El primer paso en el proceso de autoconocimiento es conocer y aceptar la imagen física que tenemos. Es decir, cuáles son las características físicas reales con las que cuentas: si eres hombre o mujer, tu estatura, tu color de piel, tu complexión, los rasgos de tu cara, por mencionar algunos, y concientizarte de que así eres tú, sin más ni menos.
Debes hacer a un lado todas las creencias de belleza y aptitud física que te hayan impuesto, ya sea a través de los medios de comunicación, o a través de lo que te dijeron tus padres, hermanos o amigos. El atractivo físico es propio de cada quien y es individual; todo estándar es falso y busca segregarte si no lo cumples o engreírte tontamente si lo tienes. La clave aquí es la aceptación.
Entonces haz un retrato de ti mismo (a), pero debes hacerte justicia y ser muy objetivo (a). En esta parte del proceso no se vale hacer juicios de valor y poner, por ejemplo, “no me gusta tal” o “tengo feo esto o aquello”; tampoco “me gusta” o “esto está bien”. Es importante que te describas lo más imparcialmente posible, tal como si lo hicieras con otra persona a la que no tendrías el gusto de conocer y te ha pedido que le describas cómo es, porque no se ha podido ver en un espejo. Tú serás ese espejo que lo describa justamente.
¿Cómo te sentiste con este ejercicio?, interesante la forma como nos describimos. Si pudieras describirte a una persona ciega ¿cómo lo harías? A continuación identificarás que no solo puedes describir características físicas, sino que también cuentas con rasgos en tu personalidad.
Subtema 2. Mis características de personalidad
Ahora bien, nosotros no sólo somos un cuerpo y sus características, sino que tenemos una “forma de ser”, aquello que los demás conocen de nosotros una vez que hemos dicho “hola” y traspasamos la “primera impresión”.
Tales datos conforman la descripción de tu personalidad, y forman, por lo general, aquello por lo que más se nos aprecia. Más allá de nuestros rasgos físicos, nuestra personalidad acerca o aleja a los demás de nosotros, y determina en gran medida el tipo de vida que tenemos. Bien, descríbela y sé honesto. Ten cuidado también de no presentar sólo los aspectos negativos de tu personalidad; al contrario, empieza por los positivos, luego será el turno de los negativos o indeseables. Así tendrás una imagen balanceada.
En ocasiones, te pudiera resultar más fácil empezar por lo que sabes que sí eres, por ejemplo, sabes que eres sociable y que conoces a muchas personas y de entre todos los que conoces eres muy buen amigo de ellos, entonces, analiza qué cosas te van uniendo con cada persona, tal vez eres empático, escuchas a todos y los apoyas dentro de tus posibilidades, valoras los esfuerzos de los demás, etc. Estos pasos te facilitarán el conocimiento de tu personalidad.
Hasta este momento se han descrito los rasgos físicos e identificaste algunas características de tu personalidad, ahora sigue que aprendas sobre tu entorno social.
Subtema 3. Mi entorno y desenvolvimiento social
A partir de todo lo anterior, además de nuestra parte cognitiva (aquello relacionado con el conocimiento), espiritual y nuestra historia personal, nosotros nos relacionamos con los demás, nos encontramos inmersos en un entorno social y en él nos desenvolvemos. ¿Cómo te va al respecto?
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Es importante que describas en esta parte cómo es el medio en el que convives diariamente, y si en general logras expresar y obtener lo que necesitas de los demás. Es decir, ¿cómo te calificarías a ti mismo?
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Cuando te expresas, ¿cómo lo haces?
¿De manera tranquila y respetuosa o más bien de forma agresiva e intimidante? ¿Consideras que los demás te respetan, te temen o se aprovechan de tu “nobleza”?
Contestar estas sencillas preguntas te ubicará con cierta tendencia o estilo al relacionarte, así como con determinadas habilidades de comunicación. Recuerda: todo se puede reaprender con objeto de que te sientas mejor al interactuar con otros y que logres mejores resultados.
En este tema analizaste tus características físicas, reconociéndolas independientemente de estereotipos de belleza o aptitud; diste una revisión a tus rasgos de personalidad, también reflexionaste sobre la forma como sueles acercarte a los demás, tratarlos y permitir que te traten.
En el próximo tema hablaremos más sobre la imagen que presentas de ti mismo y el papel que desempeñas en tus diferentes roles sociales.