Asegúrate de:
Es muy común que cuando nos estamos enfrentando a situaciones nuevas, estresantes o desafiantes para nosotros experimentemos algunas emociones intensas que pueden alejarnos de cumplir nuestros objetivos.
Como menciona Seligman (2011), uno de los objetivos de la psicología positiva es considerar lo que sí me gusta, lo que sí funciona y lo que nos ayuda a alimentar la visión positiva del mundo.
El entrenamiento en la resiliencia aumenta las capacidades, estrategias y herramientas que tenemos disponibles para tener mayor resiliencia. Una mayor resiliencia es indispensable para recuperarnos de situaciones complicadas y volver a nuestro estado óptimo.
Te invitamos a revisar el tema, los recursos adicionales y explicaciones para conocer más al respecto.
En ocasiones, cuando se escucha hablar sobre resiliencia, se insiste en aspectos como su definición o el origen de la palabra; sin embargo, también es importante identificar las diferentes herramientas prácticas que pueden apoyar en el proceso de afrontamiento de alguna adversidad.
Baker et al. (2021) mencionan que el entrenamiento en resiliencia no solo tiene beneficios para esta, sino que también muestra incrementos en el bienestar, en la salud mental, en el apoyo social, optimismo, autoeficacia, autoestima y el afrontamiento activo. Todos estos beneficios tienen relación con una mejor adaptación a las presiones del día a día.
La resiliencia es la capacidad de tener una adaptación positiva ante adversidades significativas que presenta la vida (Cutuli et al., 2021). También se ha señalado que la resiliencia es la capacidad de respuesta ante las adversidades (Galatzer et al., 2018). Una persona es resiliente cuando, a pesar de los factores de riesgo y la cantidad de experiencias negativas en su vida, utiliza sus recursos para mantener un grado de funcionamiento óptimo.
Para conocer más acerca de la resiliencia, revisa el siguiente artículo:
Mayo Clinic. (2022). Resiliencia: desarrolla habilidades para resistir frente a las dificultades. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/resilience-training/in-depth/resilience/art-20046311
Este enlace es externo a la Universidad Tecmilenio,
al acceder a él considera que debes apegarte a sus términos y condiciones.
Algunas prácticas o herramientas que podemos utilizar para entrenar la resiliencia son:
La experiencia de emociones positivas
A lo largo de la historia, y de la evolución del ser humano, las emociones han formado parte de la existencia y la supervivencia. La psicología positiva, dentro de sus investigaciones, ha hecho mucho hincapié en que no se puede negar que existen dificultades y sufrimiento en la vida, pero también destaca de que ver y concentrarte en lo que sí funciona y sí te gusta de la vida, tendrá consecuencias extraordinarias.
Las emociones positivas forman parte de los elementos del bienestar. Seligman (2011) comparte en su modelo PERMA del bienestar que las emociones positivas forman uno de los elementos centrales para “estar bien”. Por lo tanto, las emociones positivas pueden ayudar a desarrollar la resiliencia.
Para conocer más acerca de la resiliencia, revisa el siguiente video:
Aprendemos Juntos 2030. (2018, 10 de diciembre). Versión Completa. Resiliencia: el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Boris Cyrulnik [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=_IugzPwpsyY
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Fredrickson (2009) identificó 10 emociones que distintas personas alrededor del mundo definen como positivas, estas emociones son:
Las emociones positivas, entonces, mitigan la vulnerabilidad a los estresores laborales, favoreciendo el surgimiento de la resiliencia. Ruvalcaba, N., Orozco, M., Alfaro, L., y Bravo, H. (2019) señalan que la capacidad que tienen las personas para experimentar emociones positivas predice las competencias sociales asociadas a la resiliencia; es decir, la capacidad de experimentar emociones positivas es un factor que ayuda a las personas a recuperarse de la adversidad (Mak, Ng y Wong, 2011).
