La capacidad para reconocer la
estructura de las obras literarias y el contexto en el que se
escribieron permite evaluar tanto su forma como su contenido. Si
eres capaz de identificar la estructura de cada género literario
podrás evaluar la forma de un texto; por su parte, si indagas en el
contexto histórico, cultural y literario en el que se produjo te
permitirá comprender mejor la lectura.
Evaluación de la forma y contenido
Recuerda que los textos que pertenecen al ámbito literario se clasifican en tres grandes géneros (Jaime, 2018): lírico o poético, narrativo y dramático. Actualmente, las investigaciones más recientes también incluyen al ensayo como parte de ellos.
Para evaluar la forma y el contenido de los textos que pertenecen al ámbito literario debes identificar su estructura (forma) e indagar sobre el contexto en el que se produjeron (contenido), ya que esto reforzará tu capacidad para comprenderlos.
Estructura
Conocer la estructura de los textos literarios te permitirá saber en qué momento de la lectura te encuentras, pues cada género tiene una forma específica.
En poesía, la estructura se relaciona con la cantidad de estrofas del poema; a su vez, estas se componen de un número determinado de versos. Cada línea de un poema es un verso. Si observas que un poema tiene cuatro estrofas (dos cuartetos y dos tercetos) y que todos sus versos son endecasílabos (de once sílabas), seguramente estás leyendo un soneto, ya que esa es su forma. Observa con atención el siguiente ejemplo, escrito por sor Juana Inés de la Cruz:
A su retrato
Este que ves, engaño colorido,
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada. (Ciudad Seva, s.f.)
Por lo general, la narrativa y el género dramático poseen una trama compuesta de tres momentos importantes: planteamiento, nudo y desenlace. De acuerdo con Jaime (2018), en el planteamiento se muestra la situación inicial, ya que se presentan los personajes, el lugar y la época en la que se desarrolla el relato. El nudo o clímax ocurre cuando el conflicto alcanza su máxima tensión. En el desenlace, mientras tanto, el problema se resuelve de manera afortunada o desdichada para el personaje principal.
Por último, el ensayo también cuenta con una estructura básica. Como muestra Del Río (2018), en este género se distinguen tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. En la introducción se presenta una afirmación, pregunta, anécdota, etc., que servirá para atrapar al lector. En el desarrollo se analiza y reflexiona sobre las diferentes aristas del tema tratado. Al final, en la conclusión, el autor aprueba o descarta la afirmación presentada en la introducción.
Contexto de la obra literaria
Entender el contexto de una obra literaria te ayudará a situarla en un momento determinado de la historia y, por consiguiente, a evaluar y comprender mejor su contenido. No obstante, como menciona Jaime (2018), existen varios contextos (histórico, cultural y literario), que aplican tanto para la obra como para su autor.
En el contexto histórico debes considerar la época, concepto que incluye la fecha de nacimiento del autor, el año en que se produjo la obra, el país de origen, las condiciones sociales del momento, la situación económica y personalidad del escritor (Jaime, 2018). Hay innumerables ejemplos en los que el contexto se expone en la obra o supone la preocupación central del autor; este es el caso de la novela La ladrona de libros, de Markus Zusak, donde se narran las aventuras de una niña de nueve años durante la Segunda Guerra Mundial.
En el caso del contexto cultural debes valorar la ideología imperante de ese momento y lugar, el modo de vida, las costumbres y tradiciones (Jaime, 2018). Las batallas en el desierto, del escritor mexicano José Emilio Pacheco, proporciona un buen ejemplo de lo anterior. La novela cuenta las peripecias de Carlitos, un adolescente que sufre por un amor imposible, quien observa cómo su familia está ansiosa por adquirir los electrodomésticos más novedosos de los años sesenta (lavadora, aspiradora, licuadora, entre otros); el autor emplea las impresiones del protagonista para retratar a la sociedad mexicana de aquellos tiempos.
Finalmente, el contexto literario resulta determinante en la producción de cualquier obra de dicha índole. El desarrollo de las corrientes literarias en la historia es un claro ejemplo de esta afirmación. Durante el siglo XVI, en pleno auge del Barroco, los poetas culteranistas se esmeraban por la forma de sus poemas, mientras que los conceptistas prestaban más importancia al mensaje que buscaban transmitir. Situar una obra en su momento te ayudará a comprender la intención del autor y sus principales influencias.
En este tema aprendiste que las obras literarias poseen una estructura determinada, de acuerdo con el género al que pertenecen. Reconocer esas formas te servirá para una mejor comprensión de la lectura y para evaluar su contenido de manera certera. Asimismo, te percataste de la importancia de los contextos histórico, cultural y literario en la producción y conformación de una obra.
Asegúrate de: