Contexto


 

Una colega estuvo hace poco en un taller sobre aprendizaje. Uno de los ejercicios que hicieron se trataba de explorar el significado de una palabra desconocida sin usar un diccionario. Ella escogió la palabra “resiliencia” y les preguntó a los participantes qué pensaban que quería decir. Algunos pensaron que era “decir sí dos veces”, o hacer que la gente se “silenciara”, o que tenía algo que ver con las sillas…

¿Tú sabes qué es la resiliencia?

En esta sección del curso aprenderás sobre esta capacidad de los seres humanos, qué la promueve y cómo podemos desarrollarla.

 


Explicación


9.1 ¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad de reponerse tras la adversidad, de recuperarse después de vivir experiencias difíciles, dolorosas o traumáticas. Para algunos la resiliencia implica no solo salir adelante después de una situación muy dura, sino incluso crecer o ser mejor a raíz de esta experiencia (Tarragona, 2012).

Para comprender mejor el concepto de resiliencia, haz clic en cada pregunta.

Imagínate un resorte: si lo aprietas con mucha fuerza y después lo sueltas, ¿qué le pasa?, vuelve a su forma original. A eso se refiere la resiliencia: la posibilidad de volver al estado original después de haber sufrido presiones muy fuertes.

La palabra viene del latín resilire que quiere decir rebotar o regresar. El concepto se ha usado en la física para describir la característica de los materiales que pueden soportar fuerzas muy grandes y recuperar su estado original; en ese caso se le llama “elasticidad” o  “resistencia”.

Como la palabra “resistencia” ya se había usado en la psicología para referirse a otra cosa diferente (frecuentemente se habla de la “resistencia” como la dificultad u oposición que tiene un paciente ante el tratamiento del terapeuta) se ha optado por usar la palabra inglesa resilience (Tarragona, 2012).

La psicología positiva estudia lo que funciona bien en la vida de las personas, lo que nos fortalece y lo que nos ayuda a vivir plenamente, por lo que la resiliencia es un tema importante en este ámbito.

Escucha más acerca de este interesante tema el siguiente podcast. También puedes revisar la versión en texto.


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Factores de riesgo

Los factores de riesgo que ponen en peligro el buen desarrollo de las personas pueden ser de muchos tipos y generalmente se combinan en formas complejas.

Éstos incluyen situaciones como la pobreza, el nacimiento prematuro, la violencia intrafamiliar, la violencia social, la guerra, los desastres naturales, las experiencias traumáticas en general.

En Hawai se llevó a cabo una investigación en la que se dio seguimiento a casi 700 niños desde que nacieron hasta que tuvieron 40 años de edad.

La mayoría venían de familias muy pobres y en muchos casos de familias conflictivas. Al cumplir 18 años, dos terceras partes de estos niños había desarrollado problemas, pero un tercio de ellos eran adultos que funcionaban muy bien en las diferentes áreas de su vida y prácticamente todos los jóvenes de este último grupo siguieron siendo exitosos al llegar a los 40 años (Werner & Smith, 1982).

9.2  Factores que predicen la resiliencia

¿Qué nos ayuda a resistir el impacto de estos factores de riesgo?

Yates y Masten (2004) ofrecen una compilación de los hallazgos de investigación sobre los factores que promueven la resiliencia. Estos van desde lo más grande, como las cuestiones económicas y sociales de un país; los “intermedios” como las comunidades, las escuelas y las familias; hasta los individuales o las características de la persona.

Haz clic en cada botón para ver la información.

  • Los programas de medicina preventiva
  • Programas de nutrición
  • Casas seguras y asequibles
  • Protección contra la violencia y la persecución política
  • Protección del medio ambiente
  • Acceso igualitario a las oportunidades

 

  • Barrios seguros, con poca violencia y sin la presencia del crimen organizado
  • Organizaciones “pro-sociales” como los boy scouts, grupos juveniles y bibliotecas
  • Profesores bien preparados y bien remunerados
  • Maestros que se preocupen por los alumnos
  • Actividades co-curriculares como música y deportes
  • Haber tenido un vínculo o relación segura en la infancia
  • Tener relaciones positivas con los compañeros y amigos
  • Ser capaz de autorregular las emociones y la conducta
  • Autoconfianza
  • Autoestima
  • Esperanza sobre el futuro
  • Tener talentos valorados por el grupo
  • Una personalidad atractiva
  • Buenas habilidades intelectuales
  • Capacidad de resolver problemas

 

  • Un ambiente estable y organizado
  • Buenas relaciones entre los hermanos
  • Apoyo de la familia extensa
  • Una relación cercana y confiable entre el niño y una persona adulta
  • Fe o religiosidad
  • Posibilidades económicas

 

Tipos de resiliencia

Algunos autores hablan de la resiliencia con “R” mayúscula y la resiliencia con “r” minúscula.

