Un líder conoce sus emociones

Como líderes, tenemos contacto con muchas personas que pueden estar pasando por situaciones muy distintas. Para algunos será el mejor día de su vida en el trabajo o para otros estarán pasando por un mal día. Además, las emociones de los colaboradores pueden cruzarse con nuestras propias emociones; similar a los colaboradores, un día será el mejor día de nuestra vida y al otro un mal día. Otro elemento es que, un líder positivo, sabe utilizar las emociones para promover la motivación y el desempeño de los colaboradores. En estos pequeños ejemplos se puede entender la importancia de la inteligencia emocional y como, conociendo sus dimensiones y habilidades subyacentes, podemos encontrar esa orientación hacia lo positivo cuando tengamos que dirigir colaboradores utilizando nuestras habilidades de la inteligencia emocional propias de un líder positivo.

  1. ¿Qué es la inteligencia emocional?
  2. ¿Cuáles son las dimensiones de la inteligencia emocional?
  3. ¿Cuáles son las habilidades subyacentes de las dimensiones de la inteligencia emocional y como pueden ser utilizadas por los líderes positivos?

Explicación

12.1 La inteligencia emocional y sus dimensiones

El manejo emocional es prioritario en el ambiente laboral, puesto que; en la medida en que los trabajadores son capaces de generar experiencias positivas a través de la esperanza, la alegría, la gratitud, el interés, la inspiración y el orgullo, serán más capaces de afrontar retos o situaciones adversas en el entorno organizacional. El manejo emocional hace referencia a la inteligencia emocional, definida como la capacidad para identificar, comprender y regular las propias emociones, así como la manera en que se reacciona y se manejan las emociones en la relación con otros (Bar-On, 2000; Mayer, Salovey y Caruso, 2004; citados en Schutte y Loi, 2014).

La inteligencia emocional comprende cuatro dimensiones (Davies, Stankov y Roberts, 1998), cada dimensión tiene su propia definición y habilidades subyacentes:


Elaborado por Universidad Tecmilenio con datos de los autores.

 

12.2 Las habilidades subyacentes de las dimensiones

Cada una de las dimensiones de la inteligencia emocional se integra por sus propias habilidades subyacentes, es decir, cada una de las dimensiones puede ser desarrollada y ejercida por sus propias habilidades. Esto le da un sentido más práctico a la inteligencia emocional y nos ayuda a aterrizar las emociones en situaciones reales como cuando interactuamos con otras personas. Conociendo estas habilidades podemos identificar situaciones para generar estrategias alrededor de la inteligencia emocional propia y la de los demás desde la posición de un líder positivo.

Identificar y entender las propias emociones


Elaborado por Universidad Tecmilenio con datos de los autores.


Identificar y entender las emociones de los demás

Es la capacidad de percibir y comprender las emociones de las demás personas. Las habilidades subyacentes son:


Elaborado por Universidad Tecmilenio con datos de los autores.


Regulación efectiva de las emociones

Capacidad para lidiar efectivamente con las propias emociones para evitar que influyan automáticamente en el comportamiento. Las habilidades subyacentes son:


Elaborado por Universidad Tecmilenio con datos de los autores.

Utilizar emociones para mejorar el desempeño

Capacidad de dirigir las emociones hacia actividades productivas y mejorar el desempeño personal, y es esencial para mejorar constantemente. Sus habilidades subyacentes son:


Elaborado por Universidad Tecmilenio con datos de los autores.


12.3 La inteligencia emocional en la organización


En el contexto laboral, la inteligencia emocional genera actitudes positivas hacia el trabajo, más comportamientos altruistas (Carmelli, 2003; citado en Froman, 2010) y mayor compromiso organizacional (Nikolaou y Tsaousis, 2002; citado en Froman, 2010), lo cual favorece entornos de mayor apoyo social y colaboración (Schutte y Loi, 2014).

