¿Cuántas veces al día tomas decisiones?, tal vez no las has contado o tal vez, ya las tomas de manera automática, sin embargo, sea cual sea la manera en que las tomas, llevan consecuencias, algunas positivas y otras negativas y esa es la razón por la que hay que ser conscientes de las responsabilidades que lleva cada decisión que tomamos.
Por ejemplo, desde que decides qué ropa ponerte, qué desayunar, por medio de qué transporte llegar al trabajo o a otro lugar, hasta decisiones que pueden llevar serias consecuencias, como en el aspecto financiero, de pareja, laboral, etcétera, por eso es importante que tus decisiones sean pensadas, analizadas y que contemplen la magnitud de tu responsabilidad y consecuencias.
Es necesario partir del hecho de que cada persona es responsable de lo que le pasa:
Es cierto: al ser humano prácticamente nada le viene predeterminado. Cuando cada individuo nace, es un lienzo en blanco y poco a poco va construyendo nuestra vida. ¿Sabes cuál es la clave? Son las decisiones que se toman. Porque todos los días, a cada momento, se está decidiendo:
Content on this page requires a newer version of Adobe Flash Player.
Tal como lo señalan Casares y Siliceo (1992), toda la vida es una continua toma de decisiones. Gran parte de nuestro éxito o fracaso depende de tomar decisiones adecuadas. Tenemos que elegir desde la camisa que nos ponemos hoy, hasta con quien queremos compartir nuestra vida, puntualizan. Si decisiones “pequeñas” afectan tu estado actual -por ejemplo, tu estado anímico y tu concentración en este momento en clase o trabajo- depende de factores triviales como el tipo de ropa que hoy escogiste (su comodidad, si es formal o casual, si es cálida o fresca); si decidiste desayunar o no (de modo que estés con hambre o satisfecho), ahora imagina el impacto que las “grandes” decisiones pueden traer a tu vida: decidir estudiar o no para tus clases o exámenes, decidir dejar los estudios o combinarlos con trabajo, decidir estudiar una carrera u otra, decidir sobre los amigos que te rodean, entre otras muchas elecciones que realizas todos los días.
Citando a Casares y Siliceo (1992), dicen:
“Elegir es comprometerse con lo que verdaderamente quiero para mí, con lo que más llene mis expectativas de la vida… El grado de responsabilidad al tomar mi camino es el índice de respeto, cariño y seriedad que tengo para conmigo mismo”.
Detente antes de tomar decisiones importantes en tu vida y pregúntate si lo estás haciendo con inteligencia y si estás listo (a) para afrontar lo que sea que tu decisión genere para ti mismo o para otras personas. Entonces, ¿qué pasa si tomaste una decisión inadecuada?, a veces, la misma situación o la premura al tomarlas, te impide ver otras opciones de solución, sin embargo, hay algunos puntos que verás más adelante y que te guiarán al respecto.
Subtema 2. Construyendo mi futuro
Ante el peor de los escenarios siempre puedes elegir. Incluso puedes elegir no elegir, y que otros decidan por ti, pero esa también es una elección. Ahora bien, ¿cómo puedes saber lo que es correcto?, ¿qué hacer cuando te entre la duda sobre lo oportuno de tu decisión? La mayor parte del tiempo sí se sabe qué es lo correcto, casi lo intuyes desde siempre. Lo que hace dudar es el eterno dilema entre lo que parece fácil y lo que implica más trabajo; entre lo que te gustaría o lo que imaginas que podría ser, y lo que la realidad te indica que es; entre lo que impulsivamente te sientes impelido a realizar por su atractivo natural y lo que sé que aunque no se te antoje, te traerá paz y tranquilidad en el futuro. Definitivamente en este proceso es posible cometer errores, equivocarse o caer: es parte del proceso de aprendizaje que implica la vida.
Sin embargo, observa en el gráfico cómo señala Mora (1995), sobre la equivocación y el autodominio:
Content on this page requires a newer version of Adobe Flash Player.
La voluntad es la mejor aliada en el cumplimiento de los objetivos y metas vitales: sin ella te rendirías prontamente.
Por eso, es necesario que vayas adaptando todos estos aprendizajes a tu día a día ya que esto te ayudará a ser mejor persona y te va preparando para que tus decisiones sean cada vez más fáciles de tomar y con mejores resultados, recuerda también que todo lo que has aprendido es de gran ayuda en la construcción de tu plan de vida, así que continuemos tomando decisiones y avanzando en tus herramientas.
Subtema 3. Hacer lo que más me conviene
Entonces todas las respuestas que buscas están dentro de ti, porque tú al final sabes lo que quieres para ti, lo que deseas de verdad y sientes que mereces; y por lo tanto actuarás en consecuencia.
Lo importante es que reconozcas que no hay “mano negra” en esto; es decir, no es que los otros tengan más suerte que tú, o que les “toquen” mejores cosas: es que nosotros marcamos con nuestras elecciones lo que va ocurriendo. Si tomas en cuenta este principio básico lograrás una mayor seguridad en ti mismo, te protegerás más y serás inteligente al decidir. La realidad te presenta toda la información que necesitas para tomar tus decisiones. Cuando no tengas la suficiente información, búscala y encuéntrala. No decidas a partir de tus sentimientos, porque los sentimientos son volubles y cambiantes y nos conducen a arrebatos: date el tiempo de pensar y valorar, usa tu inteligencia en primer lugar, haz lo que más te conviene.
Según la Real Academia Española de la Lengua (2016), uno de los significados de la palabra conveniencia es: “utilidad, provecho”.
Casares y Siliceo (1992), lo plantean de forma atinada cuando dicen: “Elegir adecuadamente es tener un buen grado de cariño hacia mí mismo para proporcionarme lo que mejor me… conviene”.
Estos mismos autores señalan que las personas impulsivas le hacen caso únicamente a su entusiasmo sin reflexionar en las consecuencias de su decisión, sin analizar y sopesar los pros y los contras o sin obtener suficiente información ni acudir a su experiencia pasada (Casares y Siliceo). Lo ideal es que uses tu inteligencia y decidas con cautela, sin paralizarte por el riesgo de caer en el error.
El camino a la felicidad
Este es el camino para construirnos la vida que queremos, elegir bien, ser consecuentes con nuestros actos, asumir responsabilidades, hacer lo correcto, mirar de frente y evitar hacer aquello que no podrías contar con orgullo o que no le aconsejarías a otro que hiciera. Tu vida está en tus manos: ¿qué harás con ella?
Mora (1995), lo plantea como una cuestión de integridad. Por su parte, Casares y Siliceo (1992) usan el término persona integrada.
Content on this page requires a newer version of Adobe Flash Player.
Por último, es importante que consideres vivir lo que Casares y Siliceo (1992), denominan el momento vital presente.
El gozo del aquí y el ahora proporciona un sentimiento de plenitud que muchas veces no se valora, pero que efectivamente se cristaliza en felicidad auténtica.
Hasta aquí has podido darte cuenta de la importancia de tus decisiones y la manera que tu responsabilidad interviene en ellas, es necesario que, para la construcción de tu plan de vida, las tomes en cuenta, así como también es necesario, ir enfocándote hacia la búsqueda de tu felicidad en las mejores condiciones posibles, justo como tú lo necesitas y con todo lo que tú quieres lograr ya que eso será la base sobre la que construyas tu plan de vida.
¡Quiero más!
Mi Reflexión
Glosario
Impeler: Hacer fuerza contra una persona o cosa para moverla o desplazarla; presionar o influir sobre una persona para que haga cierta cosa.
Valores universales: Conjunto de normas de convivencia válidas en un tiempo y época determinada.