Con “R” mayúscula: La Resiliencia ante eventos realmente graves y traumáticos

Con “r” minúscula: La resiliencia ante las presiones, el estrés y los pequeños problemas de la vida cotidiana.

  • Reivich y Shatté (2003) dicen que la resiliencia no es solo para quienes han sufrido traumas, si no que es necesaria para todas las personas  y que es una de las claves para el éxito y la satisfacción en la vida.

9.3 Estrategias para promover la resiliencia

Hay programas diseñados para aprender a ser más resilientes: la Clínica Mayo, uno de los centros médicos más importantes del mundo, ha creado un programa de resiliencia que se centra en entrenar la atención plena (mindfulness), enfocarse en el momento presente y así disminuir los pensamientos negativos (Resilience Training).

Esta capacidad de poner atención plena está en la base de muchos procesos de meditación y manejo de estrés, y en una de las condiciones que facilitan el tener experiencias de flow.

Entre los programas de entrenamiento en resiliencia más reconocidos están los desarrollados por el Dr. Seligman y su equipo en la Universidad de Pennsylvania. Seligman (2011a) propone que la clave de la resiliencia está en el optimismo.

Ellos han estudiado el “estilo explicativo” de las personas y han encontrado que las personas optimistas tienden a explicar las dificultades como temporales, locales y cambiables (mientras que los pesimistas interpretan la adversidad como permanente, generalizada e inmutable).

Karen Reivich y Jane Gillham dirigen el Penn Resilence Program, que es un programa en el que enseñan a niños, jóvenes y maestros en las escuelas a ser más optimistas y han encontrado que reduce sus niveles de ansiedad y depresión.

Reivich y Shatté (2003), basados en la psicología cognitivo-conductual, proponen 7 estrategias o ejercicios para ser más resilientes.

Haz clic en el botón para ver la información.

Ann Masten (2011) dice que lo más sorprendente de la resiliencia es lo frecuente que es y que proviene de recursos con los que cuentan la mayoría de las personas, como sus mentes, sus familias y sus comunidades. Y lo más importante: entender la resiliencia nos permitirá cultivarla y promoverla.


Cierre


Como habrás visto, la resiliencia o capacidad para recuperarse es una característica que poseen desde los materiales físicos, los seres vivos y las personas a nivel físico y psicológico.

Hoy en día hay mucha evidencia de que la mayoría de las personas pueden salir adelante a pesar de enfrentarse a situaciones traumáticas, esta capacidad llamada resiliencia puede tener un componente innato, pero hoy sabemos que también depende de elementos contextuales a nivel social, familiar, escolar, laboral y de características personales que se pueden cultivar y desarrollar.

Durante muchos años la psicología se enfocó en los traumas que afectaban las vidas de las personas, estos son importantes, pero en épocas recientes ha cobrado importancia estudiar los elementos que permiten a las personas superar estas situaciones adversas e incluso crecer.

Revisa a continuación el Checkpoint:

Asegúrate de comprender:

  • Qué es la resiliencia.
  • Los factores socio-económicos asociados con la resiliencia.
  • Los aspectos familiares e individuales asociados con la resiliencia.

Referencias


  • Masten, A. S. (2011). Ordinary Magic. Resilience Processes in Development. American Psychologist, 227-238.
  • Mayo Clinic Staff. (2014). Resilience Training. Recuperado de: http://www.mayoclinic.org/resilience-training/
  • Reivich, K., & Shatté, A. (2003). The Resilience Factor: 7 Keys to Finding Your Inner Strength and Overcoming Life's Hurdles. EE. UU: Broadway Books.
  • Seligman, M. (2011a). Building Resilience. Recuperado de: http://hbr.org/2011/04/building-resilience
  • Seligman, M. (2011b). Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and well-being. EE. UU: Free Press.
  • Tarragona, M. (2012). La Resiliencia: El Resorte del Bienestar. En J. Palomar, Lever, y J. Gaxiola Romero (Coord.). Estudios de resiliencia en América Latina. Volumen 1. México: Universidad de Sonora
  • Werner, E. & Smith, R. E. (1982). Vulnerable, but invincible: a longitudinal study of resilient children and youth. EE. UU: McGraw Hill.
  • Yates, J., & Masten, A. (2004). Fostering the future: Resilience theory and the practice of positive psychology. En I. P. Joseph, Positive psychology in practice (pp. 521-539). Hoboken, NJ, EE. UU: John Wiley & Sons.