?, ¿qué te gustaría que sucediera en ese momento?, ¿qué puedes hacer tú?, pues a veces no hay mucho qué hacer entre ellos; sin embargo, tú sí puedes prevenir este tipo de comportamientos con las herramientas que a continuación se te presentan y con las que has adquirido anteriormente.

La inteligencia hace tiempo era muy importante ya que podía predecir el éxito de una persona en su trabajo, al paso del tiempo y con los avances que se tienen, se ha visto que hay otro tipo de inteligencias deseables en las personas y que les permiten desarrollar habilidades de diferentes tipos. En este caso, nos enfocaremos a la inteligencia emocional y a la social ya que dentro de las relaciones interpersonales, son indispensables.

Como sabes, actualmente las empresas ponen especial atención a la forma en que las personas se desenvuelven dentro y fuera de la empresa ya que se espera determinado comportamiento de ejecutivos, jefes, etc. y debe de reflejarse en cualquier parte donde se encuentre.

El control de las emociones te permite actuar analizando la situación en la que te encuentras y evitar que las emociones de los demás, te dañen o se te contagien, recuerda que a veces el problema no es tuyo y ya te encuentras interviniendo en las discusiones.

Aquí podrás revisar los factores que apoyan a la inteligencia emocional y su importancia, así como las bases de la inteligencia social y las conductas que te ayudarán a relacionarte mejor con las personas.

La inteligencia emocional de acuerdo con Daniel Goleman (2006), es la capacidad que tenemos para manejar adecuadamente las emociones y establecer relaciones positivas, se encuentra muy relacionada con la asertividad y nos ayuda a comunicarnos, a relacionarnos y a ser felices y crecer como seres humanos.

Las personas con una inteligencia emocional elevada se caracterizan por:

  • Mostrarse exitosas en sus relaciones humanas.
  • Enfrentar favorablemente los retos del día a día.
  • Tener la capacidad de automotivarse y motivar a los demás.
  • Ser perseverantes a pesar de las frustraciones.
  • Controlar sus impulsos.
  • Demostrar agradecimiento hacia las situaciones de cada día.
  • Regular sus estados de ánimo.
  • Evitar que su angustia interfiera con sus relaciones interpersonales.
  • Tener capacidad para resolver problemas.

Dependiendo del nivel de inteligencia emocional y el dominio que tengas en ellas se determinará el éxito para enfrentarte a las situaciones y problemas de la vida diaria.

Goleman (2006) propone cinco habilidades de la inteligencia emocional que a continuación se describen:

  1. Autoconciencia: implica reconocer tus estados de ánimo, tus recursos e intuiciones, para ello requieres de:
    • Conciencia emocional: es cuando identificas tus emociones y los efectos que puedan tener.
    • Correcta autovaloración: es cuando conoces tus fortalezas y limitaciones.
    • Autoconfianza: es cuando reconoces el valor que tienes y tus capacidades.
  1. Autorregulación: se refiere a la forma en la que manejas tus estados de ánimo, impulsos y recursos; para ello requieres de:
    • Autocontrol: manteniendo vigiladas tus emociones y tus impulsos.
    • Confiabilidad: mostrando tus niveles de honestidad e integridad.
    • Conciencia: asumiendo tus propias responsabilidades.
    • Adaptabilidad: manejando los cambios con flexibilidad en diferentes situaciones.
    • Innovación: sintiéndote bien con nuevas ideas y situaciones.
  1. Motivación: se refiere a las tendencias emocionales que te facilitan el cumplimiento de tus metas y te apoyas en:
    • Impulso de logro: esfuerzo por alcanzar la excelencia.
    • Compromiso: apegarte a las reglas del lugar en el que te encuentres.
    • Iniciativa: disponibilidad para reaccionar ante las oportunidades.
    • Optimismo: persistente en alcanzar los objetivos pese a los obstáculos.
  1. Empatía: se refiere a cuando tienes conciencia de los sentimientos y necesidades de los otros y se muestra cuando:
    • Comprensión de los otros: te das cuenta de los sentimientos de los demás.
    • Desarrollar a los otros: refuerzas  las habilidades de otros de acuerdo con sus necesidades.
    • Servicios de orientación: procuras las necesidades de los demás.
    • Potenciar la diversidad: conoces  distintos tipos de personas.
    • Conciencia política: identificas las emociones de un grupo y puedes  relacionarlas entre sí.
  1. Destrezas sociales: se refiere a producir respuestas deseadas en los otros, para ello se requiere de:
    • Influencia: utilizar estrategias de persuasión.
    • Comunicación: saber escuchar y elaborar respuestas que convenzan.
    • Manejo de conflictos: saber negociar y resolver desacuerdos.
    • Liderazgo: capacidad de inspirar y guiar a los demás.
    • Catalizador del cambio: iniciador de nuevas situaciones.
    • Constructor de lazos: fortalecer relaciones interpersonales.
    • Colaboración y cooperación: trabajar con otros para lograr metas comunes.
    • Capacidades de equipo: crear sinergia para perseguir metas colectivas.

¿Cuentas con algunas de estas habilidades?, de seguro, ¡Sí! y lo importante es que si te falta desarrollar otras, las puedes aprender y puedes seguir fortaleciendo las demás.

