Etapas de socialización: primaria, secundaria y terciaria

Antes de describir las etapas de socialización, debe definirse este concepto, el cual supone la forma como el ser humano se relaciona con su entorno (Silvia, 2020). Desde su nacimiento, los individuos pertenecen a un grupo donde se le permite crecer y desarrollarse; a este núcleo se le denomina familia y se encarga de enseñar las normas, reglas y valores del ambiente. Conforme crecen, las personas se integran a diferentes grupos, como la escuela, el espacio donde se vive o algún grupo religioso; además, los medios de comunicación también influyen en ellos. Todas estas son manifestaciones culturales, así que proveen normas de comportamiento que definen la personalidad. Existen tres formas de socialización:

Socialización primaria: en esta etapa, el niño asimila las primeras capacidades sociales e intelectuales, ya sea por medio del juego, de lo que aprende de sus padres o del ambiente que lo rodea; asimismo, aprende el rol que desempeña cada miembro de la familia. Después, se integra a la escuela o colegio, donde también aprende del entorno y añade nuevos aspectos a su identidad; por ejemplo, la forma de vestir de papá o de mamá, los colores que usa y las actividades que más le gustan. En este momento, el niño tiende a emular lo que hacen las personas a su alrededor.

Socialización secundaria: en esta etapa, el niño acude a la escuela, adquiere nuevos conocimientos y comienza a integrarse a grupos de gran influencia para él; esto último ocurre porque comparte el salón de clase, la música y el deporte con otras personas, es decir, descubre un núcleo más allá del conformado por sus padres. De esta manera, sus relaciones cada vez son más racionales y formales, pues se refuerzan sus valores éticos y cívicos; esto sucede porque debe respetar ciertas reglas. Además, el niño se interesa por temas que le ayudan a reforzar lo aprendido en su primera etapa, por lo menos en cuanto al desarrollo saludable se refiere. De no cumplir con este proceso, se pueden presentar problemas y, por tanto, se debe pasar a la siguiente instancia.

Socialización terciaria: esta etapa consiste en un proceso de reintegración social, creada para aquellos que muestran comportamientos antisociales; por este motivo, se trata de readaptar a quienes presentan algunos problemas, como drogadicción, o han cometido faltas graves, como actos delictivos. En estos casos, intervienen distintos profesionales que intentan apoyar a las personas, como psicólogos, educadores sociales, psiquiatras y médicos.

Influencia de los entornos sociales: familiar, educativo, laboral, cultural e histórico

Se les denomina agentes de socialización a todos aquellos grupos que influyen en el proceso de integración del ser humano, es decir, que contribuyen a la personalidad, decisiones, forma de pensar, creencias, costumbres, entre otros ámbitos. Entre estos agentes, se encuentra la familia, las instituciones educativas, el área laboral y lo que se hereda de la cultura.

El principal agente de socialización es la familia, ya que supone un modelo de conducta a nivel mundial, donde se desarrollan las primeras relaciones interpersonales, así como el concepto de sí mismo y del mundo. Existen muchos tipos de familias, con costumbres y culturas diferentes, así que los niños son capaces de asimilar elementos de toda índole; sin importar que cada vez haya más cambios, se conserva la lealtad hacia la familia.

Las instituciones educativas son otro agente de socialización de gran influencia, pues en ellas se adquiere el dominio de la lengua, tanto escrita como oral, cuyo objetivo es facilitar la comunicación. De igual manera, se obtienen conocimientos de otras áreas, como matemáticas, ciencias naturales, educación física, entre otras necesarias para un desarrollo integral; en este ámbito, también se adquieren valores culturales, cívicos y éticos, lo que refuerza el sentido de pertenencia e identidad.

El empleo es otro agente socializador, donde hay jerarquías, trabajo en equipo, normas que obedecer y objetivos en común. Los medios de comunicación, como la televisión, el internet y el radio, también modelan la información e influyen en la dirección que se brinda a la opinión pública; por su parte, los partidos políticos tienen la función de promover la participación y hacer conciencia sobre cómo mejorar las condiciones de vida. Todos estos son agentes de gran influencia y repercuten en la cultura.