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Un componente esencial del éxito de un proyecto es la motivación. ¿Puedes imaginar un equipo deportivo que inicia una temporada de juego sin tener la mira puesta en el campeonato?, ¿soportarían los jugadores las horas de entrenamiento, la disciplina que debe acompañar la práctica del deporte, el cansancio, etc. si no pensaran en superar al adversario y coronarse como campeones? De la misma forma sucede con tu proyecto actual; si deseas alcanzar el éxito debes tener perfectamente claro cuál es tu meta, preguntarte: ¿qué deseas alcanzar?, ¿cuál es tu proyecto personal? La respuesta a estas preguntas será la base, los cimientos que te permitan avanzar y alzarte hacia la meta. Observa que hablamos de un proyecto personal: tu proyecto. Debes tomarlo en tus manos, bajo tu responsabilidad, consciente que cada decisión que tomes tendrá repercusión en el proceso y en el resultado. Por fortuna, con los actuales modelos educativos, el alumno juega un papel protagónico en su proceso de aprendizaje, lo que te permite ejercer un papel activo en la construcción de su propio conocimiento procesándolo, valorándolo, ampliándolo y ejerciendo un rol activo de investigador que descubre, explica y crea. Se concibe una visión positiva del estudio considerándolo un reto, un desafío, que conduce al crecimiento personal y a la necesidad de una continua actualización de conocimientos. |
Si llevas algunos años cursados en la escuela, seguramente habrás comprobado lo siguiente:
Como en el ejemplo anterior, seguramente los primeros días o semanas serán difíciles porque muy probablemente deberás abandonar o posponer algunas actividades, tal vez tengas que reducir tu tiempo de descanso y el tiempo que pasas con personas con quien te agrada compartir. Por eso es tan importante que valores tu proyecto y tu deseo de alcanzar la meta porque estos serán tu primera motivación, el primer impulso para que inicies, una vez que empieces a ver resultados como: optimización del tiempo, no tener que repetir tareas o exámenes, calificaciones más altas; es decir, una vez que empieces a disfrutar de los resultados, será más fácil continuar cultivando estos beneficiosos hábitos. |
Anteriormente ya establecimos que será la motivación la que te proporcione el impulso para dar el primer paso hacia tu objetivo y será la motivación la que hará que continúes moviéndote hacia él. A cada persona la mueve o motiva algo diferente, aun cuando dos o varias personas se encuentren trabajando en el mismo proyecto y aparentemente busquen el mismo objetivo, a cada una de ellas les mueve algo diferente y cada una de ellas reaccionará diferente ante los avances, las dificultades, los tropiezos, etc. Por eso es tan importante conocer tu motivo, tu objetivo personal para que seas capaz de automotivarte para continuar en tu camino hacia él. Cuando nuestra motivación es grande, cuando valoramos fuertemente el objetivo o meta que buscamos, podemos vernos afectados por la ansiedad o el miedo a no conseguirlo, a no alcanzarlo. Bertoglia (2005) señala que la ansiedad se produce al interactuar dos factores: por un lado la valoración que asigna la persona al estímulo y por otro lado la evaluación de los recursos que cree poseer. En el caso de los estudios, diríamos que te pondrías ansioso si percibes como muy difícil de alcanzar determinada calificación, porque no crees poseer los conocimientos o la capacidad para lograrla. Si observas bien lo mencionado en el párrafo anterior, en ningún momento se hizo referencia a hechos o acontecimientos, se señalaron solamente percepciones. Podríamos entonces concluir que la ansiedad generalmente se produce por lo que creemos, por lo que pensamos, por lo que imaginamos. |
Bertoglia Richards (2005) cita a SpieIberger siguiendo la misma línea al mencionar que la ansiedad que producen los exámenes tiene dos componentes: |
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Tanto la preocupación como las sensaciones desagradables producen interferencias en la actividad cognitiva del estudiante o aprendiz, es decir, olvidos o errores de juicio por falta de concentración. Weiten (2006) cita a Carl Rogers para definir el autoconcepto como el conjunto de creencias referentes a la naturaleza del individuo, a sus cualidades únicas y a su conducta. Es una imagen mental de nuestra persona. Abarca las ideas conscientes de nosotros mismos. Al trabajar en busca de una meta u objetivo, es muy importante tu autoconcepto, porque si bien es benéfico para tu autoestima sentirte seguro de tus capacidades, si el concepto que tienes de ti mismo, está alejado de la realidad, no trabajará a tu favor. Lo que realmente te puede beneficiar, es estar consciente de tus capacidades y áreas de oportunidad, para así estar en posición de aprovechar tus habilidades y de trabajar para mejorar lo que se requiera. Ahí estriba la importancia de que nuestro concepto se acerque lo más posible a la realidad. |
Espero que lo que has aprendido hasta este momento te haya ayudado a identificar lo que te mueve e impulsa a iniciar tu proyecto actual y a valorar este curso y su contenido como herramientas valiosas para alcanzar tus metas. Ahora que has conocido la importancia de mantenerte motivado pero sin dejarte llevar por la ansiedad, así como de conocer tus fortalezas o debilidades, te dispongas a conocer otros elementos que pueden servirte para establecer los preciados hábitos de estudio. |
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