Una vez que el líder es capaz de desarrollar las habilidades de inteligencia emocional y aplicarlas en su persona, puede ayudar a que los trabajadores logren un adecuado balance emocional a través de ambientes positivos que generan emociones agradables y esto, a su vez, ayuda a aminorar el impacto de situaciones desagradables, utilizando las siguientes estrategias (Caruso y Salovey, 2004).

Construir equipos efectivos

Ser atento a las emociones y sentimientos propios y de los colaboradores; conocer qué les enorgullece, qué valores les inspira; esto permite desarrollar confianza y cohesión para el desarrollo de una identidad compartida.

Planear y decidir efectivamente

El proceso de planeación y establecimiento de objetivos es más efectivo cuando el líder es consciente de las emociones y sentimientos de los colaboradores respecto a las propuestas de trabajo, inclusive favorece la posibilidad de generar alternativas.

Motivar a las personas

Mostrar aprecio por los logros de los colaboradores y celebrarlo en conjunto. Es importante manejar correctamente las emociones para que un logro individual no sea motivo de envidia entre compañeros, por lo cual, las celebraciones deben ser genuinas y deben favorecer la motivación intrínseca de las personas.

Comunicar una visión

La comunicación debe estar orientada a motivar, dirigir y energizar a los colaboradores para movilizarlos hacia un objetivo significativo. Los colaboradores deben entenderlo, sentirlo y apropiarse de él.

Promover el cambio

El manejo emocional es importante en el cambio; la ansiedad en exceso provoca aversión al riesgo para evitar fracaso, mientras que demasiado optimismo puede llevar a comportamientos temerarios y a no tomar consideraciones. El uso efectivo de las emociones permite ganar perspectiva sobre una situación y promover el cambio necesario.

Crear relaciones interpersonales efectivas

La inteligencia emocional facilita la interacción con las personas y el apoyo mutuo. Las relacione efectivas pueden desarrollarse con la misma voluntad de apoyar como de confrontar, cuando es necesario para mejorar la situación. Así como ofrecer una retroalimentación efectiva y una sincera llamada de atención a una persona cuando necesita reconocer un error.

Cada líder debe buscar los momentos más oportunos en los cuales pueda utilizar estas estrategias para mejorar su propio liderazgo y generar impactos positivos en los colaboradores que le reportan. Cada momento representa una oportunidad para desarrollarse y favorecer ambientes en los cuales los colaboradores puedan crecer.

 

Cierre

La inteligencia emocional es una capacidad. Esta capacidad nos ayuda a comprender y regular nuestras emociones, reaccionar a las emociones de los demás y manejarlas para relacionarnos con otros.

La inteligencia emocional se integra por cuatro dimensiones las cuales se relacionan con: Identificar y entender las propias emociones, identificar y entender las emociones de los demás, regular efectivamente las emociones y utilizar emociones para mejorar el desempeño.

Las habilidades subyacentes de cada una de las dimensiones de la inteligencia emocional son diez en total, que principalmente se concentran en buscar maneras de cumplir con las dimensiones de la inteligencia emocional. En esas habilidades subyacentes pueden ser utilizadas para motivar a las personas, crear equipos efectivos, comunicar una visión, promover un cambio y crear relaciones interpersonales efectivas.

Haz clic en cada apartado para conocer su información

Asegúrate de comprender:

  • La definición de la inteligencia emocional.
  • Las dimensiones de la inteligencia emocional.
  • Las habilidades subyacentes de la inteligencia emocional y su uso para ser líderes positivos.

Revisa los siguientes escenarios:

Escenario 1
[Texto]

Escenario 2
[Texto]

  • Caruso, D., & Salovey, P. (2004). The Emotionally Intelligent Manager. How to Develop and Use the Four Key Emotional Skills of Leadership. Estados Unidos: Josse
  • Bass. Davies, M., Stankov, L., & Roberts, R.D. (1998). Emotional intelligence: in search of an elusive construct. Journal of Personality and Social Psychology, 75(4).
  • Froman, L. (2010). Positive psychology in the workplace. Journal of Adult Development, 17(2), 59-69.