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Probablemente, ya has escuchado hablar sobre la resiliencia, es probable incluso que tengas una definición ya formada acerca de ella. Pero es importante saber que todos los seres humanos somos resilientes y, de una o de otra forma, es posible salir adelante de las situaciones adversas que se presentan en la vida.
Existen muchas personas alrededor del mundo que tienen historias difíciles en donde la resiliencia sale a relucir.
¿Puedes pensar en aquellas personas que sobrevivieron al holocausto? O, en estos tiempos, ¿Puedes pensar en aquellas personas que, siendo profesionistas, ayudan a proteger y defender a su país en casos de guerra?, ¿Cómo le hacen las personas que han perdido sus casas, a sus familiares y otras pérdidas?
En este tema podrás conocer la resiliencia y sus características, te invitamos a revisar el contenido y los recursos adicionales para fomentar tu aprendizaje.
El término resiliencia procede del latín resilire, que significa volver atrás, volver a la posición original, resaltar y rebotar (Meneghel, Salanova y Martínez, 2013). Es común que se relacione con un resorte ya que, un resorte, tiene la propiedad de volver al estado original después de soportar alguna presión.
Para algunos, la resiliencia implica no solo salir adelante después de una situación muy dura, sino incluso crecer o ser mejor a raíz de esta experiencia (Tarragona, 2012).
Este concepto no se usa solo en la psicología o en materias de desarrollo humano, ha sido utilizado en diferentes áreas de estudio para explicar la capacidad de recuperación, por ejemplo, en la medicina, específicamente en la osteología, se utiliza el término para describir la capacidad de los huesos para crecer en la dirección correcta después de una fractura (Forés y Grané, 2008). Y así, sucesivamente, se utiliza en diferentes ciencias y con diferentes aplicaciones, sin embargo, se puede identificar, como siempre se utiliza, para describir una especie de fortaleza, pero sobre todo una capacidad de recuperación ante un evento adverso.
Más recientemente, en las ciencias sociales, la psicología ha definido la resiliencia como una serie de patrones de adaptación positiva que surgen durante o después de adversidades o riesgos (Cutuli y Masten, 2011). Por lo tanto, bajo esta lente, se abordará la definición y las características de la resiliencia.
Para conocer más acerca de la resiliencia y las emociones, revisa el siguiente video:
Escuela de Valores del Grupo Asegurador La Segunda. (2020, 26 de octubre). Clases 2.0 Marilen Stengel - Resiliencia y emociones [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=FqkXukGjz9Y
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Algunas otras definiciones de la resiliencia son:
Estas definiciones concentran a la resiliencia como parte del humano. La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene, es una capacidad que puede aprenderse y desarrollarse a través de comportamientos, pensamientos y acciones (American Psychological Association, 2011). La buena noticia es que tanto los pensamientos como las acciones son regulables y podemos elegir aquellas que sean de mayor beneficio.
Tanto los retos como los cambios siempre están presentes en la vida de cualquier ser humano, y estos pueden llegar a afectar su habilidad para responder al estrés con resiliencia. Reese et al., 2015 (citados en Baker et al., 2021) encontraron que una baja resiliencia en ambientes de mucho estrés impacta de manera negativa a la salud mental, por lo tanto, la resiliencia no solo es para salir adelante sino para construir recursos que llevan al bienestar.
Características de las personas resilientes
Existe evidencia de algunas características que poseen las personas que tienen resiliencia, entre ellas se encuentran:
En cuanto al sentido del humor se ha encontrado que: El humor es un componente central de la resiliencia (Oosthuizen, 2021). De la misma manera, el tener sentido del humor es una señal de fortaleza humana, inteligencia y madurez psicológica y también permite a las personas a alejarse emocionalmente de la situación estresante para poder afrontarla.
El optimismo es esperar y tener confianza en que las cosas van a salir bien, esperar que el futuro será mejor. Da una sensación de control de los eventos futuros y nos ayuda a experimentar esperanza entre otras emociones positivas. El optimismo ayuda a “visualizar a la adversidad como un reto del cual aprender y sacar el mejor provecho” (Sánchez, 2020). Un estilo optimista ayuda a incrementar las capacidades resilientes del ser humano, ya que provee recursos que pueden ayudar a accionarse en medio de la adversidad (Seligman, 2012). El estilo explicativo optimista se caracteriza por explicar las dificultades como temporales, locales y cambiables y eso hace que la persona que lo utiliza pueda ver una solución más práctica y asertiva a dicha dificultad.
El conocer y utilizar las fortalezas de carácter se ha relacionado con un ajuste positivo en personas que han experimentado enfermedades (Peterson, Park y Seligman, 2006) y con una mayor satisfacción de vida (Peterson et al., 2007). El reconocimiento de las propias competencias y la capacidad para mantener la entereza en el manejo de las circunstancias conflictivas, donde es necesario actuar y preservar la calidad de vida.
De igual forma se ha encontrado que el uso en general de las fortalezas de carácter se ha relacionado con la resiliencia (Martínez et al., 2020).
La flexibilidad cognitiva se ha relacionado positivamente con: Mejor salud psicológica, disminución de estados emocionales negativos, bienestar psicológico, competencias interpersonales, satisfacción de la vida y felicidad (Demirtas, 2020). Algunas características de personas con flexibilidad cognitiva:
Para conocer más acerca de la resiliencia y las emociones, revisa el siguiente artículo:
Linares, R. (2023). Resiliencia: Los 12 hábitos de las personas resilientes. Recuperado de https://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/
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Como podrás ver, la resiliencia es esa capacidad que tenemos como seres humanos para salir adelante.
Es posible educar a nuestro cerebro para que las conexiones que vaya formando nos ayuden a incrementar nuestra resiliencia. Podemos cambiar nuestro cerebro por medio de la práctica, así como le hacemos cuando queremos entrenar y cambiar nuestros músculos.
En resumen, ante una situación adversa o compleja, las personas resilientes consiguen mantener un equilibrio estable sin que afecte a su rendimiento y a su vida cotidiana. De esta forma, la resiliencia le proporcionaría al sujeto las destrezas necesarias para protegerse y defenderse ante eventos estresantes o conflictivos. Por lo tanto, una persona resiliente permite sobreponerse a situaciones angustiosas, soporta los conflictos y se supera a sí misma.
¿Qué descripción personal tienes acerca de la resiliencia en este momento? ¿Identificas algunas situaciones en donde has sido resiliente?
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