Los movimientos sociales continuaron en la primera mitad del siglo XX. En este momento estallaron revoluciones y guerras en América y Europa, que produjeron cambios significativos en las estructuras sociales, políticas y económicas de casi todo el mundo; por ejemplo, las guerras mundiales demostraron el potencial destructivo del ser humano. No es de extrañar que las personas de esta época vivieran en una angustia constante.
A principios del siglo XX, surge un movimiento artístico conocido como vanguardismo. De acuerdo con Ortiz (s.f.), su nombre proviene del término francés avant-garde, que puede traducirse como innovador o provocador. En este sentido, la literatura vanguardista se conforma de distintos movimientos que buscan la libertad de expresión y una nueva estética. Cabe destacar que son siete los más sobresalientes, también conocidos como ismos: dadaísmo, ultraísmo, futurismo, expresionismo, creacionismo, cubismo y surrealismo.
Los movimientos vanguardistas tienen rasgos distintivos, aunque varios aspectos en común:
Dadaísmo
Nace en 1916, con Tristan Tzara. Dadá (nombre que alude a los primeros sonidos emitido por un bebé) es una revista antidogmática, ataca las tradiciones y muestra un evidente rechazo a lo establecido. En sus páginas se publicaron textos de algunos escritores jóvenes, como Guillaume Apollinaire, Blaise Cendrars, Marcel Janco, Hugo Ball, Filippo Tommaso Marinetti, entre otros. Este movimiento provocó sorpresa, triunfo, escándalo y consternación.
Ha Girado...
(Fragmento de Tristán Tzara)
Ha girado en torno el faro el nimbo de los pájaros azules
En las mitades de la oscuridad taladrando la lejanía de los barcos
Y se han caído al agua cual ceniza de arcángeles. (Yavendras, s.f.)
Ultraísmo y creacionismo
El ultraísmo es un movimiento originado en España que se corresponde con el dadaísmo y se destaca por su culto a la metáfora como recurso para escribir; este principio se observa en la obra de Rafael Cansinos, sobre todo en su poema en prosa “El candelabro de los siete brazos”. El poeta chileno Vicente Huidobro se nutrió de la poesía del ultraísmo europeo y fundó su propia vanguardia: el creacionismo (una versión americana del ultraísmo), donde se suprimen todos los elementos que alejen a la obra de la pureza artística y se exalta la sonoridad musical.
Futurismo
Este movimiento pretende liberar al hombre y convertirlo en dueño de su futuro. Su principal exponente es el poeta italiano Filipo Tommaso Marinetti, quien rechaza toda veneración al pasado y concibe la estética a partir de la tecnología y la mecanización de la vida moderna. Una característica de la poesía futurista es el empleo de verbos en infinitivo.
Mar
(Fragmento de F. Tommaso)
¡Oh, grande, rebelde y feroz mar!
Mar vengador.
Mar como hule incoloro... ¡Anda! ¡Salta!
Saltar con salto clásico
hasta las nubes. Hasta el cenit. (Di Verso, 2019)
Expresionismo
Este movimiento nace en Alemania, en 1905, y defiende que el arte surge de la experiencia emocional y espiritual de la realidad, así que refleja la angustia existencial. Entre los géneros preferidos de esta vanguardia se encuentran la poesía y el teatro. En este último, destacaron dramaturgos como Frank Wedekind, con Despertar de primavera y El espíritu de la tierra; Georg Kaiser, con La vida hebrea y De mañana a la medianoche; Ernst Toller, con Mutilado y El hombre masa; y Fritz von Unruh, con Oficiales y Una estirpe.
Cubismo
El máximo representante de la literatura cubista fue el francés Guillaume Apollinaire. Este movimiento se caracteriza por el desdoblamiento del escritor, es decir, se habla a sí mismo como si fuera otra persona; con esta estrategia se concibe la realidad desde distintas perspectivas y de manera simultánea. Los escritores cubistas también recurren al caligrama, poemas en forma de imágenes o figuras.
Surrealismo
Los surrealistas crearon un teatro de gran libertad, pues exploraban lo irracional. Estos escritores eran espontáneos y transmitían lo que encontraban en el subconsciente, el sueño y la imaginación; de hecho, muchos de ellos admiraban y seguían a Sigmund Freud (fundador del psicoanálisis). El surrealismo se considera una de las vanguardias más importantes y su principal exponente es el francés André Breton, sobre todo en obras como Los campos magnéticos, Nadja y El amor loco. También destaca la figura de su compatriota Louis Aragon, autor de Fuego de alegría y El movimiento perpetuo.
En este tema conociste el vanguardismo, un movimiento literario que desafió el concepto de arte. En su momento causó gran asombro y muchas polémicas, incluso se le llegó a denominar antiarte. En sus obras, los escritores rompieron la sintaxis, omitieron signos de puntuación, hicieron juegos de palabras con recortes de periódicos y redactaron frases al azar; además, experimentaron con las letras y les dieron formas ingeniosas. Algunos dramaturgos, por su parte, montaron sus obras en el teatro con escenografías que mostraban el arte visual de sus compañeros.
Aunque algunas obras resultan incomprensibles y nunca alcanzaron la aceptación de los lectores, representan un referente indispensable de su época, pues evocan el espíritu de justicia social y libertad frente a la hegemonía ejercida por países que ya se perfilaban como potencias económicas y militares.
Por último, todas las vanguardias comentadas en este tema desarrollaron un nutrido acervo de arte plástico (pintura y escultura), que puedes consultar en el ciberespacio.
Asegúrate de:
La obra presentada es propiedad de ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN SUPERIOR A.C. (UNIVERSIDAD TECMILENIO), protegida por la Ley Federal de Derecho de Autor; la alteración o deformación de una obra, así como su reproducción, exhibición o ejecución pública sin el consentimiento de su autor y titular de los derechos correspondientes es constitutivo de un delito tipificado en la Ley Federal de Derechos de Autor, así como en las Leyes Internacionales de Derecho de Autor.
El uso de imágenes, fragmentos de videos, fragmentos de eventos culturales, programas y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, es exclusivamente para fines educativos e informativos, y cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por UNIVERSIDAD TECMILENIO.
Queda prohibido copiar, reproducir, distribuir, publicar, transmitir, difundir, o en cualquier modo explotar cualquier parte de esta obra sin la autorización previa por escrito de UNIVERSIDAD TECMILENIO. Sin embargo, usted podrá bajar material a su computadora personal para uso exclusivamente personal o educacional y no comercial limitado a una copia por página. No se podrá remover o alterar de la copia ninguna leyenda de Derechos de Autor o la que manifieste la autoría del material.