El liderazgo transaccional es aquel que se lleva a cabo por un líder que guía y motiva a sus seguidores definiendo con claridad cuáles son las tareas y roles a desempeñar. La mayor parte de las teorías que hemos revisado describe a este tipo de líder. Es una forma de trabajo que aunque limita la creatividad puede ser efectivo en situaciones en las que la tarea es de corto plazo o en situaciones en las que el seguidor solo es motivado por el dinero o la recompensa.

Pero existe otro tipo de líder: el líder transformacional, que es quien inspira a sus seguidores a trascender a sus propios intereses por el bien de la organización. Se construye sobre el liderazgo transaccional y consiste en poner atención en los intereses y necesidades de sus seguidores individuales; “cambiar la consciencia de sus seguidores en cuanto a los problemas, ayudándoles a ver los viejos problemas de manera diferente, y ser capaz de estimular, despertar  e inspirar a sus seguidores para que realicen un esfuerzo adicional con el fin de lograr las metas del grupo” (Robbins y Coulter, 2011).

Un ejemplo de este tipo de líder es la que fuera por 13 años la CEO de Avon y lograra romper con los paradigmas obsoletos de esta empresa. Adicionalmente a cambios estructurales y de mercadotecnia, Andrea Jung introdujo varios mantras para generar entusiasmo tales como innovación, renovación, motivación y nuestro único estándar es la excelencia, (Mehenan, 2004). De acuerdo con los profesores Hershey H. Friedman y Langbert Mitchell de la Universidad de Nueva York, las características de los líderes transformacionales incluyen la visión, confianza, el coraje y la voluntad de hacer sacrificios (Basu, 2012).

El líder carismático es un líder entusiasta y con confianza en sí mismo, cuya personalidad y acciones influyen en las personas para que se comporten de una manera determinada.

Entonces, ¿los líderes carismáticos nacen o se hacen? Algunos dicen que el carisma no se puede aprender, sin embargo se han hecho estudios en los que se ha capacitado a estudiantes para que sean líderes carismáticos ¿cómo? Se les enseña a fijar una meta amplia, comunicar expectativas de desempeño elevadas, mostrar confianza en la habilidad de sus subordinados para cumplir esas expectativas y comprender las necesidades de sus subordinados; aprendieron a proyectar una presencia poderosa, segura de sí misma y dinámica, además practicaron el uso de un tono de voz cautivador y atractivo… también los capacitaron para tener comportamientos carismáticos no verbales tales como inclinarse hacia el seguidor al comunicarse, mantener el contacto visual directivo y tener una postura relajada, con expresiones faciales animadas, (Robbins y Coulter, 2011). Los “líderes entrenados” influyeron en los miembros de su grupo y obtuvieron un mejor desempeño y adaptación a sus tareas en comparación con los miembros pertenecientes a los grupos de líderes no entrenados (no carismáticos).

Por otro lado, tenemos el liderazgo visionario que es muy cercano al carismático, pero de mayor alcance pues logra superar la situación actual de los seguidores a través de esa habilidad para crear y vislumbrar una visión realista, atractiva y creíble.

Las visiones que se expresan con claridad y ofrecen imágenes poderosas son captadas y aceptadas con facilidad. Por ejemplo Michael Dell (Dell Computers) creó una visión de una empresa que vende y entrega una computadora personal directamente a un cliente en menos de una semana, (Robbins y Coulter, 2011).

Un ejemplo de un líder de equipo es el entrenador de basquetbol, Phil Jackson, un líder que fue capaz de reconocer en qué circunstancia él tenía que tener una actitud cálida y en cuál debería de ser enérgica. Logró que sus jugadores buscaran el bien común por encima de la gloria individual, como lo hizo con Jordan, quien ayudó a desarrollar el juego de sus compañeros. Todos los miembros del equipo comprendían el propósito común e integraban sus habilidades para acentuar los puntos fuertes y disminuir los débiles creando sinergia.

Este tipo de personas que tienen una visión superlativamente creativa y, de forma continua, son incomprendidos y juzgados; sin embargo, lo que los hace exitosos es que aterrizan las ideas para satisfacer al cliente, lo que requiere de la habilidad de adaptación al cambio.