Subtema 2. Inteligencia social

Para Goleman (2006) la inteligencia social es la capacidad para relacionarse. Desde su perspectiva evolucionista opina qué es lo que le ha  ayudado al ser humano a vivir. A través de los estudios realizados por Goleman (2006) se ha demostrado que el cerebro social y la inteligencia social se han desarrollado para enfrentar desafíos, coordinar, cooperar y competir con los demás.

Goleman (2006) propone, al igual que con la inteligencia emocional, ocho habilidades a desarrollar que se dividen en dos categorías que se muestran en el gráfico y se explican a continuación.

I. Conciencia social se refiere a los sentimientos que tienes hacia los demás desde su estado interior hasta cómo se siente en situaciones difíciles e incluye las siguientes habilidades:

  • Empatía primordial: es cuando lees en los demás las emociones no verbales.
  • Armonización: es escuchar con toda tu receptividad para lograr una armonía con la otra persona.
  • Precisión empática: es cuando logras comprender los sentimientos, pensamientos e intenciones de los demás.
  • Conocimiento social: es saber cómo funciona el mundo social.

II. Facilidad social se enfoca en esa conciencia social que te permite interactuar de forma fluida y eficaz e incluye:                                                                          

    • Sincronía: es esa interacción que tienes con las demás personas que fluye a nivel no verbal.
    • Autopresentación: es aquí donde interviene tu habilidad para presentarte de manera eficaz.
    • Influencia: es cuando logras moldear el resultado de esas interacciones sociales.
    • Preocupación: es estar dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo para ayudar a alguien y cumplir con los objetivos grupales.

Como podrás darte cuenta, tanto la inteligencia emocional como la social van totalmente ligadas e incluyen habilidades muy parecidas que al mismo tiempo se complementan, por lo tanto, siempre van de la mano.

Goleman (2006) explica que tienes un  “cerebro social” y que contiene una serie de circuitos que se pone en funcionamiento cuando te relacionas con otras personas volviéndose una parte vital para tu sobrevivencia.

Subtema 3. Las claves del éxito en las relaciones humanas

Seguramente te has percatado que hay personas que con facilidad alcanzan el éxito y te has preguntado, ¿qué es lo que hicieron para lograrlo? Pues la respuesta es sencilla, solo depende de ti que lleves a cabo la receta para que también tú lo logres.

La diferencia entre los que alcanzan sus metas y los que se quedan en el camino consiste en una actitud adecuada y una sana autoestima, este tipo de personas se  reconocen y se felicitan por sus logros, se aceptan como son y cuando llegan a tener fracasos, aprenden de la experiencia y realizan cambios pertinentes.

Se proponen pequeños pero constantes logros, procuran hablar en positivo, recuerda que tu cuerpo y tu mente escuchan lo que piensas y lo que dices, por eso retroaliméntate diariamente y a toda hora, di para ti mismo: ¡Sí puedo!,  ¡La próxima vez saldrá mejor!,  ¡Hoy me siento mejor que antes!, etc. Quizás te parezca difícil al principio; sin embargo, mientras más lo practiques e insistas en lo positivo, las cosas te irán saliendo cada vez mejor.

Walter W. Williams, estadounidense del siglo pasado, comenta que el bien pensar y el bien decir de las personas es el secreto de las relaciones humanas, pensar positivamente evita la envidia, el rencor, el odio y te permitirán ser más optimista con respecto a las situaciones de la vida diaria, con todo esto, fomentarás un cambio  favorable en tu forma de ver las cosas.

Cuando logras conectar con las personas y las aceptas incondicionalmente, comenzarás a sentir como si formaras parte de su familia y podrán llegar a tener una buena amistad.

Hay varios grados de amistad, desde los que ves muy esporádicamente hasta con los que convives a diario y a quienes conoces hasta por sus pensamientos.

La finalidad de una amistad para Gaby Vargas (2013) es cultivar la comprensión, solidaridad, generosidad y respeto ya que se convierten en cómplices de nuestra vida.

Para Gaby Vargas (2013), hay tres puntos para que una relación se mantenga y fortalezca:

Te invito a analizar por un momento, ¿a cuántos amigos has descuidado por cualquier causa?, tal vez, para poner en práctica todas estas herramientas que has aprendido, sea una buena oportunidad de volver a tener contacto con ellos.

La manera en la que reaccionas ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia pues una parte fundamental en las relaciones humanas se enfoca a las actitudes que tienes frente a las personas que se encuentran a tu alrededor.

Antes se consideraba que una persona “inteligente” siempre sobresalía en conocimientos; sin embargo, ahora se considera que el coeficiente intelectual es adicional a la inteligencia emocional y social con la ventaja de que estas inteligencias pueden irse adquiriendo con el tiempo y la práctica. Para poder desarrollar la inteligencia emocional y social es necesario que revises las habilidades que requieres e irlas utilizando constantemente hasta que se vuelvan cotidianas y parte de ti.

En el siguiente tema te encontrarás con algunas estrategias que te permitirán ir optimizando con facilidad tus relaciones interpersonales ya que tan importante es estar bien con uno mismo como con los demás que comparten su día contigo.

Mi Reflexión
¡Quiero más!

UNIVERSIDAD TECMILENIO D.R.© Enseñanza e Investigación Superior, A.C. Monterrey, N.L. México. 2014. Aviso y Política de Privacidad.