¿Recuerdas aquella ocasión en la que dos compañeros de trabajo discutían mientras tú observabas de lejos?
Seguramente esperabas la reacción de cada uno, por lo que probablemente juzgaste sus respuestas. No obstante, cuando tú eres el involucrado las cosas cambian, ya que es probable que tiendas a ceder ante un disgusto, molestia, sentimiento o emoción negativa. Cuando estás en un conflicto todo parece ir muy rápido, por lo que pocas veces se puede mantener la calma.
Aquí la palabra clave es reacción, es decir, ¿cómo reaccionas cuando te enfadas?, ¿racional o emocionalmente?, ¿positiva o negativamente?, ¿eres de carácter fuerte o débil?, ¿reprimes o expones? En este programa se profundizará en el desarrollo de una de las competencias superiores fundamentales y necesarias para todo líder transformacional: la inteligencia emocional.
¿La inteligencia emocional (IE) puede aprenderse?
Aunque hay estudios que demuestran que la IE tiene un claro componente genético, puesto que hay personas que nacen con altos niveles de empatía, Goleman (2018) señala que esta se adquiere de tres maneras:
4.1 Inteligencia emocional
Howard Garner (2022) sentó las bases para que Goleman la definiera como la gestión de nuestras emociones y nuestra relación con los demás. Para comprender este concepto es necesario entender que "una emoción es una respuesta de nuestro organismo ante un estímulo externo o interno" (Garner, 2022). También es importante entender la diferencia entre la emoción y el sentimiento, ya que la primera es espontánea, sorpresiva, efímera, por lo que no es racional, mientras que la segunda es razonada, permanente y perdurable.
¿Líder racional o emocional?
Según Goleman (2018), lo que distingue a un líder extraordinario entre los demás, no es el cociente intelectual ni los grados académicos o habilidades técnicas, sino la inteligencia emocional, ya que es el comportamiento del líder hacia los demás y consigo mismo, así como con los altos niveles de estrés que se puedan generar en un ambiente laboral. No basta con tener amplio conocimiento o capacidad racional, sino saber cómo actuar por el bien del equipo de trabajo para maximizar el rendimiento y la productividad, asegurando las metas organizacionales sin olvidar el equilibrio entre lo emocional y lo racional.
La base de esta premisa considera que toda persona tiene dos mentes, es decir, una que piensa y otra que siente. Estas mentes presentan un equilibrio natural en condiciones normales. Por tanto, la mente racional tiene la tarea de filtrar los impulsos emocionales y tomar el control, midiendo consecuencias y escenarios futuros. Por ende, "cuanto más intenso es el sentimiento, más dominante se vuelve la mente emocional, y más ineficaz la racional" (Goleman, 1995 ).
¿Qué impide ser más racional y menos emocional? Los paradigmas, mitos, cultura y pensamientos negativos. Por ejemplo, cuando una persona dice "perdí la cabeza", se refiere justamente a que dejó de ser racional.
Observa el siguiente ejemplo:
La fortaleza emocional de un líder es parte del perfil requerido para la organización moderna e inteligente, además de los siguientes aspectos:
¿Cuánto estrés se requiere para que un líder reaccione negativamente? Esta es una pregunta retórica que permite dimensionar el riesgo diario para dejar de ser racionales y ser emocionales. ¿Tu carácter es fuerte o débil?
La categorización de emociones más acertada es la que presenta Goleman (1995) a través de ocho familias, en donde cada una de ellas muestra sus variantes:
4.2 Autoconciencia
Muchas personas consideran que expresar emociones es un acto de debilidad, pero negarse a reconocer las propias emociones evita la posibilidad de generar relaciones positivas con los demás.
La autoconciencia puede definirse como la habilidad de reconocer y administrar las emociones y las relaciones. Por ejemplo, al preguntar: ¿cómo estás?, ya que normalmente se responde por cortesía, asertividad, empatía o educación, pero no necesariamente se dicen las emociones que se experimentan en el momento. Por ende, cuando se reflexiona de forma realista se pueden reconocer áreas de oportunidad que hay que desarrollar.
Proceso de autoconciencia
Alcanzar una conciencia personal no es fácil, pero sí necesario. Esto significa comprender las emociones y entender su función catalizadora, así como las necesidades y defectos. Cuando se logra, el líder se fortalece, por lo que puede ser honesto consigo mismo y con su equipo de trabajo.
4.3 Autorregulación
¿A qué te suena el concepto de autorregulación? Para ejemplificarlo, lee el siguiente caso:
De acuerdo con Goleman (1995), el autocontrol es "la capacidad para dominar las emociones e impulsos perturbadores". En el ambiente laboral esto parece un reto mayor, ya que alinear los intereses es igual o más complicado que alinear los valores y las conductas del equipo. A saber, cada vez es más común tener inconformidades al interior del equipo de trabajo, aunque esto se debe, naturalmente, a las distintas culturas en su contexto de origen, familia, sociedad, educación.
¿Cómo orientar un esfuerzo eficaz para autorregularse? Goleman (2018) propone los siguientes componentes funcionales:
Bloquear las emociones ante situaciones no deseadas o no esperadas es una práctica frecuente de algunos líderes que quieren evitar los conflictos de esta forma (aunque la contra reacción sea por medio de otra conducta negativa).
Por lo tanto, el desafío no es reprimir las emociones, sino aceptar lo que sentimos y expresarlo de forma adecuada. Los elementos funcionales de la autorregulación son los siguientes:
No tener el control de las emociones, explotar agresivamente ante cualquier situación o reprimir las emociones genera ambientes conflictivos, inestables e improductivos, lo cual cobra una factura en el equipo. Por lo tanto, tener presentes los límites mantiene a la persona alerta y consciente del efecto de sus reacciones.
Afortunadamente, y de acuerdo con lo que propone Goleman, todos tienen el potencial de fortalecer su inteligencia emocional. Entonces, poner atención a lo que sientes, lo que haces, lo que provocas en ti y en los demás es fundamental en tu calidad de vida.
Asegúrate de:
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