6.1 Las emociones en el trabajo
En el día a día, por lo general, las personas tienen más experiencias positivas que negativas (Gable & Haidt, 2005), sin embargo, las interacciones y experiencias negativas pueden ser una fuente de estrés y dolor (Kiecolt-Glaser, 1999; Seeman, 2001; citados en Maisel & Gable, 2009), provocan emociones fuertes que son muy notorias y dan la sensación de que superan las experiencias positivas (Baumeister et al., 2001), que usualmente son más sutiles y muchas veces pasan desapercibidas si no se les dedica el tiempo para reconocerlas y darles su valor.
En las relaciones interpersonales, los conflictos y la comunicación pueden producir experiencias negativas, inclusive cuando el evento que se trata de comunicar es positivo. En este sentido, para mejorar la comunicación, se han identificado una serie de procesos que promueven las relaciones a través de fomentar emociones positivas, como la gratitud y el amor, lo que ayuda a generar confianza, intimidad y receptividad (Maisel & Gable, 2009).
6.2 La capitalización
Generalmente, las personas son conscientes de la importancia de ofrecer apoyo cuando una persona enfrenta dificultades; pero la forma de reaccionar cuando le sucede algo bueno, también es muy importante. Cuando suceden cosas buenas, las personas comparten el evento positivo con alguien más, a esto se le conoce como capitalización (Langston, 1994). Compartir eventos o buenas noticias con las personas inicia una interacción que le permite a las personas percibir que los otros están contentos por ellos, lo que favorece su autoestima (Beach y Tesser, 1995; Tesser, Millar y Moore, 1988); compartir los eventos positivos del día incrementa el afecto positivo y la satisfacción por la vida (Langston, 1994; Gable, et al., 2004).
La capitalización depende de varios elementos, por ejemplo, la respuesta de la persona y la percepción (propia) de la respuesta de la persona con quien compartimos el evento o noticia positiva. Una respuesta entusiasta (real y percibida) trae más beneficios que una respuesta que invalida la comunicación. Existen diversos tipos de respuestas ante un evento (Gable, et al., 2004; Maisel & Gable, 2009):
Fuente: Elaborado por Universidad Tecmilenio con datos de Gable et al. (2004).
La siguiente es una situación hipotética que demuestra los diferentes tipos de respuesta, acorde con el modelo anterior:
Situación: José es colaborador del área de logística y llega con Adrián, su líder, para compartirle una noticia: “Hola, mi esposa llamó y me dijo que ha conseguido una promoción de puesto en la empresa”. Adrián responde con una de los siguientes tipos de respuesta:
Fuente: Elaborado por Universidad Tecmilenio