Permitirte a ti mismo experimentar emociones positivas como el asombro, la inspiración, la gratitud y la alegría, es una forma de crear un patrón de procesos cognitivos que te ayudará a crear un esquema positivo sobre ti mismo, tu entorno social y tu futuro, lo que te permitirá adaptarte a los cambios impredecibles e incontrolables que ocurran en tu entono.
Modelo ABC
Una de las técnicas más utilizadas para desarrollar la resiliencia es el modelo ABC (Adversity, Belief, Consequence), basado en la psicología cognitivo-conductual y cuyo objetivo es hacer más flexible el pensamiento, ayudando a la regulación emocional, el control de impulsos, el análisis causal, la empatía, la autoeficacia, mantener un optimismo realista, ser más cercano a los otros y aprovechar las oportunidades.
Este modelo es sencillo de aplicar, sobre todo cuando se tiene el suficiente autoconocimiento sobre las habilidades y recursos que poseemos es mucho más fácil ponerlo en acción:
Como verás detallar de esta manera tan natural y minuciosa las adversidades por las que se está atravesando nos invita a poder identificar también una solución. Entre más claridad tengamos de nuestros propios recursos y más atención pongamos a nuestros pensamientos y emociones será más sencillo encontrar la solución.
Uso de las Fortalezas de Carácter
Diversas investigaciones demuestran que las fortalezas de carácter ayudan a amortiguar los problemas (Huta y Hawley, 2010), disminuirlos (Gander, Proyer, Ruch y Wyss, 2013), así como a desarrollar la capacidad de resiliencia (Martinez y Ruch, 2017; Shoshani y Sloane, 2016).
Las fortalezas tienen un valor predictivo de la resiliencia, por encima de otros factores, como la autoeficacia, el optimismo, el apoyo social, la autoestima, la satisfacción con la vida u otras variables demográficas (como el sexo, edad, etc.); siendo las fortalezas emocionales y las de moderación las que demostraron mayor valor predictivo, aunque esto no excluye a otros subgrupos como las fortalezas intelectuales, interpersonales y teológicas (Martínez y Ruch, 2016).
Fuente: Martínez, M., y Ruch, W. (2017). Character strengths predict resilience over and above positive affect, self-efficacy, optimism, social support, self-esteem, and life satisfaction. The Journal of Positive Psychology, 12(2). Recuperado de https://doi.org/10.1080/17439760.2016.1163403
En momentos de la vida diaria en donde se presente alguna adversidad o se esté experimentando estrés, es posible utilizar estas fortalezas (emocionales o de moderación) de manera deliberada para activar la resiliencia. Por ejemplo: Si estoy experimentando estrés porque se acerca la competencia y eso me impacta en falta de concentración o mal humor, puedo elegir utilizar la autorregulación para disminuir mi nivel de estrés y utilizar el humor para ver la situación de una manera más relajada.
Es sencillo hacer planes para utilizar las fortalezas de manera deliberada y obtener un cambio que ayude a lograr el objetivo.
Considerando estas tres herramientas (el uso de las emociones positivas, el modelo ABC y la utilización de las fortalezas de carácter) tendremos muchas maneras de poder activar la resiliencia.
Ann Masten (2011) dice que lo más sorprendente de la resiliencia es lo frecuente que es y que proviene de recursos con los que cuentan la mayoría de las personas, como sus mentes, sus familias y sus comunidades. Y lo más importante: entender la resiliencia nos permitirá cultivarla y promoverla.
Es importante que identifiquemos las emociones positivas, así como ser conscientes de los lugares, las personas y las actividades en las que las experimentamos, pues nos ayuda a sentirnos bien en el momento y, en situaciones adversas, nos permite recordar esas situaciones positivas que pueden aminorar el impacto de los momentos difíciles.
¿Qué cambios puedes comenzar a realizar en tu vida que puedan ayudarte a entrenar tu resiliencia? ¿Qué necesitas hacer para ser una persona más resiliente? ¿Cómo puedes aplicar la resiliencia en el concurso?
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